Carmen Sevilla falleció el pasado 27 de junio a los 92 años y aunque llevaba varios años enferma, alejada del foco público y también de todas aquellas personas que la conocieron y disfrutaron de su cercanía, su muerte ha dejado un gran vacío. La actriz y cantante logró calar hondo en todos aquellos que tuvieron la suerte de tratar con ella y que todavía lidian con la idea de que no podrán volver a verla.
Especialmente tras la decisión de su hijo, Augusto Algueró, de darle una despedida íntima a la que no pudieron acudir ninguno de sus antiguos amigos, muchos de los cuales han mostrado su desacuerdo. Uno de ellos es Rappel, quien en su última aparición pública la ha recordado emocionado y es que fue un “gran amigo” de la andaluza. “Conocí a su madre, a su primer marido, su segundo, sus historias... Respeto que su hijo haya querido que la gente no viera su deterioro, pero lo que han hecho de que no haya habido velatorio, ni entierro ni nada, estoy en contra”, ha asegurado a los micrófonos de Europa Press.
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Por ello, para poder decirle adiós de manera pública, el vidente ha decidido organizar un funeral en su memoria. Desmarcándose del hijo de la artista, Rappel ya ha comenzado a planear el evento, en el que quiere contar con diferentes rostros conocidos. “Voy a convocar a todos los artistas y voy a hacer un funeral a una amiga mía porque me da la gana”, ha sentenciado, desvelando además que tiene muy presente a Carmen: “No la voy a olvidar nunca. Era una mujer entrañable, me ha demostrado ser amiga durante muchos años y ha sido una mujer maravillosa”.
Decisión polémica
Tras conocerse la noticia de la enfermedad y el posterior ingreso de su madre en una residencia de ancianos, Augusto Algueró siempre apostó por llevar el asunto con la mayor discreción posible. De hecho, durante los años que estuvo enferma no permitió que recibiera muchas visitas para no alterar su estado.
Por eso mismo no sorprendió cuando anunció que quería que el adiós a su madre fuera “un momento muy tranquilo”. “Todos los que vamos a entrar, que somos muy poquitos, son única y exclusivamente familia directa, de lazos de sangre con mi madre, exceptuando dos personas que son las que la han cuidado durante los últimos años, Angelines y Alejandra”, narraba a los medios de comunicación. Y si bien era consciente de que su decisión iba a generar polémica, se justificó diciendo que “si hubiera montado un circo también las hubiera habido”.
Y así fue porque Augusto también recibió críticas por no haber acudido al tanatorio para velar a Carmen Sevilla, aunque sí a su cremación. Según contó a los medios de comunicación en aquel momento, en estos últimos diez años -desde que a su madre le fue diagnosticado alzhéimer y se retiró de la vida pública- ha habido momentos tan duros y complicados que él ya ha llorado “todo lo que tenía que llorar”. “Se me han secado los ríos de lágrimas”, aseguraba, destacando que a pesar de lo dolorosa de la enfermedad, también tiene muchos “recuerdos adorables” al saber que estaba ayudando a su madre, de la que no se ha separado en ningún momento.
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