El presidente de Cepyme, Gerardo Cuerva, ha criticado este miércoles en declaraciones a los medios “la subida desmesurada del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) sin tener criterio alguno” y ha considerado que la simple “promesa política” de subirlo, como contempla el PP en su programa electoral para las elecciones del 23 de julio, “no tiene sentido alguno”.
Cuerva se ha apoyado en el artículo 27 del Estatuto de los Trabajadores para afirmar que “existen parámetros en la norma que indican si hay que subir el SMI” y ha defendido que “hay muchos sectores y territorios que están sufriendo” por las “subidas desmesuradas” de los últimos años. El Gobierno ha elevado el salario mínimo un 47% desde 2018, de los 735 euros a los 1.080 euros de 2023. Antes de esto, el SMI solo subió un 14,66% en ocho años, bajo los gobiernos de Mariano Rajoy.
El PP de Alberto Núñez Feijóo propone ahora en el punto 22 de su programa electoral que actualizará el SMI “en el marco del diálogo social”, involucrando a “sindicatos, empresarios y expertos en la toma de decisiones”. Sin embargo, a tenor de la contundente postura de al menos una parte de los empresarios, tendrá complicado subirlo con apoyo empresarial si llega a gobernar. De hecho, las últimas subidas del SMI del Gobierno de Pedro Sánchez han sido acordadas solo con los sindicatos UGT y CCOO.
Respecto al resto del programa electoral del PP, Cuerva se ha limitado a señalar que Cepyme estará “con aquellos gobiernos que defiendan la libertad de las empresas” y ha animado al partido de Feijóo a sumarse “a ese carro de dejar de hostigar, de perseguir, la figura del empresario”.
Cepyme pide un “cambio de rumbo” al próximo gobierno
Durante su discurso de clausura de la Asamblea General de Cepyme, su presidente ha hecho balance del ejercicio destacando las “condiciones adversas” a las que han tenido que hacer frente las pequeñas y medianas empresas. Por una parte, una crisis inflacionista “aguda” que “está lejos de haber finalizado”, pese a la última moderación de los precios y, por otra, ha censurado la acción del Gobierno afirmando que sus decisiones “intervencionistas (...) perjudican el normal funcionamiento de las compañías” y establecen “un clima de enrarecimiento y hostigamiento contra la empresa”.
Ha concretado esta crítica en las subidas del SMI y el incremento de las cotizaciones sociales en la reforma de las pensiones. También ha reprochado que el reciente Observatorio de Márgenes Empresariales, puesto en marcha por el Gobierno y el Banco de España desde este lunes, es “pernicioso porque estigmatiza la obtención de beneficios”. Basándose en esto, ha pedido un “cambio de rumbo” con el próximo gobierno que salga de las urnas el 23 de julio.
El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, que también ha intervenido en la clausura, ha suscrito completamente el análisis de Cuerva y ha incidido en el problema de la elevada deuda “de la mayor empresa del país, que es el Estado”. Ha avisado de que “el apoyo europeo se va a acabar” y ha reclamado “ortodoxia económica” y “rigor presupuestario” al próximo gobierno.
En este sentido, ha criticado la propuesta de la actual vicepresidenta segunda del Gobierno y líder de Sumar, Yolanda Díaz, de establecer una Herencia Universal para todos los que cumplan 18 años: “es el equivalente al presupuesto del Ministerio de Educación y el de Sanidad”, ha defendido. También ha rechazado su planteamiento de reducir una hora la jornada laboral sin reducir salario y ha considerado que proponiendo esta medida por parte de la que todavía es ministra de Trabajo “se está faltando el respeto al diálogo social” en relación con lo firmado por patronal y sindicatos en el V AENC el pasado mes de mayo.
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