Las redes de narcotráfico saben que la Guayana francesa es el punto de partida ideal para que la cocaína que quieren trasladar a Europa empiece su camino. Su proximidad geográfica a Venezuela (importante zona de distribución) y los importantes índices de miseria en los que vive la problación hacen un cóctel perfecto. Luego solo hacen falta marineros experimentados para cruzar casi 7.000 kilómetros de Oceáno Atlántico para llegar a Portugal o España. Las escalas son siempre las mismas: Cabo Verde, las Azores o Canarias antes de llegar a la península ibérica.
La Policía Nacional, en una operación conjunta con la Policía Judiciaria y miembros de la Marinha Portuguesa, ha desarticulado esta semana una organización que transportaba grandes cantidades de cocaína entre Sudamérica y Europa, utilizando para ellos veleros y yates. Porque la ruta atlántica, usando embarcaciones de recreo, sigue siendo uno de los sistemas preferidos de los narcos.
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En el marco de esta operación se ha abordado un velero que viajaba con 930 kilos de cocaína y se ha detenido a sus dos tripulantes. La organización estaba asentada en Estepona (Málaga), Murcia y varias localidades de Portugal como Lagos, San Pedro de Estoril y Cascais. Para traer la droga contrataban experimentados marineros que partiendo de la Guayana francesa hacían escala en Cabo Verde ,en África, antes de seguir la ruta europea hacia Las Azores o Canarias como escalas antes de llegar a la península ibérica.
Las condiciones meteorológicas de esta ruta “suelen ser de extraordinaria peligrosidad”, explican en la Policía Nacional, para así precisamente de eludir la acción policial. Para ello es necesario contar con tripulantes de cierta experiencia. El velero en cuestión fue interceptado el pasado día 22 de junio en el entorno de las Islas Azores. Los yates y veleros son medios de transporte muy atractivos para los traficantes, pues no están sometidos a la misma vigilancia que los barcos de carga y son mucho más difíciles de rastrear para las autoridades.
13,5 toneladas en lo que va de año
El último golpe se produjo a principios de marzo, cuando un buque del Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) asaltó el velero ‘My love’, de bandera belga y con dos tripulantes españoles a bordo, que transportaba 539 kilos de cocaína. Se da la circunstancia que los aduaneros abordaron este velero mientras remolcaban otro que habían interceptado preeviamente con otros 600 kilos de coca.
Con esta nueva operación, las fuerzas de seguridad españolas han interceptado desde que comenzó 2023 cargamentos de cocaína en el Atlántico que suman 13,5 toneladas: 4.500 kilos a borde del mercante ‘Blume’, 2.500 kilos en el velero ‘Mambo’, 4.500 kilos en el barco de transporte de ganado ‘Orion’; los 1.139 kilos de dos los veleros atrapados por Salvamento Marítimo; y este último velero decomisado en Las Azores.
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