La Guardia Civil pagará 486.000 euros por 150 perros para rescates y para localizar drogas y explosivos

La Guardia Civil necesita 150 perros para potenciar algunas unidades operativas. La Benemérita acaba de licitar un contrato para adquirir estos canes por un importe de 486.000 euros. Los animales adquiridos serán entrenados para ser destinados a cuatro especializades: seguridad y rescate, detección de explosivos, detección de drogas y formación de guías caninos, es decir, perros que servirán a su vez para la formación de los futuros agentes que trabajarán con ellos.

Para rescate y seguridad la Guardia Civil necesita 30 perros en los dos próximos años (2024 y 2025), por los que pagará un máximo de 97.349 euros. Para luchar contra el narcotráfico necesita 40 animales que costarán 129.800 euros. Otros 40 canes trabajarán en las unidades de detección de explosivos. También costarán un máximo de 129.800 euros. Para guías caninos irán destinados otros 40 perros por el mismo importe: 129.800 euros.

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La Guardia Civil solo quiere trabajar con tres razas: pastor alemán, pastor belga ‘manilois’ y labrador ‘retriever’. Actualmente, el Servicio Cinológico y Remonta de la Benemérita cuenta con 539 perros distribuidos en nueve grupos por todo el terrirtorio nacional “para cumplir los objetivos de mantener el orden público, garantizar la seguridad de los ciudadanos, proteger el libre ejercicio de sus derechos, investigar los hechos delictivos y potenciar la lucha antiterrorista, y, en determinadas ocasiones, misiones de protocolo de actividades de representación internacional”.

La memoria justificativa del contrato señala que cada año “causan baja 90 canes de los diferentes grupos cinológicos por diferentes motivos, por edad, fallecimiento, enfermedad o por pérdida de capacidades operativas, siendo necesario adquirir nuevos canes que mantengan la operatividad de las unidades”. Por eso es necesario renovar estas unidades tan especializadas.

Un veterano agente que lleva trabajando 26 años en el Servicio Cinológico y Remonta señala a Infobae España que las tres razas solicitadas en el contrato son elegidas por “su resistencia física y su capacidad olfativa”. Para este tipo de trabajos, como el de rescate, hacen falta animales ”fuertes”. Y para la detección de drogas y explosivos “estas razas son las mejores”. Este guardia civil, no obstante, admite que él trabaja con un border collie, “un animal dedicado tradicionalmente al pastoreo y que es muy bueno para moverse en ambientes rurales y con una gran capacidad olfativa. “Está especializado en detectar cebos envenenados”.

En su caso, y en el de muchos otros agentes veteranos, él compró el perro y lo adiestró, “y luego lo doné a la Guardia Civil cuando ya estaba formado para que se incorporara al servicio”. Aunque los animales pueden estar entrenados ”en cuatro o cinco meses”, el adiestramiento, siempre enfocado como un juego, es continuo. La Guardia Civil quiere que los animales tengan entre 10 y 24 meses de edad.

El contrato exige que “los animales deben estar debidamente identificados mediante microchip y dados de alta en el Colegio Veterinario correspondiente, a nombre del vendedor, a excepción de aquellos animales que procedan de algún país extranjero, en cuyo caso, además de la identificación por microchip, deben presentar el pasaporte europeo debidamente cumplimentado”. Dado el importante volumen de perros solicitados, es muy probable que participen criaderos o empresas extranjeras.

Lo que sí quiere la Guardia Civil son amimales “vigorosos, ágiles, sociables y emocionalmente estables”. De hecho, se reserva la potestad de rechazar perros con una conducta compulsiva (que se muerdan mucho el rabo o las extremidades), con una ansiedad muy manifiesta (que giren en círculos repetitivamente), tímidos y temerosos, o que tengan hipersensibilidad ante ruidos fuertes o sonido de disparo de armas. Tampoco quiere animales excesivamente nerviosos ni agresivos.

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El Servicio Cinológico y Remonta se creó en 1982 y tiene su sede en Madrid. Debido a la pérdida de facultades y a los achaques propios de la edad, los perros se jubilan al cabo de unos ocho o nueve años de servicio. Cuando el animal pertenece a la Administración, normalmente se lo queda su guía o, si no es posible, se ofrece en adopción.

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