Los apoyos de Vox: del Yunque a la familia Ariza, pasando por asociaciones ultraconservadoras

La presencia de la ultraderecha es una realidad en España. Desde 2018 Vox ha logrado ocupar espacios políticos y mediáticos como nunca antes lo había logrado. Sin embargo, cinco años después de su entrada en las instituciones, la formación de Santiago Abascal se enfrenta a unos nuevos comicios con el fantasma de un posible retroceso electoral en favor del Partido Popular.

Este sábado, en Vox, se producirá un cambio estatutario, en el que se consumará el control casi completo por parte de Abascal. Durante la jornada se celebra la Asamblea General ordinaria del partido donde se votará una modificación de los estatutos, según una propuesta a la que ha tenido acceso Europa Press.

En las anteriores asambleas y de forma paulatina, Santiago Abascal ha ido haciéndose con más y más poder. Con su última reforma, se aseguró perpetuarse al frente de la dirección de la formación hasta 2024 sin necesidad de presentarse a unas primarias. Ahora, con la nueva reforma que se propone, se añaden algunos puntos que suponen, de facto, un retroceso democrático en términos internos.

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La reforma propone sancionar a los miembros del partido con hasta 2 años de suspensión de militancia por no cumplir con “las instrucciones dadas en relación con materias de comunicación política, redes sociales y medios” y, entre otras cuestiones, acabar de facto con la transparencia de la formación. De prosperar lo planteado, los nombres de los miembros del Comité de Acción Política del partido pasarán a ser secretos, es decir, ni la ciudadanía, ni los militantes conocerán a los responsables de la dirección política de Vox.

Estos cambios se producen pocas semanas antes de las elecciones generales del próximo 23 de julio. Según algunas encuestas, existe la posibilidad de que, tras el 23-J, Vox pudiera ser decisivo para formar Gobierno. Un gobierno del que, con toda seguridad, exigirá formar parte a cambio de su apoyo. Y la batalla política y electoral para alcanzar el objetivo hace que los apoyos políticos y mediáticos de la formación comiencen a cerrar filas en torno a los dictámenes del partido y su líder.

Vox siempre ha sido opaco. Las sospechas de la relación existente entre Vox y el Yunque siempre han sobrevolado, pero nunca han sido confirmadas por sus miembros. “Las decisiones de Vox no se toman dentro de Vox”, le dijo Macarena Olona a Jordi Évole cuando el periodista le preguntaba por la relación entre el partido y la organización secreta.

El Yunque es conocido por ser una secta mexicana fundada en 1953 con el objetivo de “instaurar el reino de Cristo en la Tierra”. Y para lograrlo se dedican a fundar asociaciones ultracatólicas que les permitan “ocupar parcelas de poder político y mediático”, según concluyó un informe sobre la secta que la propia Conferencia Episcopal encargó al Doctor en Filosofía de la Universidad Complutense de Madrid, Fernando López Luengo.

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En aquel informe, titulado ‘El transparente de la Catedral de Toledo’, publicado en 2010, se concluía que la estrategia de esta organización pasa por “introducirse en distintas estructuras de poder, estructuras mediáticas [...] y en la universidad” y apuntaba a que “ha logrado introducirse en Intereconomía y existen indicios de infiltración en Telemadrid y en La Razón”. En el ámbito académico afirmaba que hay miembros integrados en la Universidad San Pablo CEU.

“El Yunque no trabaja mostrando su identidad e intenciones, sino que crea múltiples etiquetas con las que incidir en la sociedad”, advierte el informe que hace referencia, entre otras, a asociaciones como Acción Familiar o Foro Español de la Familia. Esta última, por ejemplo, estuvo presidida por el diputado de Vox de la Asamblea de Madrid, Mariano Calabuig.

En el informe sobre el Yunque, López Luengo sostiene que Hazte Oír (HO) depende de esta organización secreta. Con los años, muchos de los directivos de HO han ido introduciéndose en las candidaturas de Vox. Francisco José Contreras, diputado de Vox en las Cortes o Gádor Joya, diputada en la Asamblea de Madrid hasta 2019 formaron parte de la Junta Directiva de la asociación ultra durante la polémica sobre el autobús tránsfobo que puso a circular por Madrid el lobby.

