Xavier Dolan (Montreal, Canadá, 1989) ha debutado en televisión con La noche que Logan despertó, un thriller que imprime de belleza nostálgica y en el que lidia con temáticas como el misterio, la familia y las secuelas de los episodios traumáticos que atraviesan a todo el árbol genealógico.
Dolan, hijo predilecto del siempre glamuroso Festival de Cannes (ha ganado en dos ocasiones el Premio del Jurado de la Sección Oficial), retrata en su primera serie, en la que también participa como actor, cómo un hecho traumático relacionado con la violencia sexual dinamita las relaciones y las dinámicas de la familia Larouche.
Formada por cinco episodios de 60 minutos que se pueden disfrutar en Filmin, La noche que Logan despertó adapta la obra de teatro La nuit où Laurier Gaudreault s’est réveillé de Michel Marc Bouchard (autor de Tom en la granja, obra que Dolan también llevó a la gran pantalla). La primera ficción televisiva del director quebequés cuenta con una banda sonora compuesta por Hans Zimmer junto a David Fleming.
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La serie se divide en dos líneas temporales. La primera, situada a principios de los años 90, se centra en el matrimonio Larouche y sus cuatro hijos. La matriarca del clan, Madeleine ‘Mado’ (interpretada por Anne Dorval, un clásico en la filmografía del canadiense), aspirante a alcaldesa de Val-de-Chutes, ve cómo sus aspiraciones se disipan después de un incidente de índole sexual que involucra a una de sus hijas, Mireille (Julie LeBreton, interpretada en la adolescencia por Jasmine Lemée). Denis (Éric Bruneau), Julien (Elijah Patrice) y Elliot (el propio Dolan) completan la geneología de los hermanos Larouche.
La segunda línea temporal se sitúa 30 años después. La madre está a punto de morir y el trágico evento reunirá de nuevo a los cuatros hijos de la familia, con vidas escasamente unidas. Mimi, convertida en una tanatopractora de renombre, regresa a su tierra natal para cuidar del cuerpo de ‘Mado’ y se reencuentra con sus hermanos y con las heridas de un pasado que no termina de superar.
Melodrama materno
Hay mucho de Dolan en La noche que Logan despertó. Las cinco horas de metraje permiten al aclamado director canadiense albergar mucho más espacio para la belleza visual y para el desarrollo dramático en el que envuelve al espectador. Además, explota la temática que tanto ha abordado en muchas de sus cintas: los melodramas maternofiliales, su particular fascinación por la muerte en la vida o las personalidades alejadas de la normativa social.
La serie aborda las anteriores perspectivas desde un romanticismo impoluto y una belleza nostálgica que atrapa. Un granulado sentimental que habla de ese pasado que nunca termina de filtrarse, que centifruga en la cabeza y que marca el presente.
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