Así se representa el colectivo LGTBI en la ficción española: algunos triunfos y mucho que mejorar

El Observatorio de la Diversidad en los Medios Audiovisuales ha publicado un informe que analiza la situación del colectivo en la pantalla: “Es vital que detrás de las cámaras se incluya a gente del colectivo para que se deje de caer en los estereotipos construidos”

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La representación del colectivo LGTBI en la industria cinematográfica española copa un 9,2% de los personajes que vemos a través de la pantalla y existen avances, como que este año todos los personajes trans, excepto uno, han sido encarnados por personas trans. Sin embargo, la presencia del colectivo sigue siendo minoritaria y además, preocupa la polarización en la ficción, es decir, el hecho de que los personajes del colectivo solo aparezcan en un número reducido de series y películas donde se agolpan la mayoría de ellos, lo que deja a muchas historias sin ningún tipo de representación. Estas son las principales conclusiones que se extraen del informe audio visual del Observatorio de la Diversidad en los Medios Audiovisuales (ODA), que analiza la cantidad y calidad de los personajes LGTBI en las películas y series españolas cada año.

En el estudio, se han analizado a 1.722 personajes de un conjunto de 61 temporadas de 59 series y 99 películas que vieron la luz en 2022. Del total, 159 personajes pertenecen al colectivo, un 9,2%. La proporción se mantiene sin cambio respecto al año anterior, cuando hubo 106 personajes LGBTIQA+, un 9,3% de los 1.141 analizados.

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Polarización en la ficción

“Más de la mitad de los personajes del colectivo se encuentran en tan solo 7 de los 99 largometrajes analizados”, indica el informe, aunque en las series la representación está más repartida. Jorge Gonzalo, presidente y director de ODA, explica que les preocupa esta polarización de la representación porque se repite año tras año y porque, además, en toda la producción de 2022 “solo hay representación en un cuarto de las películas”.

Representación lésbica

El número de personajes lesbianas ha aumentado casi el doble en comparación con el año pasado, de 26 personajes en 2021 a 44 en 2022, lo que equivale a un 27,7% de un total de 159 personajes del colectivo. Sin embargo, el número de mujeres lesbianas sigue siendo inferior al de hombres gais, que ocupan un 39.6%.

Gonzalo explica que, por lo general, la representación de las mujeres lesbianas se limita a aquellas que cumplen con un estereotipo concreto, el de la feminidad tradicional, sin dejar espacio a otro tipo, como el de lesbianas “butch”, es decir, las que se identifican con el prototipo masculino tradicional.

El resto de miembros del colectivo también sufren una representación estereotipada. “El problema se debe a que los personajes los crean personas que no pertenecen al colectivo y que crean a otras diversas, pero desde su propia concepción. Los crean a parir de lo que han conocido y pueden hacerlo de una manera sesgada, aunque lo hacen sin maldad”, explica.

El poder de la ficción audiovisual

“El mundo audiovisual no es un reflejo de la sociedad, sino todo lo contrario, es un creador de referentes porque la sociedad se refleja en las pantallas”, explica Gonzalo, que señala que por eso es vital que haya referentes, pero también representantes del colectivo porque “si nos podemos desde la perspectiva de las personas que no tienen diversidad o no conocen a personas LGTBI, al final, lo que vean en la televisión va a construir su visión”.

Gonzalo hace referencia a un estudio en EEUU que mostraba que solo el 20% de la población conocía a alguien trans en su vida y, por lo tanto, para el 80% restante la única forma de saber lo que significa ser trasn es lo que ven en la pantalla. “Si tienes a un montón de personas que vean en la tele que los trasn son hombres con peluca, al final, para ellos, una mujer trasn es un hombre con peluca y no van a entender que eso no es así porque es lo que están viendo todos lo días”, matiza el director.

Un espacio detrás de las cámaras

“Es vital que detrás de las cámaras se incluya a gente del colectivo para que se deje de caer en los estereotipos construidos”, explica el director de ODA, ya que de este modo las historias que se cuentan son más reales y basadas en experiencias verdaderas. “Hemos comprobado, año tras año, que cuando hay mujeres que trabajan en las ficciones, siempre crece la representación de las mujeres y de la diversidad”, añade.

Un espejo en el que reflejarse

“Si en el colectivo no tenemos ningún tipo de referentes en los que poder reflejarnos, no podemos tener la capacidad de entender cómo podemos desarrollarnos como personas”, explica Gonzalo. En la juventud esta necesidad de poder reflejarse es mayor. “Es una cuestión de salvar vidas, prácticamente, porque la falta de estos espejos lleva a problemas a las personas que se sienten diferentes y no entienden que les pasa”, explica.

Pese a los avances, siguen haciendo falta más personas del colectivo en la ficción audiovisual, sobre todo para el público no juvenil, “falta hacer un ejercicio de que estos referentes lleguen también a un público mayor para que se sientan representados en la pantalla”.

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