Los Red Bull dominaron en el Red Bull Ring. La escudería austríaca logró un doblete que certifica su superioridad sobre el resto de escuderías. Verstappen tan sólo tuvo algo de trabajo en los primeros metros junto a su compañero de equipo, pero una vez superada la batalla, imprimió un ritmo que nadie puso mantener. Checo fue segundo tras recuperar la posición perdida con Hülkenberg y Sainz completó el podio y se asentó como el primero de los mortales. Fernando quedó quinto por detrás de su compañero Lance Stroll al que pudo adelantarlo en el tramo final, pero no lo hizo por estrategia de equipo.
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A lo largo de la semana previa se intuía que el Gran Premio de Austria, debido a los eventos programados, iba a estar marcado por el espectáculo y la imprevisibilidad. Dicho y hecho. La segunda prueba del calendario con carrera al sprint no defraudó desde su inicio. Los límites de pista fueron protagonistas durante la sesión del viernes y las condiciones del trazado a lo largo la clasificación y carrera al sprint del sábado. Más seca que mojada en la tanda clasificatoria y bastante más pasada por agua para la segunda prueba del día.
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La meteorología, cambiante a velocidad de vértigo, fue el detonante las hostilidades en el sprint de Austria. Russell fue el primero en interpretar el cambio de condiciones de la pista y pasó por boxes para poner neumáticos de seco. Sus tiempos, un segundo por vuelta más rápìdo que Verstappen, abrieron los ojos a Hamilton, Leclerc, Hülkenberg y compañía que arriesgaron ante el secado de la pista. Alonso y Sainz, ocupando las primeras posiciones, decidieron llegar hasta el final. No tenía sentido perder tanto tiempo cuando su ventaja sobre los pilotos que entraron a boxes era mayor.
Alonso, se reserva y Sainz se mantiene
El piloto asturiano fue de menos a más a lo largo del sprint. Comenzó perdiendo en la salida su posición en beneficio de Stroll y a raíz de ese momento tuvo que ir a contracorriente. Se pegó al alerón trasero de su compañero de equipo, pero en ningún momentó se mostró con la agresividad suficiente para rebasarle. No es la primera vez esta temporada que Alonso decide no atacar a su compañero de equipo, ya sucedió durante el GP de Barcelona.
Sainz corroboró que las mejoras introducidas por Ferrari funcionan y se reafirmó como el primero de los mortales. Pescó en rió revuelto en la salida y se asentó por detrás de Verstappen y Pérez cuando Hülkenberg empezó a perder ritmo. Imprimió un buen ritmo que le llevó hasta su primer podio del año. De manera virtual ya que no cuenta para las estadísticas, pero secunda que su monoplaza se acerca a competir con los de arriba.
El viernes y el sábado fueron para Red Bull, pero el plato fuerte se servirá el domingo en la carrera. Ahí Fernando y Aston Martin esperan tener mejor ritmo que el mostrado en los dos primeros días del GP de Austria. El asturiano aún no ha dicho su última palabra.
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