Gángster, guerrero medieval, banquero de casino, profesor alcohólico, doctor nazi y hasta guiri en Torremolinos. Mads Mikkelsen ha tenido mil caras a lo largo de su carrera y todas ellas han sido muy diferentes, pero llenas de pasión y fiereza, la misma con la que interpreta ahora al último villano de Indiana Jones en Indiana Jones y el dial del destino.
En este nuevo filme, el actor danés interpreta al doctor Jürgen Voller, un antiguo nazi al que Indy robó parte del dial del destino. Años más tarde Voller ha logrado llegad a ser uno de los jefes en la NASA y comandar la carrera aeroespacial de los Estados Unidos, para sorpresa de nuestro héroe. Sin embargo, pronto Indy descubrirá los auténticos planes del doctor más allá de enviar el cohete a la luna.
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Con el doctor Voller, Mikkelsen suma a su ya de por sí selecta lista de personajes icónicos uno más. Y, casualmente, otro villano, porque si en algo se ha especializado en los últimos años es en hacer frente a los héroes de turno, o a veces directamente dar vida a personajes de dudosa moral y ética. El actor bromeaba recientemente en una entrevista con el hecho de haberse convertido en el villano de un personaje al que lleva admirando desde que tenía 15 años. Pero claro, aquel joven Mikkelsen no tenía ni idea del miedo y respeto que iba a llegar a imponer con el paso de los años.
Fiel a su estilo personal e independiente, ya desde sus orígenes el actor demostró su personalidad para elegir proyectos. En una Dinamarca en la que empezaban a imperar las películas del Dogma 95 con directores como Lars Von Trier o Thomas Vinterberg, Mikkelsen comenzó con una película en las antípodas de eso, Pusher, de otro joven director que también se convertiría en un ídolo en Hollywood, Nicolas Winding Refn.
Salto a Hollywood
En 2004, Mikkelsen estrenó la segunda parte de Pusher y de paso dio el salto a Hollywood participando en El rey Arturo, en la que compartía pantalla con Clive Owen o Keira Knightley. El actor siguió intercalando papeles en películas danesas con otras americanas de gran presupuesto, hasta que empezó a especializarse como villano, especialmente a partir de Casino Royale. Su papel como Le Chiffre, el banquero que regentaba el casino al que acudía James Bond (Daniel Craig) y que terminaba haciéndole la vida imposible. La escena de tortura convirtió inmediatamente e Mikkelsen en uno de los villanos más terribles en mucho tiempo.
Tras Casino Royale, Mikkelsen hizo de villano en Los tres mosqueteros, Doctor Strange e incluso papeles que le cayeron en segunda instancial, como el Grindelwald de Animales fantásticos: Los secretos de Dumbledore. Pero dentro de esos papeles previamente interpretados y antagonistas el que sin duda consiguió hacer especial al resto fue el de Hannibal Lecter en la serie Hannibal, en la que se contaban los orígenes del famoso personaje de El silencio de los corderos.
Otra ronda por Mikkelsen
Hablar de Mads Mikkelsen no es solo hablar de villanos, sino también de antihéroes y humanos atormentados. En La caza, una de sus mejores películas, interpretaba precisamente a un hombre torturado socialmente cuando una pequeña mentira se iba haciendo cada vez más grande. En ese mismo estilo estaba uno de sus últimos grandes papeles, el del profesor de Otra ronda que iba coqueteando con el alcoholismo junto a sus compañeros de profesión hasta llegar a un punto de no retorno.
Quizá lo único que le falte a Mikkelsen sea obtener el reconocimiento de la Academia, que de momento ni siquiera le ha obsequiado con alguna nominación. No obstante, todo esto podría cambiar con algunos de sus proyectos futuros, como The Billion Dollar Spy, en la que dará vida a un espía de la CIA que logra infiltrarse en Rusia durante la Guerra Fría. Con premios o sin ellos, Mikkelsen se ha convertido por derecho propio en uno de nuestros villanos favoritos.
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