La Guardia Civil se moderniza y amplía sus herramientas para combatir el narcotráfico. La Benemérita acaba de licitar un contrato para adquirir diez ‘ROV’ subacuáticos, vehículos submarinos operados remotamente, que el Servicio Fiscal y de Fronteras utilizará en diez puertos españoles para inspeccionar los cascos de los buques que llegan a estos destinos. Los diez vehículos costarán 29.330 euros.
El ministerio del Interior justifica esta compra porque “una de las modalidades de narcotráfico marítimo identificadas es la conocida como técnica de ‘los parásitos’, que “consiste en el empleo de un dispositivo de una carga ilícita que puede ser adherida en el casco mediante imanes o fijaciones a la quilla de cualquier tipo de embarcación o incluso puede ser remolcada en forma de cilindros, torpedos, etc”.
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Hasta ahora, el Servicio Fiscal de la Guardia Civil no contaba con grandes medios para la detección de estos tipos de dispositivos ocultos bajo el agua. Se venían usando pértigas “que se han demostrado inadecuadas y apoyos puntuales de los Grupos de Actividades Subacuáticas”, reconoce la Guardia Civil. “Para mejorar las capacidades, la eficiencia y la efectividad en la detección de estos medios de ocultación de estupefacientes, se hace necesario la adquisición de drones sumergibles”.
Los diez ROV prestarán servicio en los puertos de Valencia, Barcelona, Bilbao, Málaga, Vigo, Algeciras, Puerto de la Luz, Santa Cruz de Tenerife, Alicante y Santander. Dos de ellos, Valencia y Algeciras, están en el ’top five’ de puertos europeos por donde entra gran parte de la cocaína que llega a Europa procedente de Suramérica, junto a los de Amberes (Bélgica), Rotterdam (Países Bajos) y Hamburgo (Alemania), según datos del Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías.
A 100 metros de profundidad
La Guardia Civil busca unos ROV ligeros, rápidos, con una buena cámara que permita la inspección de los cascos bajos el agua “en condiciones de poca luminosidad y entornos subacuáticos complicados”. Su peso no debe superar los cinco kilos y deben poder sumergirse a 100 metros. Con una velocidad máxima de cuatro nudos, deben contar con una cámara 4K UHD y focos LED de 2.400 lm. Además de sensores de temperatura y profundidad y acelerómetro y brújula. El dron subacuático debe tener una autonomía bajo el agua de seis horas.
La Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) celebra que se dote al Servicio Fiscal y de Fronteras con esta nueva herramienta para la lucha contra el narcotráfico. “Es un paso importante, ya que hasta la fecha no contábamos con estos drones. Esperemos que sea una primera partida porque hay más puertos en España que necesitan este apoyo subacuático”.
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