2005 y 2006 son los años más especiales de siempre para el aficionado español a la Fórmula 1. No podía ser de otra manera si tenemos en cuenta que fue en aquellas temporadas cuando Fernando Alonso se convirtió en campeón del mundo a los mandos de su célebre Renault. Una escudería, la francesa, en la que estaba acompañado, también resulta difícil olvidarlo, por dos italianos de prestigio en el Gran Circo: Flavio Briatore, el jefe del equipo, y Giancarlo Fisichella, el compañero del español.
“Fernando fue mi compañero de equipo más fuerte. Estuvo muy bien en todas las circunstancias; agarre bajo, agarre alto. Y, especialmente en carrera, fue muy, muy consistente y concentrado”, ha reconocido el otrora número 2 de Alonso esta semana en una entrevista para el podcast oficial de la F1, Beyond The Grid. “No cometió muchos errores y estuvo bien comunicado con el equipo, con la radio. También era político, pero eso es parte del trabajo”, expuso también Fisichella, que formó parte del Gran Circo entre 1996 y 2009.
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Desde los 8 años, Fisico compitió en el karting, logrando ser campeón intercontinental, subcampeón del mundo y subcampeón de Europa. Después, dio el salto a la Fórmula 3, donde llegó a ganar el Gran Premio de Mónaco. Su última parada antes de llegar a la F1 fue el Campeonato Internacional de Turismos y también el DTM. La escudería Minardi fue la primera que le dio una oportunidad como piloto titular en el campeonato que encumbró a Fangio, Lauda, Senna, Prost y otras tantas leyendas: en 1996, ya participó en 8 carreras, con un octavo puesto (sin puntos) en Canadá.
Briatore confió en Fisichella para Benetton, pero decidió cederlo primero una temporada a Jordan, donde coincidió con Ralf Schumacher. Allí, en 1997, conseguiría su primer podio en F1 al ser tercero en Canadá. También fue segundo en Bélgica y terminó el Mundial de pilotos octavo. Entre 1998 y 2001, correría para la escudería donde otro Schumacher, Michael, ganó sus primeros títulos: fue noveno en su primer año y también en el segundo, sexto en el tercero y undécimo en el cuarto y último.
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Tras un regreso de dos años (2002 y 2003) a Jordan, durante el que logró su primera victoria en un Gran Premio en Brasil 2003 (era primero cuando la carrera tuvo que suspenderse por los accidentes que causó la lluvia), el transalpino se marchó a Sauber. Allí terminó undécimo el campeonato de 2004 (venía de ser undécimo y duodécimo anteriormente), por lo que continuó en la parte media de la tabla. Renault y Alonso le esperaban desde 2005: antes, había compartido monoplaza con otros pilotos conocidos como Alexander Wurz, Jenson Button y Felipe Massa, entre otros.
“Alonso y yo trabajamos muy bien juntos”
Desde su llegada, Fisichella no tuvo ningún problema en cederle el liderato al ovetense. “Briatore era su manager. El principal patrocinador era Telefónica, que era un patrocinador español. Así que era bastante fuerte dentro del equipo”, ha admitido en los últimos días, teniendo claro que “una vez que pierdes la posibilidad de luchar por el campeonato” lo mejor es ponerse al servicio de tu escudería. Y así lo hizo, marcándose el objetivo de ganar el Mundial de constructores con Renault.
Lo logró, con el añadido del campeonato de pilotos para Alonso, tanto en 2005 como en 2006. La primera temporada no pudo empezar mejor para Fisichella, que se impuso en el debut en Australia. No le fue tan bien, aun con dos podios más ese curso (Italia y Japón), el resto de la campaña, aunque consiguió su mejor puesto en la clasificación final hasta entonces: quinto. Sería el cuarto mejor piloto del mundo un año después, con una victoria en Malasia y cuatro terceros puestos (España, Estados Unidos, China y Japón).
“Trabajamos muy bien juntos. Compartíamos telemetría, ideas, problemas con el coche. Antes de la carrera, a veces jugábamos a las cartas con Flavio Briatore y nuestro fisio. Fue muy divertido”, confiesa un Fisichella “impresionado” con el gran rendimiento de Alonso, sobre todo por los 41 años que atesora, en Aston Martin. Él siguió en Renault un año más que Magic, terminando octavo el Mundial de 2007 antes de marcharse a Force India.
2008 fue un año para olvidar en cuanto al italiano, sin puntos en su casillero y con 7 abandonos en las 18 carreras que disputó. En 2009, llegó a concluir segundo con su nuevo monoplaza en Bélgica, antes de sustituir a Massa en Ferrari en las últimas carreras del curso: cerró su aventura en la F1 con un decimoquinto puesto entre los pilotos. Así, Fisichella dejó el Gran Circo con 2 Mundiales de constructores, 3 victorias, 4 pole positions, 19 podios, 275 puntos y 231 Grandes Premios disputados.
A partir de entonces, se pasó a la Resistencia, donde tampoco le fue mal: un título por equipos en la Copa Intercontinental Le Mans, un título de constructores en el Mundial de Resistencia, dos victorias en las 24 Horas de Le Mans, otras dos en la Petit Le Mans, dos podios en las 12 Horas de Sebring y un podio en las 24 Horas de Daytona. En la actualidad, tal y como asegura él mismo en sus redes sociales, Fisico, a sus 50 años, es piloto de Ferrari en Gran Turismo a nivel italiano y, lo más curioso, DJ. “Una de las grandes pasiones de Giancarlo ahora se ha convertido en una profesión”, se puede leer en su web oficial: no contento sólo con pinchar, también es productor.
“Era importante tener como referencia a un buen compañero de equipo como Fernando, o que él me tuviera como referencia en tiempos por vuelta”, considera un Fisichella que tenía “una buena amistad” con Alonso. El vínculo sigue muy presente para el italiano, que no deja de compartir recuerdos con presencia de un excompañero al que elogia siempre que puede.
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