España es uno de los países con mayor patrimonio histórico y cultural de Europa. Muestra de ello es el incontable número de castillos y fortalezas que alberga. Algunos de ellos son imponentes obras arquitectónicas en las que parece que no ha pasado el tiempo, mientras que otros se encuentran en un alto estado de abandono y de ruina. Así, hemos elaborado una lista de 20 castillos que están en riesgo de desaparecer si no se realizan las obras necesarias de conservación., basándonos en las fortalezas recogidas por la Lista Roja de Patrimonio de Hispania Nostra.
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Castillo de los Garres, Región de Murcia
Esta fortaleza se enclava sobre el cerro de Cabezo del Castillo, un lugar de gran valor estratégico, pues domina toda la Vega del Segura y la confluencia del Guadalentín. Se trata de una fortificación de época tardorromana, siglos IV al VII, principalmente, aunque también fue ocupada durante la época íbera y por los musulmanes. La fortaleza cuenta con un poblado asociado y se pueden observar restos de un edificio de planta rectangular construido en mampostería y los restos de dos aljibes o cisternas.
Castillo de la Juliana, Granada
Junto a la fortaleza de Escariantes y la alquería de Yilyana (Juliana), tuvo un importante papel en la revuelta de La Alpujarra a finales del siglo VIII. La fortaleza contaba con tres recintos bien diferenciados. El primero alberga restos de dos grandes torreones que defendían la puerta de acceso, mientras que del segundo se pueden observar algunos restos de muros de tapial y mampostería, y dos torres. Además, queda el aljibe, situado al este del recinto y de planta trapezoidal. El tercero, el más pequeño y elevado, incluye restos del relleno de una gran torre, tal vez la del homenaje, así como de otras dos, una de ellas junto a la entrada. También se conserva el aljibe, situado al oeste y de planta rectangular.
Castillo de Castellví o Castell de Sant Jaume, Barcelona
Las primeras referencias fechan al castillo en el siglo X, aunque puede que su origen sea de la época romana al contener elementos de este periodo. Se localiza en el municipio de Castellví de Rosanes (Baix Llobregat – Barcelona) y es de los conjuntos amurallados, de época medieval, más grandes de toda la zona. Se ubica en lo alto de un monte, a unos 370 metros de altura. En la actualidad se pueden apreciar restos de la antigua muralla, así como de una capilla, una gran sala con arcadas góticas y varias edificaciones que actualmente se conservan en estado ruinoso.
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Castillo de Castronuevo, Ávila
Se levantó alrededor del año 1470 y comprende un foso y dos recintos rectangulares. Entre las dos construcciones se puede apreciar un acceso hacia unas grandes salas subterráneas que rodean todo el perímetro. Estas fueron utilizadas en su momento como caballerizas. Por su parte, la construcción interior cuenta con tres torres de planta circular y dos de planta rectangular.
Castillo de Olmos, Toledo
La fortaleza supuso un importante puesto de control en el camino tradicional que conectaba Toledo con el puerto de los Leones, siguiendo el curso del Guadarrama hacia la sierra. Se construyó entre los siglos XI y XII, sin embargo, a día de hoy solo quedan visibles los restos de una torre construida en la Baja Edad Media y el aljibe de la fortificación.
Castillo de Rebolledo de la Torre, Burgos
Se enclava en el mismo centro de la localidad y fue construido en el siglo XIII, aprovechando una construcción anterior que probablemente fue levantada en la Reconquista. Actualmente, solo quedan la Torre del Homenaje, de casi 20 metros de altura, parte de sus murallas, el puente levadizo y los dos fosos del ala norte y oeste, hoy cegados.
Castillo de Jubera, La Rioja
Los documentos encontrados sitúan a la fortaleza entre los siglos X y XI, lo que hace pensar que cuente con posibles orígenes musulmanes. Se enclava en lo alto de un cerro, sobre el pueblo que le da nombre. En cuanto a su estructura, conserva restos de la muralla y las torres, y su recinto interior se ubica en la parte superior. Este cuenta con dos murallas de defensa exterior situadas en un nivel inferior.
Castillo-fortaleza de Torregalindo, Burgos
Sus restos más antiguos datan de finales del siglo X y principios del XI. Cuenta con unas dimensiones de 25 metros de ancho y 60 de largo, con un estado de conservación es bastante malo, pues solo quedan restos de lo que fue la Torre del Homenaje, la cerca que enmarcaba el patio de armas, un aljibe, la muralla que rodeaba la fortaleza y de una torre albarrana circular abovedada al oeste.
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Castillo de Castillejo de Robledo, Soria
La fortaleza, de origen templario, se levantó en el siglo XII sobre los restos de una antigua fortificación musulmana. Albergaba una muralla cuyos restos se encuentra en la parte inferior del recinto. A su vez, cuenta con un doble recinto amurallado con varios cubos, torreones cilíndricos y un foso artificial; en el interior, la torre del homenaje de planta cuadrada. Del castillo quedan el aljibe, dos torres y una entrada.
Torreón de Santibáñez de Béjar, Salamanca
El torreón de Santibáñez de Béjar fue erigido entre finales del siglo XII e inicios del XIII, coincidiendo con las guerras fronterizas entre los reinos de León y Castilla. Durante este periodo tuvo gran importancia en el control de la zona y en la defensa de la localidad de Santibáñez. Cuenta con una planta cuadrada de 40 metros cuadrados y una altura de unos 11 metros.
Castillo de Torralba, Ávila
Se localiza en el pueblo de Cisla, en lo alto del cerro que domina todo el municipio. De sus restos destaca el muro de lo que fue la Torre del Homenaje, reflejando su gran estado de deterioro. Junto a estas ruinas hay un pequeño poblado o antigua alquería, también abandonado, con edificios del siglo XIX.
Castell de Vila-romà, Girona
El castillo se enclava en la ladera de una colina del macizo de las Gavarres, justo enfrente del Celler Brugarol. Su posición controla el tramo inicial de la riera del Bell-lloc y está formado por dos grandes recintos, uno exterior y otro interior. El elemento más importante del recinto interior son las ruinas de la torre del homenaje, de la que solo quedan el muro de levante, de unos 11 metros. Por su parte, del recinto exterior se pueden contemplar restos de algunas estancias.
Castillo de Tamames, Salamanca
La construcción del castillo de Tamames está fechada en el siglo X. Se levantó por petición del rey Ramiro II de León tas el avance de la frontera leonesa. Se trata de un torreón fortificado ubicado a las afueras de Tamames. La portada parece la parte más antigua del edificio, siendo considerada por algunos investigadores como visigoda.
Castillo de Calatañazor, Soria
Esta fortaleza se levantó en el siglo XII y ocupa la parte más elevada del saliente rocoso en el que se asienta la villa. Su estructura se reparte en una planta rectangular con cuatro torreones en las esquinas y una Torre del Homenaje.
Castillo de Ademuz, Valencia
Ubicado en la localidad valenciana de Ademuz, el castillo tiene su origen en el periodo musulmán. No obstante, se han encontrado restos romanos en su interior. Su estado de conservación es bastante malo, por lo que solo se conservan lo que parece el cubo de una torre adjunta a una imponente muralla y un muro perimetral en muy mal estado que presenta 3 aspilleras y un arco.
Castillo de las Torres, Badajoz
Su fecha exacta de construcción se desconoce, aunque por su estructura podría pertenecer al medieval tardío. Se caracteriza por su impresionante ubicación, ya que se sitúa junto al arroyo de la Víbora y la Vía de la Plata y está rodeado de las típicas dehesas extremeñas. Su planta es trapezoidal y cuenta con cuatro torres a cada lado. A su vez, se conservan ruinas de un aljibe.
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Muralla y castillo-palacio de Bonilla de la Sierra, Ávila
Los orígenes del castillo y el recinto amurallado se remontan al siglo XIII, aunque con el paso de los años sufrió diferentes reformas. El edificio primitivo es de mediados del siglo XIV, y cuenta con un patio central cuadrado alrededor del cual se distribuyen las estancias. Allí se encuentran el porche, la panera, la Torre del Homenaje y las caballerizas.
Castillo de Belvís de Monroy, Cáceres
Se levantó para defender las tierras de la zona durante la Reconquista. Se trata de una fortaleza situada en el cerro de la localidad de Belvís de Monroy y cuenta con dos partes bien diferenciadas. La primera, de época medieval, destaca su uso militar, con un castillo y una Torre del Homenaje en la zona suroeste, todo rodeado por una muralla fortificada con torreones defensivos. La segunda, llevada a cabo durante el Renacimiento, se distingue por la presencia de edificios de estilo palaciego que hicieron más habitable el castillo.
Castillo de Peñaflor, Toledo
Se piensa que fue erigido en el siglo XIII, bajo el reinado de Alfonso X El Sabio. Su estructura se distribuye en una planta rectangular con tres torres circulares en las esquinas. A día de hoy conserva sus caras norte, oeste y sur.
Castillo de Bélmez de la Moraleda, Jaén
La fortaleza tiene su origen en el periodo musulmán, alrededor del siglo XIII. Está formada por la Torre del Homenaje y dos recintos amurallados: el alcarazejo y la albacara. La torre se ubica en el centro del edificio y debió de alcanzar unos 20 metros de altura.
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