Feliciano López parece empeñado en aplazar lo inevitable, su despedida del tenis, lo máximo posible. O, al menos, morir matando. El jugador toledano, número 634 del ranking ATP en estos momentos, sigue adelante en el Mallorca Open que se disputa en la superficie que más alegrías le ha dado durante su trayectoria: la hierba. De momento, ha alcanzado los cuartos de final del torneo balear, así que se ha garantizado dejar el contador de encuentros disputados raqueta en mano en los 996. Casi nada, con dos victorias más que añadir a su casillero en este inicio de semana.
La última llegó este miércoles ante el australiano Jordan Thompson, número 71 del mundo, en un duelo apretado para Feli y que tuvo que resolverse en tres sets (7-6 [8], 1-6, 6-3). Su servicio, como siempre clave en el juego que desarrolla sobre la pista, le permitió subsistir y sobreponerse a los momentos más comprometidos del encuentro. Las subidas a la red también le beneficiaron sobremanera, con el saque y la volea aportándole unos réditos sensacionales.
Te puede interesar: Alcaraz, baja en Hurlingham a pocos días de su debut en Wimbledon
Menos sufrió Feliciano en primera ronda, con el también aussie Max Purcell sucumbiendo ante él en dos sets (6-3, 7-5). Cuando todo parecía preparado para que se produjese su retirada, ya que el ATP 250 mallorquín supondrá su despedida del circuito, ha sorprendido a propios y extraños. De hecho, otros mitos del tenis español como Rafa Nadal, Carlos Moyá y Marc López estaban presentes en las gradas el martes por si todo tocaba a su fin. Pero eso todavía no ha ocurrido y el alemán Yannick Hanfmann, 48 de la clasificación, le espera este jueves en la antepenúltima ronda de la que será, pase lo que pase, su última competición.
Récord con los saques directos
La despedida de Feliciano López en Mallorca le ha servido para colocarse, palabras mayores, en la cuarta posición entre los tenistas con más aces de la historia. No contento con superar a Goran Ivanisevic (ganador de Wimbledon 2001), al llevar ya más de 10.237 saques directos, el español ha entrado en un selecto club en el que tan sólo le superan Roger Federer, Ivo Karlovic y John Isner.
Te puede interesar: Alcaraz se convierte en uno de los tenistas más completos del mundo
No es el único logro de Feli a tener en cuenta en su último baile. También ha unido su nombre al de toda una leyenda como Jimmy Connors al ser el único jugador desde 1990, junto al estadounidense, capaz de acceder a unos cuartos de final tras cumplir 40 años (él tiene 41). Es Connors precisamente el tenista al que precede López en cuanto a semanas en el Top 100 de la ATP desde 1973, con 971: Andre Agassi, con 1.019, Nadal, con 1.028, y Federer, con 1.166, son los únicos que mejoran su dato.
De hecho, Feliciano es el segundo tenista en activo, tras Nadal, que más tiempo ha estado entre los 100 mejores tenistas del mundo. Por no hablar de que también comparte conversación con Federer y Connors, otra vez, si tenemos en cuenta las temporadas de diferencia entre sus primeras y sus últimas victorias: 22 años han pasado entre 2001 y 2023, por los 23 del suizo (de 1998 a 2021) y los 25 del yankee (de 1970 a 1995).
Entre tanto número satisfactorio, López lo tiene claro: “Si me ponen a Djokovic delante posiblemente me pegue una paliza, pero me siento competitivo en esta superficie para pelear con mucha gente”. Tanto es así que su historia en el tenis, especialmente grandiosa en la hierba (dos títulos en Queen’s y Eastbourne, además de tres presencias en cuartos de final de Wimbledon), se prolonga, al menos, un día más.
Seguir leyendo:
Últimas Noticias
Esta es la familia más rica del mundo, con una fortuna cuatro veces mayor que la de Elon Musk y Bill Gates juntos
De no tomarla por la noche al exceso de azúcar que puede provocar diabetes: cinco mentiras sobre la fruta
Angela Merkel revela en sus memorias qué es lo que quería que pasara en las elecciones de Estados Unidos
Máxima preocupación por el estado de salud de la reina Camila tras el nuevo comunicado de la Casa Real británica
Una mujer logra la incapacidad permanente absoluta después de que la Seguridad Social se la denegara porque sus dolencias estaban “estabilizadas”
