Apenas a 10 kilómetros de la costa portuguesa, muy cerca de Peniche, se enclavan las Islas Berlengas. Se trata de un espacio soñado para los amantes de las aves y la naturaleza en el que se puede descubrir una impresionante fortaleza, hermosas cuevas y un fondo marino inigualable. El archipiélago está formado por tres islas: las Estelas, Farilhões- Forcadas y Berlenga Grande.
Se caracteriza por ser uno de los espacios naturales más ricos y con un estado de conservación intacto. Ambos hicieron que en el año 2011 fuera declarado Reserva Mundial de la Biosfera por la UNESCO. Este título incluye tanto las islas como su ecosistema marino, uno de los más espectaculares de Portugal. A su vez, la biodiversidad que alberga destaca por sus plantas endémicas como la Armeria berlegensis y la Herniaria berlengiana, y por la gran variedad de aves marinas.
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Cómo descubrir Las Berlengas
La isla de Berlenga Grande es la única visitable. Se llega hasta ella tras un viaje en barco de alrededor de 30 minutos que sale desde el puerto de Peniche. Esta embarcación realiza viajes diarios, pero solo durante la temporada alta: del 20 de mayo al 15 de septiembre. No obstante, hay barcos turísticos autorizados que ejecutan viajes todos los meses del año.
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Una vez en la isla, el viajero se quedará asombrado con el conjunto de acantilados, cuevas, grutas y arcos que puede observar cuando llega. El puerto se ubica en lo que se conoce como el barrio de los Pescadores, un espacio que destaca por sus casas blancas que se encumbran sobre la ladera. Ya en la isla, se pueden hacer dos rutas de senderismo, la primera es la Percurso da Ilha Velha (isla vieja). Esta discurre por la parte noroeste de la isla y permite contemplar las plantas y animales que habitan en ella, especialmente las aves.
El otro recorrido es el Percurso da Berlenga. Tiene una longitud de poco más de tres kilómetros y su punto de partida es en el muelle, en un refugio natural llamado Carreiro do Mosteiro. Durante el camino se llega hasta el punto más alto de la isla, pasando por el fuerte de São João Baptista, para acabar rodeando el aljibe y disfrutar de las vistas de Ponta Sudoeste y Cova do Sono.
El castillo y el faro
Esta última ruta permite disfrutar los dos monumentos más importantes. En primer lugar, se encuentra el fuerte de São João Baptista, una construcción levantada durante el reinado del rey João IV en el siglo XVIII. Se encuentra unido a la isla por una estrecha pasarela y servía para protegerse de los ataques de piratas. Además, a día de hoy, se puede dormir en él.
En segundo lugar, se encuentra el faro del Duque de Bragança, también conocido como faro de Berlenga. Se construyó en el año 1841 y desde su ubicación se contemplan los islotes de las Estelas y Farilhões, así como la Sierra de Sintra al sur, la Sierra de Montejunto justo detrás del pueblo de Peniche, y el promontorio de Nazaré al norte.
Una experiencia marina única
Más allá de sus atractivos monumentales, la isla destaca por su fondo marino. De esta forma, es imprescindible perderse por sus aguas a bordo de un barco o un kayak y descubrir parajes tan espectaculares como la Cabeça do Elefante, la Gruta Azul, el valle de Quebrada, el Camino de Cações o risco de la Maldita. Para ello, se debe reservar una excursión en Peniche, Igualmente, es perfecta para practicar deportes acuáticos como el buceo recreativo o esnórquel, viviendo una experiencia inmersiva única en Portugal.
Dónde dormir y restricciones
En cuanto al alojamiento, se puede pasar la noche en el fuerte de São João Baptista. Esto permite vivir en primera persona las historias de piratas y los abordajes que se vivieron en la isla. A esto se le suma la posibilidad de pernoctar en el camping habilitado. Para ello, hay que contactar con el Posto de Turismo de Peniche para reservar. Es una experiencia de lo más enriquecedora, pues se encuentra frente al mar, dando un despertar difícil de olvidar.
Por otro lado, cabe destacar que al tratarse de un espacio protegido, el acceso está restringido. Solo permiten el acceso de 550 personas simultáneamente, bajo registro previo en la plataforma electrónica Berlengaspass (https://berlengaspass.icnf.pt/) y pagando una tasa de unos tres euros (excepto menores y mayores de 65 años que pagan el 50%).
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