Los lugares de España que aparecieron en ‘Indiana Jones’: de pueblos a desiertos

El estreno de Indiana Jones y el dial del destino nos ha traído de vuelta a uno de los grandes aventureros de la historia del cine. Harrison Ford dice adiós al personaje con esta quinta entrega después de habernos regalado una de las interpretaciones más icónicas y un personaje para el recuerdo. Y para el recuerdo han sido muchos de los paisajes que el arqueólogo ha visitado a lo largo de sus películas, desde las selvas sudamericanas al templo de Petra en Jordania.

Pero no todo el mundo sabe que detrás de esos paradisíacos escenarios de aquellas películas se encontraban localizaciones españolas. Es de sobra sabido que España es un lugar idóneo para los rodajes de Hollywood y muchas veces se escoge incluso cuando no necesitan directamente del entorno original, como ha sido el caso de Chinchón en la película de Wes Anderson Asteroid City o lo que está ocurriendo actualmente en Cartagena con el rodaje de Venom 3.

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Mucho antes de estas películas, fue Steven Spielberg quien se embarcó en una aventura que le llevó por el sur de España y de la que terminarían naciendo algunas de las localizaciones más importantes de Indiana Jones y la última cruzada, la tercera entrega de la saga. Spielberg se enamoró del terreno español durante el rodaje en 1987 de El imperio del sol, y por ello tomó notas para que dos años después tuviera claro donde era mejor rodar.

Así pues Spielberg y el resto del equipo se desplazaron hasta Almería. donde aprovecharían distintas localizaciones para ubicar varias partes de la película. La primera de ellas es desde la misma huida de Indiana Jones y su padre Henry (Sean Connery) de Berlín, cuando tras montarse en un dirigible lleno de oficiales nazis logran escapar en un pequeño caza que más tarde es derribado por el fuego amigo del propio Henry, obligándose a forzar un aterrizaje que se rodó en el desierto de Tabernas, uno de los escenarios más recurrentes durante esta parte de la película en una estancia que alcanzó los diez días.

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En esta persecución entre la aviación nazi y los dos arqueólogos se produce otra de las secuencias más recordadas del filme y que tiene de nuevo mucho que ver con la geografía española. El túnel en el que tiene lugar la persecución permanece al abandonado aeródromo de Cortijo Grande (entre las localidades de Turre y Mojácar), mientras que la famosa secuencia en la que Sean Connery ahuyenta a un grupo de gaviotas para que arremetan contra el caza nazi fue rodada en la playa de Monsul, en Cabo de Gata (Almería).

Otras secuencias de Indiana Jones que tuvieron lugar en tierras españolas fueron las pertenecientes a la última parte de la película, cuando Indy y su padre llegan a Hatay (Alejandreta) junto a Sallah (John Rhys-Davies) para rescatar a Brody (Denholm Elliott) y evitar que el Santo Grial caiga en manos de los nazis. Se cuenta que Spielberg quería el famoso Patio de los Leones de Granada como escenario del palacio del sultán de Hatay, pero no se llegó a un acuerdo puesto que el rodaje iba a coincidir en una época de gran afluencia de turistas al famoso palacio de la Alahambra. En su lugar, la Escuela de Bellas Artes de Almería fue utilizada para el mismo propósito, aunque tuvo que realizar alguna modificación para que pudiese acceder el Rolls-Royce Phantom II que demandaba el sultán como pago por la libertad de movimiento nazi.

Spielberg obtuvo una segunda oportunidad en Granada a través de Guadix, donde situaría cerca de la estación de tren la captura de Brody por parte de los nazis. Queriendo imitar los exteriores de la estación de tren de Alejandreta, se construyó una mezquita junto a la estación para que imitara la de la ciudad turca. Por último, otros lugares fueron utilizados para la película, como las Cuevas de Roque, Baños de Alfaro, la Alacazaba o Rodalquilar, todos pertenecientes a Almería.

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