Miércoles 12 de julio de 2017. Novak Djokovic sufre molestias físicas. Realiza gestos ostensibles de dolor. No puede más, los dolores en el codo lo llevan al límite y decide abandonar el partido: se retira de los cuartos de final de Wimbledon, el torneo más antiguo y valioso del mundo del tenis, cuando pierde 7-6 (2) y 2-0 ante el checo Tomas Berdych. Desde entonces han transcurrido 2.183 días en los que una pandemia asoló el mundo, en España se celebraron unas elecciones generales, están a punto de llevarse a cabo las siguientes y Djokovic no ha vuelto a perder un partido sobre la hierba del All England Club.
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En aquella edición del certamen inglés el campeón fue Roger Federer, pero en las cuatro siguientes, 2018, 2019, 2021 y 2022 -la 2020 no se realizó por el coronavirus-, el campeón fue Djokovic, quien si consigue imponerse este año igualará a Federer como tenista con más entorchados en la historia de Wimbledon. El imperio del suizo sobre la hierba de Londres corre riesgo ante el sempiterno físico del serbio. “La sensación de entrar como campeón en la central de Wimbledon, con la hierba nueva, es única”, afirma.
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A un triunfo de cantar las 30
Novak Djokovic ya ha debutado en Wimbledon. Se deshizo de Cachín en primera ronda de manera solvente (3-6, 3-6, 6-7) alcanzando así las 29 victorias consecutivas en Wimbledon. Aunque hay un dato más demoledor a favor del serbio. En los últimos 5 años, ha ganado de forma ininterrumpida 70 partidos entre Open de Australiga y Wimbledon. Novak superó con facilidad al tenista argentino que debutaba en WImbledon y en la pista central. Y no eran ni el escenario ni el rival idóneo para estrenos.
Para el serbio, campeón siete veces en el césped sagrado, la presente edición de Wimbledon supone un reto mayúsculo. Después de haber conquistado en Roland Garros su Grand Slam número 23, con el que superó a Rafa Nadal (22) y se convirtió en el tenista con más Grand Slams de la historia, tendrá por delante el objetivo de extender todavía más su hegemonía como el mejor tenista masculino de la historia. “No me siento más relajado, para ser sincero. Todavía tengo hambre de éxito: quiero ganar más Grand Slams y sumar más logros en el tenis. Mientras tenga ese impulso sé que puedo competir al más alto nivel. Si ese aspecto falla probablemente tendré que enfrentarme a circunstancias diferentes y modificar el enfoque”, reconoce Nole.
El número 1, en juego
Pese a sus inmejorables resultados esta temporada, el serbio llega a la capital inglesa como número dos del mundo, por detrás de Carlos Alcaraz, actual líder del ranking ATP. El tenista murciano recuperó el cetro del tenis mundial tras llaverse, en su primera participación, el torneo de Queen’s, su quinto título esta temporada tras vencer en Buenos Aires, Indian Wells, Barcelona y Madrid
“Por supuesto que estar en lo más alto justo antes de Wimbledon te da una motivación y una confianza extra, pero no creo que cambie mucho jugar el torneo como número 1 o como 2. Novak también estará allí”, afirma Alcaraz cuyo total de puntos en el ranking ATP es de 7.675. 80 menos posee un Djokovic que deberá alcanzar al menos la tercera ronda para tener opciones matemáticas de conseguir el número 1. Djokovic y Alcaraz no se verán las caras hasta una posible final. El serbio y el español, al igual que el resto de tenistas, no defienden ningún botín de puntos del año pasado ya que el torneo británico decidió no otorgar puntos al no permitir competir a tenistas rusos y bielorrusos.
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