La Inspección de Trabajo suspende su huelga por falta de “interlocutor” en el Gobierno a un mes de las elecciones

El calendario de movilizaciones termina sin haber conseguido el principal objetivo: la aprobación de una nueva estructura organizativa del organismo (RPT) comprometida en un plan estratégico de 2021

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Una concentración de los trabajadores
Una concentración de los trabajadores de la Inspección de Trabajo el pasado 7 de junio de 2023. (SITSS)

La plataforma de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social ha desconvocado la huelga indefinida iniciada este lunes porque consideran que “no hay interlocutor válido” en el Gobierno para negociar las mejoras laborales que demandan, entre las que destaca la aprobación de una nueva Relación de Puestos de Trabajo (RPT) comprometida en el Plan Estratégico del organismo que se publicó en el BOE en 2021.

Según detallan fuentes sindicales a Infobae España, los trabajadores no pierden del todo la esperanza de que el Gobierno “termine la legislatura cumpliendo” las reformas comprometidas con la inspección, aunque parte de los sindicatos cree que habrá que dar la batalla ya en la siguiente legislatura con el nuevo Gobierno que salga de las urnas.

La convocatoria de elecciones anticipadas al 23 de julio lastró aún más las negociaciones que los representantes de los trabajadores estaban manteniendo con el Ministerio de Trabajo y este, a su vez, con el Ministerio de Hacienda y Función Pública para aprobar una nueva RPT. En ese cruce de informaciones entre ministerios de distinto signo político, la Inspección llegó a pedir la dimisión tanto de Yolanda Díaz como de María Jesús Montero, sin tener resultados.

“El Gobierno ha instrumentalizado a la inspección, nos han querido meter en una guerra de acusaciones políticas”, critican los sindicatos, añadiendo que este organismo es un servicio público. “Por los derechos laborales que hay en juego, porque los ciudadanos no tienen ninguna responsabilidad de esta situación, hemos decidido suspender”, detallan.

División sindical en las últimas semanas

Este último detalle hace referencia a que los ocho sindicatos del organismo anunciaron el pasado 12 de junio que paralizaban la actividad programada, es decir, las actuaciones en las campañas de inspección, hasta que el Gobierno cumpliera con el tercer eje del citado plan estratégico, lo cual afectaría finalmente a los trabajadores que estuvieran viviendo irregularidades por parte de las empresas. Sin embargo, uno de los sindicatos no estuvo de acuerdo con esta medida y desde entonces empezó una división en la acción sindical que ha llevado a que CCOO no se sumara a la convocatoria de huelga indefinida desde este lunes, como sí habían hecho los siete sindicatos restantes.

En concreto, las acciones que se estaban viendo afectadas por esta parálisis eran: control de los planes de igualdad; tiempo de trabajo; registro de jornada; condiciones salariales; exoneraciones de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) covid; economía irregular, trabajo de extranjeros en la agricultura y riesgos asociados a la actividad agraria.

La única actividad que no paralizaron es la que no está planificada, como las denuncias y la investigación de los accidentes de trabajo. No obstante, fuentes sindicales detallan a Infobae España que estas campañas se podrán hacer en los próximos seis meses porque hay margen para el cumplimiento de los objetivos.

El último hito que esperaban los sindicatos convocantes de la huelga era que en la Comisión Interministerial de Retribuciones (CECIR), que se reúne este miércoles, se tratara el asunto de la RPT de la inspección, pese a que los sindicatos no participan en la misma ni tienen acceso al orden del día que se trata. Ese escenario queda ahora descartado y la reivindicación queda de facto aplazada para la próxima legislatura.

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