Pedro Sánchez, en la boca del lobo: Alsina, ‘El Hormiguero’ y vuelta al programa donde hace 7 años proclamó “no estoy muerto”... y llevaba razón

Este domingo, laSexta emite la entrevista de Jordi Évole al presidente del Gobierno, realizada en el bar donde se fundó el PSOE. El martes se las ve con Pablo Motos

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Tras su paso por el
Tras su paso por el programa de Carlos Alsina, Pedro Sánchez acudirá este martes a 'El Hormiguero'

“La tormenta va a ser tremenda. Desde la posición de dominio que tienen en los grandes medios se desatará una campaña feroz de insultos y descalificaciones. Veremos en programas de máxima audiencia a gente que solo se representa a sí misma pontificar e insultar sin derecho de contestación o de réplica. Se inventarán barbaridades”. Pedro Sánchez pronunció estas palabras el 31 de mayo, tres días después de perder las autonómicas y municipales y dos después de convocar las elecciones generales, ante sus diputados y senadores. Cerca de un mes después, el presidente del Gobierno ya ha desfilado por alguno de esos espacios y tiene previsto acudir a otros, consciente de que la única forma de que desde ellos se transmitan mensajes positivos sobre su labor es haciéndolo él mismo, en primera persona.

Pero tampoco se lo van a poner fácil. Menos si su interlocutor es Carlos Alsina (Más de uno, Onda Cero), uno de los entrevistadores más astutos y a quien ha estado evitando largos años de mandato. “¿Por qué nos ha mentido tanto, presidente?”, disparó Alsina. “Dígame en qué”, retó Sánchez, ganando tiempo. Y Alsina, como es habitual, llevaba los deberes hechos: “Tengo una lista larga”. Esto como resumen del tono general del intercambio, en el que el anfitrión dejó impronta y el invitado, en el papel de candidato, pudo al menos colocar el mensaje.

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Menos problemas tuvo el socialista ante El Gran Wyoming y Sandra Sabatés (El Intermedio, laSexta), pero tampoco fue sencillo: “Presidente, se ha montado revuelo por lo que dijo -precisamente en Onda Cero- de que algunos discursos de su ministra de Igualdad, de Irene Montero, habían incomodado a determinados hombres. Y usted hacía mención a un grupo de amigos. No sé... ¿cree que las feministas deben reivindicar sus derechos sin molestar a los hombres?”, preguntó Sabatés. Momentos como este contrastaron con preguntas -ya de Wyoming- sobre si el presidente usa “slip, boxer o tanga” o cuál de los apodos que le ponen le gusta más, si “Falconetti”, “Su Sanchidad” o “Perro Sanxe”, a los que el humorista añadió “Bizcochito”.

Pedro Sánchez en su 'entrevista'
Pedro Sánchez en su 'entrevista' en Ferraz al ministro de Agricultura, Luis Planas. (Eva Ercolanese/PSOE)

Lo de Évole

Incluso esta semana que ya termina, Sánchez ha ejercido de ‘presentador’ y ‘entrevistador’. En un plató montado en Ferraz, el socialista conversa con algunos de los protagonistas de su acción de Gobierno estos años. Lo ha hecho con los ministros José Luis Escrivá y Luis Planas. La próxima viene el plato fuerte. Previo paso el lunes por Hora 25 (Cadena SER, dirigido por Aimar Bretos), el martes acude a ese programa que seguramente a todos viene a la cabeza, junto con el de Ana Rosa Quintana (Telecinco), cuando el presidente dijo aquello de “veremos en programas de máxima audiencia a gente que solo se representa a sí misma pontificar e insultar”. Sí, el martes va a El Hormiguero (Antena 3), está por ver si “a divertirse” –tal y como reza el lema del programa–. Quintana está esperando que Moncloa le comunique el día, reveló la periodista y empresaria, sin demasiada esperanza.

Entretanto, este domingo se emite la entrevista que el viernes grabó en Madrid Jordi Évole (Lo de Évole, laSexta), en un lugar no casual como es Casa Labra, el bar donde se fundó clandestinamente el PSOE en 1879, junto a la Puerta del Sol. En los avances emitidos -con Eye of the tiger de fondo sonoro, para no dar puntada sin hilo-, el presidente vuelve a quejarse de lo que considera una manifiesta falta de pluralidad o equilibrio en los medios: “Usted se levanta por la mañana y se hace un paseo por las distintas emisoras de radio; ve los programas matinales; ve las teles y ya, para acabar el día, echa un vistazo a algunos de los programas de entretenimiento que hay, y verá la desproporción entre las visiones conservadoras o ultraconservadoras que se dan a los debates públicos respecto a las progresistas”.

