Puede que algunos la conozcan por una faceta y otros por otra, pero lo cierto es que Julia de Castro es una de las presencias más arrolladoras del panorama cultural español. El término multidisciplinar se queda corto para ella. Es licenciada en Historia del Arte, Graduada en interpretación textual por la Real Escuela de Arte Dramático, Titulada en Grado Medio en la especialidad de violín en el Conservatorio Arturo Soria, becada en la Real Academia de España en Roma. Ha publicado ensayos, es artista plástica, ha ejercido de modelo para numerosas publicaciones y acaba de terminar una película como directora.
Explosiva faceta musical
Julia de Castro entró como una apisonadora al panorama musical de nuestro país gracias a su proyecto De La Purissima en el que unía el jazz con el cuplé, e incluso con la electrónica, a través de una puesta en escena que nunca dejaba indiferente. Sus performances eran antológicas gracias a su presencia, a su atrevimiento, a su potencia expresiva. El dúo con el contrabajista Miguel Rodrigáñez duró diez años durante los que ofreció un buen puñado de álbumes y espectáculos memorables e irreverentes que suponían un soplo de aire fresco dentro de un género popular que parecía cosa del pasado y que ella se encargó de reformular y de abrir nuevos caminos.
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Pero durante ese tiempo no paró de experimentar y de probar cosas nuevas. Ha escrito, producido e interpretado numerosos cortometrajes y ha generado proyectos como Anatomía de una criminal, que dirigió Javier Giner en 2015 y que se puede ver en Filmin. En ella la veíamos por las calles de Barcelona con una chaqueta torera, tacones de aguja y una tira de plástico transparente cubriéndole todo aquello que Instagram censura transportando un cuadro suyo que había pintado un eminente retratista y que quería vender en el Cash Converters.
El pecho de la mujer, siempre objeto de polémica
Su carácter camaleónico y su espíritu iconoclasta siempre está dispuesto a dinamitar tabúes. A Julia le gusta provocar, jugar, crear, siempre desde una perspectiva profundamente feminista, por eso en el videoclip de la canción 29 años (que formaba parte de su primer álbum en solitario, La historiadora) salió desnuda (en realidad, sin camiseta) con sus amigas, entre ellas la actriz Celia Freijeiro, con la que compartió protagonismo en uno de los capítulos de En casa, dirigido por Paula Ortiz durante la pandemia.
¿Algo más? Mucho más. En teatro ha protagonizado obras de Carlota Ferrer como El último rinoceronte blanco, Los cuerpos perdidos o Esto no es la Casa de Bernarda Alba y de María Folguera, Elena Fortún o La guerra según Santa Teresa. En 2017 se instaló en Roma para emprender un trabajo de investigación en torno a la prostitución que le llevó a publicar La retorica delle puttane (Editorial La Fábrica) y allí también se inició como artista plástica participando en varias exposiciones colectivas.
Ahora la podemos ver en Poquita fe, en la que encarna a la hermana neurótica de Esperanza Pedreño, también la podemos escuchar en el programa de Radio 3, dentro del espacio ‘Que parezca un accidente’ y dentro de muy poco estrenará su primer largometraje como directora, On the Go, junto a María Gisèle Royo, y con Chacha Huang y Omar Ayuso en el reparto, en el que homenajea el cine del outsider Gonzalo García Pelayo.
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