¿Cuántos puticlubs hay en España? Nadie lo sabe. No hay una estadística oficial de locales de alterne, prostíbulos o burdeles. Da igual la nomenclatura que se elija. Tampoco hay un registro de cuántas mujeres se dedican a la prostitución, la mayoría de ellas forzadas por redes criminales. Dos arqueólogos gallegos, Xurxo Ayán (Universidad Nova de Lisboa) y Carlos Otero (Instituto de Ciencias del Patrimonio del CSIC), se han propuesto conocer en profundidad uno de los escenarios que ha definido a la España de las últimas décadas rebuscando entre las ruinas de unos 80 puticlubs de carretera abandonados.
Un trabajo que plasmarán luego en varios artículos científicos con el objetivo de dar visibilidad al relato ignorado de las víctimas del proxenetismo y analizar las motivaciones que llevaron, y siguen haciéndolo, a miles de hombres a seguir visitando estos lugares donde, según estos expertos, se trata a las mujeres “como ganado”. Y todo ello usando la misma metodología que emplean en las excavaciones arqueológicas. Su trabajo, no obstante, servirá para analizar el pasado, pero no el presente ni el futuro.
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Porque, como se ha dicho, no existe un registro actual de estos locales de alterne. En 1943, por ejemplo, el Gobierno franquista tenía ese censo y catalogaba en 652 los prostíbulos por toda España, y eso que no contaba en esa estadística la ciudad de Madrid. La Guardia Civil, que actúa en localidades de menos de 50.000 habitantes y conoce a la perfección la ubicación de muchos burdeles de carretera, aseguraba en un informe que había 878 clubes en el año 2000; 1.037 en el año 2005; y 945 en el año 2009. Y eso que solo hablamos de los típicos locales de carretera con llamativas luces de neón.
En 2019, el Instituto de la Mujer se aventuraba a dar una cifra: 1.200 los clubes en toda España. A veces se publican estudios concretos sobre alguna comunidad autónoma. Un reciente informe de la Universidad de Valencia identificó 164 establecimientos como lugares donde se prostituía a mujeres: 74 estaban en la provincia de Alicante, 73 en la de Valencia y 17 en la de Castellón. Calificando a las comarcas de la Marina Alta y la Vega Baja como auténticas “rutas del sexo” por la cantidad de clubs de alterne que aglutinan.
Fuentes de la Guardia Civil señalan que la mayoría de estos clubes se ubican en las dos Castillas. Dentro de Castilla-La Mancha Ciudad Real encabeza el listado, con 59 locales de alterne dedicados a la prostitución. Guadalajara es la que tiene menos, 17; las otras provincias tienen un número similar, 45 en Toledo, 44 en Cuenca y menos de 40 en Albacete.
En Castilla y León hay 244 clubes. Valladolid se sitúa a la cabeza al sumar 74 locales de estas características. La provincia de León cuenta con 57 locales de alterne, seguidos de Salamanca (31), Zamora (25), Burgos (20), Palencia (12), Segovia (10), Ávila (8) y Soria (7). Extremadura cuenta con 230: Badajoz (129) y Cáceres (101). También destaca en el importante número que hay en las islas, 187 en Canarias y 159 en Baleares. Todos son datos de 2021.
Estudio de Igualdad
A finales del año pasado el Ministerio de Igualdad que dirige Irene Montero encargó la realización de un estudio para la “estimación del número de mujeres y niñas víctimas de trata con fines de explotación sexual, de explotación sexual y en situación de prostitución» en nuestro país. Un informe que costará 101.887 euros y que se encargó porque “los datos y estudios sobre prostitución, explotación sexual y trata con fines de explotación sexual a nivel nacional e internacional son escasos, y los que hay presentan numerosas limitaciones, lo que se traduce en que coexisten una gran variedad de cifras y datos”.
Así que la única aproximación que hay son las inspecciones que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad realizan en los lugares donde se ejerce la prostitución: 8.200 en los últimos cinco años. Hay que tener en cuenta que un local puede haber tenido más de una inspección. Lo que sí deja claro el Ministerio del Interior es que casi el 60% del total de investigaciones contra la explotación sexual se centraron en viviendas particulares. Porque cada vez hay menos puticlubs de carretera, explican fuentes de la Guardia Civil. La Fiscalía General del Estado también reconoce en su último informe que “se ha incrementado notoriamente el ejercicio de la prostitución en pisos y casas”.
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