El espectacular pueblo que está encima de una roca a más de 50 metros de altura

En pleno Pirineo Catalán y sobre un impresionante risco volcánico, se incrusta uno de los pueblos más alucinantes de España. Su disposición deja sin aliento a cualquier viajero que lo visite, pues se encuentra suspendido a 50 metros de altura. Se trata de Castellfollit de la Roca, una localidad que cuenta con unas características únicas en nuestro país. Se emplaza en la comarca de La Garrotxa, en Girona, y su mayor particularidad es la roca volcánica en la que se asienta. Además, es una de las puertas de entrada al Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa.

El riscal donde se sitúa la localidad, es el resultado de la erosión producida por los ríos Fluvià y Toronell. Estos moldearon los restos de las corrientes de lava procedentes de las erupciones volcánicas que se produjeron hace miles de años. Debido a este fenómeno, la localidad se ha convertido en un mirador natural desde donde disfrutar de las espectaculares vistas de ambos valles.

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En cuanto a su origen, las primeras referencias de la villa corresponden al primitivo castillo, hacia finales del siglo XI. Por su parte, la cantera basáltica de Castellfollit existe desde el siglo XIX y es la única activa de todo el país. Está en manos de la familia Ortiz y sus usos están destinados a la industria. Un aspecto curioso es que Antoni Gaudí utilizó este basalto para construir las columnas del Park Güell.

En esta roca volcánica se encuentra la base del barrio viejo. Se caracteriza por sus plazas y estrechas calles medievales. En el extremo del acantilado se emplaza la hermosa plaza de Josep Pla, la cual crea un mirador perfecto para contemplar las espectaculares vistas del entorno. A su vez, destaca también la iglesia de Sant Salvador, construida en el siglo XIII. Durante la Guerra Civil fue destruida, por lo que los habitantes levantaron otra en la zona moderna del pueblo. No obstante, a mediados de los años ochenta se recuperó el antiguo edificio como centro cultural.

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A estos monumentos se le suman museos como el del Embutido, creado en 1993 por la familia Sala, que los fabrica desde hace más de 150 años, y el museo de Vietnam, único en el mundo. Este último guarda una amplia muestra del material bélico que los Estados Unidos y los países aliados utilizaron durante la guerra, además de un fondo de 400 fotografías, vestimentas del ejército, banderas, insignias y mapas.

Aparte de su patrimonio histórico y cultural, Castellfollit de la Roca cuenta con un entorno privilegiado donde poder practicar el senderismo. Así, son muchos los itinerarios que discurren por el Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa, permitiendo descubrir de cerca la pared de basalto y conocer la historia y la cultura del pueblo. De hecho, muchos recorren varios canales de agua y fábricas, como Can Mulleras y Can Xaudiera.

Otro camino que es imprescindible es el que comienza en el aparcamiento del pueblo y sigue el curso del río Fluvià. Está totalmente señalizado y sube hacia el pueblo por el camino viejo, terminando en la plaza de Sant Roc.

Desde Girona, el viaje hasta la villa es de 50 minutos aproximadamente por la carretera C-66. Por su parte, desde Barcelona el trayecto tiene una duración aproximada de 1 hora y 45 minutos por la vía AP-7.

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