La sorprendente evolución de la sonrisa de Leonor: una odontóloga explica el ‘misterio’ de sus colmillos

Ha pasado poco más de un mes desde que la princesa Leonor pusiera punto final a su etapa estudiantil en Gales y regresara a España y, pese a ello, no ha reaparecido en público. En las semanas que han pasado desde entonces tan solo se ha dejado ver en la confirmación de su hermana, la infanta Sofía, celebrada el pasado 25 de mayo.

Todo apunta a que la heredera al trono está aprovechando estos días para descansar y prepararse de cara a su nueva etapa como estudiante de la Academia Militar de Zaragoza, en la que estará durante tres años.

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Pero los días de desaparición están a punto de terminar, ya que el próximo miércoles día 5 de julio estará en Cataluña para la entrega de los premios de la Fundación Princesa de Gerona. Una vez más se convertirá en el centro de todas las miradas, pues en cada una de sus apariciones la joven es escrutada al detalle. No sólo en lo respectivo a sus discursos o su forma de vestir, también a una parte de su cuerpo que lleva un tiempo llamando la atención: su sonrisa.

Fue el año pasado, tras el fin de la obligatoriedad de llevar mascarillas, cuando se pudo ver que a Leonor le faltaban dos colmillos, algo que llamó poderosamente la atención, especialmente cuando en su última aparición, hace un mes, tenía una sonrisa casi perfecta. Para conocer cuál es el motivo de la ausencia de estas piezas dentales y cómo se ha tratado, Infobae España se ha puesto en contacto con la doctora Eugenia Cervantes, de la Clínica Eugenia Cervantes y especializada en Estética Dental.

Sobre la carencia de estos dientes, comienza explicando que “había dos escenarios, bien que sus caninos estuvieran incluidos dentro del hueso sin poder erupcionar o bien algo menos común, que sufriera de agenesia, una patología congénita”. Según explica, se trata de la falta de crecimiento de uno o más dientes, algo raro pero posible.

Tras ver su evolución, sin embargo, apunta a que Leonor sí “tenía los caninos retenidos y han tenido que traccionarlos con gomas y brackets”. Para hacerlo ha tenido que seguir un tratamiento programado en el que “primero le colocaron unos arcos seccionales solo en sus molares y premolares para hacer espacio y recolocar sus caninos. Después le abrieron una ventana quirúrgica, es decir, una pequeña ventana entre encía y hueso para colocar el bracket y traccionar esos dientes hasta la arcada. Esta tracción se puede realizar con el apoyo de gomas, micro tornillos y los propios brackets para que sea más rápida. Una vez que los caninos bajaron a la arcada, le colocaron brackets en todas las piezas para seguir alineando su sonrisa”.

Si bien Cervantes desvela que a Leonor aún le quedan meses de aparato por delante, cree que “va por buen camino” y es que las piezas que le faltaban ya están en su lugar y solo queda recolocarlas. “Más que el aparato, la clave es la planificación y la experiencia del ortodoncista”, matiza.

Cuando todo esté completo, pues el de Leonor es un caso que define como “complejo”, le tocará “usar los retenedores, suele pasar que los pacientes no hacen el uso adecuado de la retención y los dientes tienden a desplazarse a su posición inicial”. “Por eso muchos vuelven a llevar ortodoncia siendo adultos”, desvela.

Tener la sonrisa alineada, lo cual parece ser el objetivo de la princesa Leonor, no solo es favorable a nivel estético, ya que “los dientes cumplen un rol muy importante para masticar y hablar. Tener ausencias dentales o dientes mal colocados influye en la dicción”, termina la doctora Eugenia Cervantes, que recalca que si la princesa Leonor quisiera hacerse un tratamiento de estética dental tendría que esperar ser mayor de edad y acabar con la ortodoncia.

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