La primera ola de calor del verano ya se deja notar en España con termómetros que alcanzarán los 44ºC en algunas zonas del país. Estas condiciones extremas pueden provocar golpes de calor, trastornos generados por el exceso de calor en el cuerpo y que están directamente relacionados con la exposición prolongada al sol y a las altas temperaturas. Por ello, se recomienda a los ciudadanos prestar atención a los síntomas de esta situación potencialmente mortal, pero no solo mirar por su propia salud, sino también por la de sus mascotas. Y es que los perros, al igual que los humanos, pueden sufrir un golpe de calor.
La principal diferencia entre perros y humanos en lo referente a un golpe de calor es que estos animales no sudan, por lo que sus mecanismos corporales para eliminar el calor del cuerpo son diferentes. En este sentido, la clínica veterinaria SURVET señala que los canes pueden evacuar el calor a través del jadeo, de zonas donde no tienen mucho pelo (acostumbra a ser el abdomen), y por los cojinetes o almohadillas de los pies, siempre y cuando pisen superficies frías.
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Síntomas de un golpe de calor en perros
Identificar los síntomas de un golpe de calor en perros es clave para evitar situaciones de gravedad. Esta es la recopilación de signos comunes asociados con esta dolencia, según las clínicas veterinarias Kivet y la tienda de alimentación para mascotas Nutro:
- Jadeos y gemidos fuertes.
- Dificultades para respirar.
- Confusión.
- Piel muy caliente al tacto.
- Lengua y mucosa de color rojo que se pueden volver azules.
- Saliva espumosa en sus babas.
- Convulsiones.
- Dificultades de movimiento: tambaleos, se tumba y se niega a levantarse.
- Diarrea.
- Vómitos.
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Qué hacer si tu perro sufre un golpe de calor
Si se identifican estos síntomas, lo primordial es llamar a un veterinario y seguir estrictamente sus indicaciones. En el caso de no poder contactar con uno, lo fundamental es bajar la temperatura corporal del animal. Eso sí, no debe hacerse repentinamente, sino progresivamente.
En esta línea, los expertos de Kivet aconsejan refrescar al perro con agua (nunca fría), para lo que se pueden utilizar paños húmedos. Ubicar a la mascota cerca de un ventilador o abanicarlo, darle cubitos de hielo para que los chupe, mantenerlo hidratado de forma continua y humedecerle el hocico, la cabeza, el cuello, las axilas y las almohadillas de las patas.
Las graves consecuencias de no actuar a tiempo
Cada minuto cuenta a la hora de diagnosticar al perro y tomar medidas. Si esto no se produce, un golpe de calor puede desencadenar multitud de perjuicios en su salud. Desde daños cerebrales, musculares o pulmonares, pasando por la inflamación de vías respiratorias, edema cerebral o hemorragia intestinal, hasta, en el peor de los casos, la muerte.
Los perros que tienen más riesgo de sufrir un golpe de calor
Algunas razas de perros tienen más probabilidades de padecer este trastorno debido a su complexión. Ahondando más en este aspecto, la clínica veterinaria Somo indica que los propensos son los perros braquicéfalos, es decir, aquellos que tienen un cráneo redondeado y un hocico corto, pequeño y chato, lo que genera problemas respiratorios. Estas son las razas más comunes a las que hay que estar atentas con altas temperaturas:
- Bóxer.
- Boston terrier.
- Bulldog francés e inglés.
- Carlino o pug.
- Cavalier King Charles Spaniel.
- Lhasa Apso.
- Pequinés.
- Shar pei.
- Shih Tzu.
Asimismo, todos aquellos perros que padezcan enfermedades cardíacas o pulmonares, los ejemplares de avanzada edad y los que estén expuestos al sol en las horas con temperaturas más altas del día entrarán también en el grupo de riesgo.
Consejos para evitar el golpe de calor
La clave en este caso es mantener al perro hidratado siempre con un cuenco de agua en sus inmediaciones. Además, se recomienda no hacer actividades muy exigentes en las horas de mayor calor de la jornada, así como no dejarlo solo en el coche y cortarle el pelo (si es posible) en las épocas estivales.
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