Aston Martin y Alonso se examinan en el GP de Austria, la ‘casa’ de Red Bull: “Estamos deseando que llegue”

“Austria, dentro de dos semanas”. Estas palabras, acompañadas de una palmada en la espalda, fueron la respuesta de Fernando Alonso a Lewis Hamilton después de que el inglés bromeara sobre su edad y el tiempo de reacción en la salida de Canadá. El asturiano aún no había terminado de comparecer ante los medios de comunicación tras el Gran Premio en Montreal y ya tenía la próxima carrera en mente. Restaban dos semanas: tiempo para descansar y recargar las baterías antes de volver a subirse a su AMR 23.

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Aston Martin llevó a Canadá el mayor paquete de mejoras de la temporada: nueva cubierta del motor, pontones (cajas laterales) y suelo, siendo esta última parte prácticamente nueva en su totalidad. Se trata de la zona en la que el equipo británico puso más énfasis, especialmente tras los problemas que sufrió Alonso hace un mes en Montmeló. Las modificaciones dieron resultado. Alonso fue capaz de vencer a Hamilton en pista, igualar el ritmo de Max Verstappen y por momentos superarlo. Sólo la precaución para evitar un problema de combustible evitó que el español pudiera mostrar su ritmo real. Pese a ello, la diferencia con el holandés fue de tan sólo nueve segundos, la más baja de toda la temporada.

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El fin de semana en Canadá fue peculiar. Un fallo en las cámaras de seguimiento obligó a suspender una sesión de entrenamientos libres y las banderas rojas marcaron la única tanda para probar el coche. Fernando se mostró contento con el rendimiento de su monoplaza, pero auguró crecimiento para el futuro a corto plazo. “Hemos tenido poco tiempo para probar las nuevas actualizaciones y aun así el coche ha funcionado. En Austria y Silvestone las tendremos más asentadas y esperamos sacar un rendimiento mayor”, avisó Alonso.

En el Red Bull Ring el fin de semana también será especial. No por acontecimientos inesperados, sino por los programados. Será la segunda prueba del calendario que cuente con la carrera al sprint, con lo que el viernes sólo habrá, de nuevo, una única tanda de entrenamientos para encontrar las sensaciones con el monoplaza. Habrá dos clasificaciones: una el viernes para la carrera tradicional del domingo y otra el sábado para la de formato reducido. Más emoción para los espectadores, pero mayor dificultad a la hora de encontrar el máximo rendimiento para los pilotos. “No creo que el fin de semana con sprint sea ideal para nosotros. Todavía tenemos que entender y optimizar un poco el paquete y en Austria sólo tendremos una práctica para hacerlo”, afirma Alonso.

La casa de Red Bull será una prueba de fuego para Aston Martin. Las características del Red Bull Ring, con curvas rápidas y poca carga aerodinámica, no son las propicias para que la escudería británica obtenga un gran resultado. Sin embargo, los de Silvestone han trabajado en mejorar el DRS y se muestran optimistas. “Las últimas actualizaciones parecen funcionar. Ahora vienen pistas como Austria y Silvestone con muchas curvas de alta velocidad y hemos mejorado ahí. Estamos deseando que lleguen ese tipo de circuitos”, confiesa Mike Krack, ingeniero jefe de Aston Martin.

Alonso va un poco más allá. “Intentaremos recortar la distancia con Red Bull”, desea el asturiano. Complicar el fin de semana a Verstappen y obtener un buen resultado en un circuito donde Fernando no ha conseguido nunca subirse al podio sería un gran golpe encima de la mesa. Una declaración de intenciones para lo que resta de campeonato con trazados mejores para Aston Martin como Hungría y Singapur.

Declaraciones que chocan con el análisis de situación que hace Red Bull. “En Montreal, Ferrari tenía el coche más veloz y el trazado de Austria les conviene. Si Leclerc arranca primero o segundo no será fácil... Alonso y Hamilton podrían, como máximo, seguir el ritmo de Verstappen. Estos tres son simplemente los más fuertes, pero entre ellos, Max vuelve a destacar”, confiesa Helmut Marko en declaraciones para el medio austriaco OE24. “Porque Max es Max”, sentencia días después de que el piloto holandés igualara las 41 victorias de Ayrton Senna en F1. “Sé que sólo Verstappen merece realmente las comparaciones con Senna. Ayrton tuvo los momentos especiales que Max muestra ahora”, aseveró Marko.

Para finalizar, reafirmó a Verstappen como el favorito para ganar el GP de Austria. “Max ha ganado más veces que nadie aquí. La pista le sienta bien, muchísimos holandeses le animan. Spielberg es casi un GP de casa para él, junto con Zandvoort y el de Bélgica donde nació. Cuando llegas y ves el entusiasmo, las gradas llenas con mucha naranja holandesa para Max, tu corazón simplemente se derrite. Cuando nuestro himno nacional suene al final...” En Red Bull ya se imaginan descorchando el champán, pero Alonso y Aston Martin tratarán de evitarlo en Austria, la casa de su enemigo.

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