“Usted no tendría que pactar nada con Bildu” vs. “lo suyo es opinión, no hechos”: los ¿mejores? momentos de la entrevista de Ana Rosa a Pedro Sánchez

El presidente del Gobierno jugaba fuera de casa y parecía sentirse cómodo... hasta el punto de no querer marcharse. Ha llegado tarde al Consejo de Ministros. “Que los espectadores tomen nota de lo que quiero decir”, ha pensado en alto

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Ana Rosa Quintana y Pedro
Ana Rosa Quintana y Pedro Sánchez, este martes durante la entrevista en Telecinco.

De todas las entrevistas concedidas por Pedro Sánchez desde el recordado “por qué nos ha mentido tanto, presidente” de Carlos Alsina, la de este martes frente a Ana Rosa Quintana se anticipaba la más compleja para el candidato. Pablo Motos no fue un problema. Además, los sondeos, y ya no solo el CIS, coinciden en que el bloque de la izquierda remonta, que Alberto Núñez Feijóo va a tener que sudar la mayoría absoluta que ambiciona con la ayuda de Vox. Pero quedaba este examen.

Quintana, estrella de Telecinco, reina de las mañanas pronto en las tardes, es una de las periodistas más duras contra la acción del Gobierno y buena parte de sus miembros, consideración a todas luces recíproca a tenor de los dardos, indirectos pero evidentes, que Sánchez lanza habitualmente contra programas como al que acaba de acudir. Por no hablar del ‘cariño’ del socio de coalición, de Unidas Podemos, por la empresaria y comunicadora, que inspira incluso sus iniciativas parlamentarias.

El tono ha sido cordial, nada comparable al de hace apenas una semana, cuando Quintana se cabreó en directo: “¡Qué coño derecha mediática! ¡Ya estoy harta!”. Hoy, sonrisa y respeto. “Un placer estar con usted. Me alegro de que me haga esta entrevista porque eso significa que está bien, y la salud es lo más importante”, ha comenzado el presidente. Su interlocutora felizmente superó un cáncer.

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En el plató se las han visto. Él con traje azul y camisa rosa, sin corbata; ella de blanco. Cuatro años después de la última vez. A 19 días de las elecciones generales, del 23-J. Sánchez no jugaba en casa, pero se ha sentido en casa. Tanto es así que ha llegado tarde al Consejo de Ministros. Que no había forma de sacarlo de ahí. “Me están metiendo prisa los suyos”, le ha llegado a decir Ana Rosa, ya fuera de tiempo.

“Eso es muy Maquiavelo”

Por momentos parecía el José Luis Rodríguez Zapatero del “sí, lo digo”, empeñado en subrayar que lo de Quintana “son opiniones, no hechos”. Ella ha sacado un tocho de folios con sus editoriales sobre él y ha retado a encontrar un solo insulto. Y ha asegurado que su programa “es un 50-50″, que hay pluralismo. Es que Sánchez dijo hace poco que un 90% de las voces en los grandes programas son de derechas. “De verdad, presidente, que la gente ve la tele, escucha la radio. Un 90%...”. “¡Y me quedo corto!”, ha apostillado él.

Sánchez parecía empeñado en decir todo lo que no ha dicho en ese espacio durante toda la legislatura. Quintana, como ya hizo Motos, por momentos cortaba las respuestas largas o que se iban por las ramas, pero esto para el entrevistado no era impedimento para continuar hasta terminar. Tenía que marcharse con el mensaje lanzado: “Que los espectadores tomen nota de lo que quiero decir”, ha pedido, sabedor de que una vez abandonara el plató y ya en días posteriores la película cambia.

“Usted no debería pactar con Bildu ni con partidos que quieren romper España”, ha amonestado la periodista, que ha añadido que tampoco Núñez Feijóo con Vox, para equilibrar. Y Sánchez ha defendido buscar votos “hasta debajo de las piedras” por avances como la reforma laboral, no por retrocesos como, a su juicio, hace el PP con la extrema derecha. “Eso es muy Maquiavelo”, se ha escuchado a Ana Rosa. “¿El fin justifica los medios?”

“Qué hay en el móvil de Sánchez”

Marruecos ha sido uno de los principales puntos de fricción. Ya lo deslizó Sánchez con Jordi Évole y ha vuelto a hacerlo: “Se ha dicho de manera insidiosa que Marruecos me ha hackeado y tienen información y por eso he cambiado; que no sabemos exactamente qué hay en el móvil de Sánchez; que a ver qué pasa con la red de narcotráfico en la que está metida su mujer. Estas cosas se han dicho, Ana Rosa”.

Y Ana Rosa ha expresado su parecer sobre todo un poco, ha sido franca con su interlocutor, pero el interlocutor insistía: “Eso no son los hechos, es su opinión, que yo respeto, pero que -los espectadores- tengan mi punto de vista, que se contraste conmigo”. La periodista ha saltado en alguna ocasión con una obviedad: que el presidente ha tenido largos años para pasar por los estudios de Telecinco a contrarrestar lo que él ha considerado no era cierto.

El Falcon es otro asunto que gusta a los medios, pero también a Sánchez. “A mí me parece bien -ha dicho Ana Rosa- que el presidente del Gobierno tenga un avión, pero no que lo utilice para cosas personales. Usted lo ha usado más que otros presidentes, igual es porque ha viajado más”. Sánchez la llevaba preparada: “Para el PP y Vox no tendría que ir en Falcon, tendría que ir en autostop”.

“Llevamos más de una hora y media y todavía quedan cosas. Claro, es que hemos ido acumulando cuatro años”, ha sido el amable reproche con el que Ana Rosa ha puesto fin al esperado cara a cara, tan inflado por la expectativa que ha pasado sin apenas titulares. Para escuchar propuestas, ya avanzamos en Infobae España, hay que esperar a que comience la campaña.

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