El hermoso pueblo pesquero que está a menos de una hora de Barcelona: su puerto fue uno de los más importantes de Cataluña

El mar, la arquitectura, la cultura o la gastronomía son de los muchos aspectos que definen Cataluña. Sus paisajes han inspirado a grandes artistas en canciones u obras de arte, pero también juegan un papel fundamental sus pequeños pueblos. Desde el Vall de Arán hasta Tarragona se pueden observar infinidad de estilos arquitectónicos y un paisaje de montaña único en nuestro país. A esto se le suma la combinación exquisita que crea con el mar, dando lugar a enclaves de extrema belleza.

El poeta Salvador Espriu plasmó en su poema Sinera la belleza de una localidad de gran importancia en Cataluña. Se trata de uno de los pueblos con más encanto cerca de Barcelona, que durante muchos años tuvo uno de los puertos más importantes de la costa catalana. Estamos hablando de Arenys de Mar (Sinera al revés), una pequeña villa ubicada en la comarca del Maresme, a casi 40 minutos de Barcelona.

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En ella, el viajero puede descubrir valiosos puntos de interés histórico y arquitectónico, a la vez que contempla impresionantes playas enmarcadas por las colinas que llegan hasta la orilla del mar. Así, se ha convertido en uno de los mejores destinos para pasar unos días, pues además, se ubica muy cerca del Parc del Montnegre i el Corredor, donde se pueden hacer varias rutas de senderismo.

La villa de Arenys de Mar es relativamente joven en comparación con otros pueblos catalanes, pues se conformó en 1599. Sin embargo, durante los siglos XVIII y XIX tuvo una enorme importancia. Esto se debe a que su puerto fue durante muchos años el único existente en toda la costa norte de Barcelona, lo que demuestra su larga historia ligada al mar.

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En la actualidad, es uno de los pueblos costeros más hermosos de Cataluña. La mejor forma para disfrutar de toda su esencia es pasear por sus calles. Así, se descubren lugares como el Ayuntamiento, el cual se aloja en un antiguo hostal del siglo XVII; el Mercado Municipal, donde destaca la fachada monumental con ladrillo visto y bloques de piedra trabajada que la coronan de estilo modernista; o la iglesia de Santa Maria de Arenys.

Fue construida entre los años 1584-1628 y ampliada posteriormente con las capillas de los Dolores, de la Minerva y del Santísimo, el edificio principal es de estilo tardogótico. De todo su conjunto destaca el impresionante retablo barroco dedicado a la virgen María (1706-11) y el basamento de estilo renacentista hecho de mármol y jaspe de Tortosa. Para acceder a ella se tiene que pagar una entrada de 2 euros.

Destacan también el Centro Cultural Calisay, situado en el lugar que ocupaba un antiguo molino harinero del siglo XVI; el Edificio Cifrado, de estilo neoclásico, fue realizado por encargo del indiano Josep Xifré entre 1844 y 1846 y cedido como hospital para el pueblo. Uno no se puede ir de la localidad sin contemplar las torres de defensa, construidas para defender al pueblo de los piratas. Se conservan cuatro.

Otro de los atractivos que tiene Arenys de Mar son sus playas. Son un total de tres, siendo la playa de la Piccordia la más cercana al centro de la villa. Se sitúa entre el puerto y la estación de tren y cuenta con unos 500 metros de longitud.

Otra de la que se puede disfrutar es la playa de la Musclera, ubicada a caballo entre la Punta del Canyadell y Caldes d’Estrac. De sus 700 metros, 450 están destinados al nudismo. Por último se encuentra la playa del Cavaión. Es la más larga y extensa de las tres, con 950 metros de longitud y se emplaza entre el puerto y Canet de Mar.

Desde Barcelona, el viaje tiene una duración de 40 minutos aproximadamente por las carreteras C-31 y C-32. Por su parte, desde Girona el trayecto lleva alrededor de 55 minutos por las vías A-2 y C-32.

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