Las personas que trabajan como amos y amas de casa son de las pocas que ni cotizan ni tienen derecho a las prestaciones por desempleo. Se trata de un colectivo socialmente denostado, que ha permanecido mucho tiempo realizando tareas en la sombra y cuyo papel apenas tiene reconocimiento público. Tampoco figuran en los registros de afiliación de la Seguridad Social, por eso no tienen acceso a la mayoría de los subsidios que sí reciben otros empleados, tanto por cuenta propia como ajena.
Sin embargo, existen otras alternativas a las que los miembros del colectivo de las amas de casa pueden acogerse. El Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) ha puesto en marcha un subsidio por insuficiencia de cotización, del que pueden beneficiarse estos trabajadores. Además, la Renta Activa de Inserción (RAI), gestionada por el mismo organismo, también está a su alcance. El Ingreso Mínimo Vital (IMV) y las pensiones no contributivas son las dos últimas opciones que tienen para aumentar su nivel de ingresos.
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Subsidio por insuficiencia de cotización
Esta prestación, que está en manos del SEPE, dependiente del Ministerio de Trabajo que lidera Yolanda Díaz, se dirige a las personas que han perdido su trabajo y no tienen los suficientes años cotizados. El subsidio por insuficiencia de cotización está dotado con 480 euros mensuales y tiene una duración máxima de 21 meses. Para solicitarlo, se deben cumplir una serie de requisitos, como estar desempleado, estar dado de alta como demandante de empleo y tener cotizados un mínimo de tres meses, que se amplían hasta los seis en caso de que no existan cargas familiares. Asimismo, la persona beneficiario no puede tener ingresos que superen el 75% del Salario Mínimo Interprofesional.
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Renta Activa de Inserción
La Renta Activa de Inserción (RAI), también dependiente del SEPE, tiene como objetivo “incrementar las oportunidades de retorno al mercado de trabajo de las personas desempleadas con especiales necesidades económicas y dificultad para encontrar empleo”. Esta ayuda, con un importe de 480 euros al mes, tiene una duración máxima de 11 meses. Entre los beneficiarios, se encuentran los parados de larga duración mayores de 45 años, los emigrantes retornados y las víctimas de violencia de género. Las amas de casa que superen la edad exigida y no reciban ninguna otra prestación pueden acogerse a este subsidio.
Ingreso Mínimo Vital
El Ingreso Mínimo Vital (IMV) es una de las medidas estrella impulsadas por el Gobierno de coalición. Se trata de un desembolso con el que prevenir el riesgo de pobreza y la exclusión social de las personas con menos ingresos. Los amos de casa que tengan entre 23 y 65 años recibirán hasta 565,37 euros mensuales siempre que no tengan ningún conviviente o hijo a su cargo.
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Pensiones no contributivas
Las pensiones no contributivas, gestionadas por el Imserso, se dirigen a todas aquellas personas que no tienen acceso al sistema público de pensiones porque no han cotizado el tiempo mínimo que exige la Seguridad Social. Los potenciales beneficiarios deben tener su residencia legal en España y demostrar que sus ingresos están por debajo de los 6.784,54 euros. Se pueden solicitar tanto por jubilación como por invalidez.
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