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Ante la publicación del informe del Doctor en Filosofía, HO presentó una demanda por difamación. El Juzgado de Primera Instancia número 48 de Madrid sentenció que en el estudio “quedaba acreditado y contrastado” que la información de ese informe “es esencialmente verdad”, tal y como recoge el periodista Miguel González en su libro Vox S.A, el negocio del patriotismo español.

Más allá de Hazte Oír, en la órbita de Vox también destacan otras organizaciones ultracatólicas y de extrema derecha que mantienen una estrecha relación con miembros de la formación ultra. Rocío Monasterio junto a otros dirigentes de Vox crearon la Plataforma por las Libertades, un conglomerado de asociaciones civiles, católicas, pro-vida, de familias numerosas y padres separados que pedía en un manifiesto ‘libertad’ para llevar a miembros del colectivo LGTBI a terapias. La organización criticaba la aprobación de las leyes de protección al colectivo LGTBI que prohibían las terapias de conversión.

En el documento que se quiso entregar a los diputados, se pedía la supresión del artículo 7.3d, de la Ley LGTBI que presentó Podemos hace unos años. En aquel punto se señalaba “la prohibición de terapias que pretendan revertir la orientación sexual o la identidad de género de la persona, en contra de la expresa voluntad del interesado o de sus legales representantes”, señalaba la plataforma que el punto “vulnera los derechos fundamentales y libertades públicas”.

La Plataforma de Monasterio reúne a algunas de las más destacadas: en su órbita también está la Fundación Madrina o la Asociación de Familia y Dignidad Humana.

Históricamente, Julio Ariza fue uno de los grandes magnates de la comunicación de la ultraderecha en nuestro país. Radio Intereconomía y su filial televisiva, a pesar de representar un pequeño grupúsculo en las audiencias totales del sector, logró convertir a su empresa en uno de los grupos de referencia de la extrema derecha en nuestro país. Con la llegada de la crisis financiera de 2008, todo se fue a pique.

A pesar de que el patriarca de la familia no pasa por su mejor momento y todo parece indicar, desde hace algunos años, que está en un proceso de retirada, sus hijos no han dejado de mantener vínculos con la extrema derecha mediática y política. Sus dos hijos: Gabriel y Julen Ariza Rossy se han convertido en referentes empresariales para Vox, ambos, a través de sus compañías proporcionan apoyo táctico a la formación.

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Gabriel Ariza, junto a la mano derecha de Abascal, Kiko Méndez Monasterio fundaron Trizona Comunicación. La empresa de comunicación es una consultoria empresarial que ha desarrollado trabajos para la formación de ultraderecha desde el año 2018. Aquel año, Vox les contrató para organizar el primer acto multitudinario de la historia del partido: Vistalegre I. Dos años después, en vísperas de la explosión del coronavirus en nuestro país, también se responsabilizaron del acto de Vistalegre II, un acto de importante simbolismo para los ultras. Durante estos años, han estado en todo momento en el radar empresarial de la formación, contratándoles para la realización de videos promocionales.

Tal y como desvela el periodista Miguel González en su libro Vox SA, el negocio del patriotismo español, Trizona Comunicación es dueña de los dominios de las webs del sindicato que impulsó el partido de ultraderecha, Solidaridad, de la fundación Disenso, la fundación de Vox y del Instituto Superior de Sociología, Economía y Política, un centro para formar a jovenes de ultraderecha que fundó la sobrina de Marie Le Pen y del que tanto Ariza como Méndez Monasterio son socios fundadores. El centro está ubicado en la antigua sede de Vox en la calle Nicasio Gallego número 9.

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Por su parte, Julen Ariza se ha centrado en los apoyos judiciales y mediáticos. Además de su propia empresa de comunicación, Hadoq, también fundó un portal especializado en información judicial: Confilegal. El portal ha dado voz a perfiles muy cercanos a Vox. José Manuel Ruiz, columnista del portal de Ariza, juez de profesión y afiliado a la conservadora Asociación Profesional de la Magistratura siempre ha negado su vinculo con la formación a pesar de fotografiarse con Macarena Olona durante su etapa en Vox y reseñar que “es una mujer de principios”. En el mismo portal escriben perfiles como el juez Salvador Alba, condenado por conspirar en contra de la delegada para la violencia de género, Victoria Rosell.

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