Estaba previsto que este miércoles 28 de junio Rocío Carrasco se viera las caras con su hijo, David Flores, en los juzgados. El joven la denunció por impago de la pensión durante más de 40 meses, un delito de abandono de familia que se iba a abordar en esta jornada y por el que la Fiscalía pide para la hija de Rocío Jurado un año de prisión y hasta 19.000 euros de multa. Sin embargo, la hija de Rocío Jurado no se ha presentado.
No así su hijo David, que ha llegado puntual acompañado de su padre, Antonio David Flores, y de su hermana, Rocío Flores, todos ellos muy serios y sin hacer declaraciones a los medios, expectantes ante el que iba a ser el reencuentro con su progenitora. Sin embargo, apenas unos minutos después los tres abandonaban el juzgado de lo Penal para sorpresa de los medios allí reunidos. “Hasta luego chicos. No puedo decir nada”, ha declarado el ex Guardia Civil a Europa Press, sin dar más detalles.
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El motivo de la ausencia de Carrasco estaría justificado, según sus representantes legales, que han afirmado que “su clienta no había sido pertinentemente notificada”. Tal y como ha ampliado el periodista Jesús Manuel Ruiz, a la hija de La más grande nunca le llegó la notificación del juicio: “Al domicilio de Carrasco no se puede acceder fácilmente. Las notificaciones se tienen que dejar en un buzón. De ahí, el considerar que no ha sido notificada”, ha dicho.
De este modo, el juicio ha sido suspendido y habrá que esperar a una próxima cita para la resolución del asunto que se iba a tratar, la pensión alimenticia de David, la cual Rocío “nunca” abonó a su expareja. Fue hace seis años cuando el joven se fue a vivir con su padre, que pasó a tener su custodia exclusiva, estando así Rocío obligada a compensarle con una cantidad mensual para su mantenimiento.
Fue en el año 2018 cuando una jueza de Violencia contra la Mujer sentenció que, al padecer una enfermedad genética, David sigue siendo “dependiente económicamente” y que su madre debía pagar 200 euros al mes en concepto de pensión. Sin embargo, nunca lo hizo, de ahí que su exmarido se querellara contra ella. “Rocío Carrasco ha mostrado apatía, desidia, negligencia y abulia respecto a sus obligaciones como madre, tanto afectivas como económicas, que nunca ha satisfecho desde la primera resolución judicial referente al caso”, se recoge en el escrito presentado ante la jueza.
En el mismo se indicaba que “la querellada dispone de los medios e ingresos suficientes para dar el debido cumplimiento a las resoluciones judiciales” que la obligan a pagar la pensión, algo que haría de “mala fe” y reflejando “falta de preocupación e interés”.
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