En la entrevista con Évole, Sánchez se defiende, por ejemplo de los ataques que recibe por el uso del Falcon para sus desplazamientos. Lo hace de una forma que podría recordar a la de José Luis Rodríguez Zapatero en los últimos días. El expresidente se está ‘partiendo la cara’ por el PSOE y por su secretario general con intervenciones tajantes -la más recordada, su “sí, lo digo”, ante Carlos Herrera en COPE- que, viralizándose, han logrado llegar a buena parte de los hogares. En La noche en 24 Horas (TVE, dirigido por Xabier Fortes), Rodríguez Zapatero afirmó: “Pedro Sánchez se ha dedicado más a gobernar que a defenderse. Así de claro. (...) Sí, se ha dedicado más a España que a defenderse, y ahora toca que le defendamos los que creemos en esta España, en este rumbo”.

“Pongamos encima de la mesa -continuó Rodríguez Zapatero-, expliquemos con rotundidad esta especie de burbuja antisanchista que se ha creado con insidias y mentiras. ¿Sabe por qué ese ataque ad hominem? ¿Por qué han intentado atacarle en todo lo que sea el terreno personal? Porque tiene un gran balance de gestión”. El propio Sánchez es consciente, sondeos en mano, de que vender sus logros esta legislatura, fundamentalmente económicos y en el peor escenario posible -pandemia, guerra en Ucrania-, incluso con la ayuda de la estas fechas militante Nadia Calviño, no basta, por lo que además de recordar el que será su legado si no es reelegido, está dispuesto a ‘morir matando’ y reivindicarse en los espacios que más han obrado a que su imagen pública se haya ido deteriorando.

Momento de la entrevista de
Momento de la entrevista de Jordi Évole a Pedro Sánchez en el bar Casa Labra, en Madrid. (@LoDeEvole)

Los debates

Por lo mismo, no tiene miedo a los debates, seguro además de dar la talla ante un Alberto Núñez Feijóo al que ya se ha medido en el Senado. El PP pone problemas ya a la celebración de un solo debate, mientras que por el PSOE, todos los posibles, aceptando los propuestos por RTVE, Mediaset, Antena 3 y Prisa. Uno y otro, es claro, velando por sus intereses. Es Sánchez quien debe moverse; necesita remontar y solo le queda una bala.

Elena Chaves, consultora de comunicación de GAD3, considera “relevantes” los debates para decantar a los indecisos, pero matiza: “Lo que se observa durante la campaña es que es difícil que un votante del PP pase al PSOE o del PSOE al PP, que los movimientos principalmente que se producen es que un votante del PP se pase a Vox o viceversa o que uno del PSOE lo haga a Sumar o al revés”, es decir, dentro de un mismo bloque ideológico, por lo que el discurso que se emplee y los matices de ese discurso, destaca Chaves para Infobae España, “tienen mucha influencia”.

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La consultora no ve necesariamente positiva la celebración de numerosos debates para los intereses de un candidato, ya que, explica, “deben ser en un número proporcional porque puede causar el efecto contrario al deseado”. “Generan interés, pero también, si exceden, estás abrumando al elector, le estás llenando de muchos mensajes y lo que acabas haciendo es que pierda la atención, cuando el fundamento de la campaña es darte a conocer y que se conozcan tus medidas”.

La última vez que Sánchez se vio con Jordi Évole fue en otro bar, la cafetería HD, también en Madrid, hace siete años. Se hace difícil valorar si en una situación más comprometida que ahora: acababa de dimitir como secretario general y de renunciar a su escaño; de poner a punto su Peugeot 407 para recuperar lo que, consideraba, era suyo. Ante 3,6 millones de espectadores, un 20,1% de cuota de pantalla ese domingo, el desposeído ya advirtió “yo no soy un político de toda la vida” y respondió con la tranquilidad del que ya no tiene nada que perder. “Susana Díaz te ha matado”, lanzó Évole. “No estoy muerto, aquí estoy”, reaccionó Sánchez, dos años más tarde presidente del Gobierno.

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