Cómo funciona un aire acondicionado portátil sin tubo: ventajas e inconvenientes

Hace unos meses, la Aemet pronosticaba que este verano sería uno de los más cálidos de las últimas décadas. Esta semana arrancaba con una ola de calor que ha batido récords en los termómetros de buena parte del país. Los expertos recomiendan extremar las precauciones y no salir a la calle en las horas centrales del día para hacer frente a las altas temperaturas. Por eso, muchos hogares no tienen otra opción que encender el aire acondicionado.

En los últimos años, se han puesto de moda nuevos modelos que funcionan como un aire acondicionado portátil, pero que realmente reciben otro nombre: se trata de los climatizadores. Son aparatos sin tubo que refrescan las habitaciones con un funcionamiento muy similar al de los ventiladores. Muchas personas utilizan estos electrodomésticos para no tener que instalar sistemas de aire acondicionado fijos en sus domicilios. Esta es una buena alternativa para aquellos que viven de alquiler o no quieren invertir grandes cantidades de dinero, sobre todo en pisos y apartamentos de pequeñas dimensiones.

Te puede interesar: Esta es la temperatura a la que debes poner el aire acondicionado para que no se dispare la factura de la luz

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha publicado un informe en el que detalla las ventajas y los inconvenientes de un sistema de aire acondicionado portátil. Estos climatizadores funcionan como un ventilador que aspira el aire caliente del hogar y lo filtra, para luego humedecerlo y devolverlo más fresco. En el proceso, no intervienen gases refrigerantes y tampoco ningún tipo de compresor. Sin embargo, el colectivo recomienda dejar la puerta o la ventana abiertas para que no aumente la condensación en el interior de la vivienda.

Te puede interesar: Estos son los mejores aires acondicionados por menos de 800 euros, según la OCU

Según la OCU, los climatizadores portátiles tienen varios factores a su favor. Entre las ventajas, destaca su bajo coste, puesto que los precios oscilan entre los 40 y los 140 euros en función de la potencia. Además, como no utilizan compresor, su consumo eléctrico es más o menos como el de un ventilador, mucho más barato que el que supone un modelo de aire acondicionado fijo. También se pueden transportar y no requieren de ningún tipo de instalación ni permiso.

En la otra cara de la moneda se encuentran los inconvenientes. Estos electrodomésticos tienen una capacidad de enfriamiento mucho menor que la de cualquier aire acondicionado por tubo. Por otra parte, el cliente tiene que rellenarlos con agua o cubitos de hielo cada cierto tiempo y mantener limpio su depósito. Si la casa es muy amplia, los climatizadores no servirán de mucho. Lo mismo ocurre con las zonas húmedas, puesto que provocarán un incremento todavía mayor de la humedad en el ambiente.

Seguir leyendo: