Feid inunda de verde el WiZink Center de Madrid ante un público nítidamente devoto

El artista colombiano ha pisado la capital este domingo con su ‘Ferxxo Nitro Jam Tour’, un concierto de dos horas que ha hecho vibrar a todo el recinto con infinidad de ‘hits’ y una alta dosis de carisma

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Feid, este domingo en el
Feid, este domingo en el WiZink Center de Madrid. (Patricia J. Garcinuno/Redferns)

Los alrededores del WiZink Center se convirtieron, en la tarde del domingo, en una masa -no viscosa, pero sí vistosa- de color verde. También de negro y de blanco. Tres tonalidades que daban pie a la confusión, pues no se trataba de una manifestación dominical de Greenpeace ante la emergencia climática, el derretimiento de los polos o el constante cierre del parque de El Retiro en Madrid, sino la extensa cola que esperaba -ante un sofocante calor- para asistir al concierto de Feid. Salomón Villada Hoyos (Medellín, Colombia, 1992), Feid o Ferxxo: la nomenclatura es diversa dependiendo de la actividad -o la canción- que el artista colombiano entone, pero la entrega de sus feligreses no varía.

Las calles contiguas al recinto eran un colofón de bolsas de tiendas de ‘Alimentación y frutos secos’: un popurrí de cubatas, de hielos que pasaron a mejor vida, de patatas Jumpers y de bocadillos de chorizo con queso derretidos en el asfalto madrileño. La fiesta comenzó horas antes del concierto y lo hizo en sus inmediaciones. El botellón improvisado lo formaban jóvenes con mullets -el peinado de quinqui que haría rabiar a cualquier abuela, pero que las nuevas generaciones adoran-, con ganas de perreo y con gafas de ciclista del Decathlon capaces de asesinar a cualquier paloma callejera. También había cabida para el “famoso” de reality de Mediaset que se pasa gran parte del evento mirando su cuenta de Instagram.

Feid, la pareja de Karol G para las consagradas revistas del corazón, llegaba al WiZink con un sold out de manual después de haber actuado en La velada del año 3, el evento de Ibai Llanos que nadie termina de entender, pero que consigue congregar a una larga lista de VIPs, entre ellos, Belén Esteban. El público se abanicaba con la fuerza de un ciclón para evitar el temido desmayo y por momentos parecía que los asistentes estaban a punto de formar parte del concierto de una folclórica y no de un reggaetonero.

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Feid, este domingo en el WiZink Center de Madrid. (Patricia J. Garcinuno/Redferns)

Minutos antes de aparecer detrás de una sábana blanca -de esas que siempre se agotan en Zara Home en la primera semana de rebajas-, el colombiano pide al público que apague el flash de sus teléfonos móviles y que se ponga las gafas de visión nocturna que ha recibido a la entrada para “disfrutar de la experiencia” al completo. Esperemos que alguien le haya avisado de que todo lo relacionado con el universo 3D no terminó de cuajar del todo en la sociedad contemporánea. Ni siquiera Titanic se ha salvado de la criba. “¿Estáis listos para perrear?”, preguntaba un monigote verde a la audiencia. Y tanto que lo estaban.

Durante las dos horas de concierto -en las que Feid ha cantado temas populares como Hey Mor, Feliz Cumpleaños Ferxxo, Yandel 150, La Inocente, Pantysito, Classy 101 o Ultra Solo Remix junto a otras de etapas previas- el público se ha entregado a un nivel casi exhaustivo. Un canto ensordecedor que ha acompañado al artista durante 120 minutos y que ha convertido al WiZink en una discoteca de tamaño XXL. Pulseras que cambiaban del color verde al blanco, y del blanco al azul, iluminaban un pabellón que vivía con devoción cada verso del artista, convertido en el Coldplay del género urbano al estar plenamente rodeado de brazaletes con luz incorporada.

El único momento del concierto en el que los asistentes desconectaron del espectáculo fue cuando Ferxxo abandonó el escenario para cambiarse el look de Stone Island y ponerse más cómodo. La audiencia tuvo que aguantar un lánguido solo de guitarra que generó algún que otro silbido. Entre acorde y acorde, aprovecharon para refrescar sus stories en redes sociales y contestar los whatsapps de los grupos familiares.

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Feid, este domingo en el WiZink Center de Madrid. (Patricia J. Garcinuno/Redferns)

Hubo tiempo y espacio para todo en el Ferxxo Nitro Jam Tour. Hubo invitados. Muchos. Sen Senra, Quevedo, Saiko y Ozuna. También hubo dedicatorias, mensajes y turbolanzamientos de camisetas a los afortunados de la primera fila. “No importa la plata, sólo los momentos”, declaraba el colombiano a su público. “Esta noche todo el mundo es especial aquí en el WiZink”, añadía en un alegato a favor de la familia, el amor y la doble cara de la fama.

Entre algún que otro playblack y un vaivén constante entre ambos costados del escenario -sin orden aparente, pero efectivo-, resulta obligatorio preguntarse por qué se reclama a las mujeres artistas que introduzcan infinidad de elementos en sus shows para conseguir la aceptación de público y crítica. A ellos les basta con moverse y con entonar los versos clave de sus canciones. El colombiano podría haber decidido no usar el micrófono en toda la noche, pues los asistentes conocían todas sus canciones y no han dudado en demostrárselo poniendo a prueba la resistencia de sus cuerdas vocales.

El multitudinario concierto de Feid confirma varias cosas. El innegable carisma que éste derrocha -Karol G, te entendemos-, la facilidad que atesora para convertir sus rimas y frases en canciones que hacen estallar -de forma metafórica- el recinto y la confirmación de que su fama -y la de muchos otros artistas del género que copan las listas de éxitos mundiales y musicales- no es excepcional, esporádica o algorítmica.

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