Atención a la premisa. Vamos a imaginar que la invasión rusa de Afganistán escondía un motivo: hacer experimentos con humanos después de que en la zona cayera un ovni repleto de especies de otro planeta. La cosa salió mal y crearon una raza depredadora y totalmente destructora que se vieron obligados a encerrar en un búnker secreto.
Gore verbenero
La acción de La guarida se desarrolla en la Guerra de Afganistán, donde los soldados británicos luchan contra los muyahidíes y en la una intrépida piloto de la RAF, a punto de retirarse porque quiere pasar más tiempo con su hija, descubre ese búnker para escapar de una emboscada. Y claro, lo abrirá y despertará a las bestias. A partir de ese momento, ya no se sabrá quien es el verdadero enemigo, porque los bichos saldrán con muchas ganas de devorar todo lo que se cruce por su camino.
Seguir leyendo: El curioso caso de ‘John Wick’, de no estrenarse su primera parte a revolucionar el género de acción contemporáneo
A Neil Marshall le va la marcha. Desde que comenzó su carrera con Dog Soldiers demostró que era un auténtico apasionado de la serie B y que tenía un concepto del terror de lo más particular, de manera que cada una de sus obras tienen una personalidad muy marcada que lo diferencia del resto de los autores dentro del género. En toda su trayectoria domina el puro trash y el aliento gore fiestero. En definitiva, son puro heavy metal y están repletas de inventiva.
A partir de The Descent se convirtió en un autor de culto. La historia de un grupo de mujeres espeleólogas que queda atrapada en una cueva repleta de especies sanguinarias era una cumbre del huis clos más aterrador. Y Doomsday: El día del juicio era una auténtica ametralladora desenfrenada en la que se mezclaba John Carpenter con George Miller para hablar de un virus letal que daba lugar a una sociedad primitiva que se había convertido en caníbal. Estética punk llena de elementos estrambóticos y al borde del delirio.
Amor por la Serie B
Le seguiría la también chiflada, aunque pareciera más seria, Centurión, protagonizada por Michael Fassbender antes de alcanzar la fama gracias a X-Men y su papel de Magneto y de ahí pasó a dirigir dos de los capítulos míticos de Juego de Tronos, Aguasnegras y Los vigilantes del muro. Pasó por Hannibal, por Constantine, por Westworld... hasta su estupenda versión de Hellboy, aunque fuera vilipendiada por casi todo el mundo.
Te puede interesar: Las películas de Julian Sands, así fue la trayectoria del actor encontrado muerto en California
Ahora regresa al barro con esta película de ínfimo presupuesto en la que prima la acción y la fantasía cutre en la que todo resulta bastante insensato y, al mismo tiempo, de lo más entretenido. Una survival movie de espíritu bélico de lo más fanfarrona, con unos bichos de lo más desagradables a los que no les importa comerse a los fundamentalistas islámicos o al batallón liderado por Charlotte Kirk, que además de luchar contra los marcianos, también fue la responsable de la destitución de dos de los mandatarios de NBC Universal y Warner Bros después de que se destaparan unos mensajes en los que se le proponían favores sexuales a cambio de papeles.
Seguir leyendo: