La isla española con dos playas vírgenes y un búnker que solo se puede visitar desde hace un año

Fue habitada por monjes y saqueada por piratas hasta que en el año 1941 se destinó a funciones militares

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Isla de Tambo en Pontevedra
Isla de Tambo en Pontevedra (Turismo Poio).

La ría de Pontevedra alberga una de las costas más espectaculares de España gracias a sus playas y hermosos pueblos. Sin embargo, también esconde secretos que inquietan a los más curiosos. Uno de ellos es la isla de Tambo, un islote que durante un tiempo estuvo oculto por Google Maps, pero que ya aparece en nuestros navegadores. Este hecho es toda una incógnita, incluso fuentes del Concello de Poio informan a Infobae España de que no tienen información al respecto.

Se ubica a medio camino entre Punta Chancelas (Poio) y el puerto de Marín y hasta el 2022 fue un lugar prácticamente inaccesible. Esto se debía a que fue propiedad del Estado, perteneciendo entre 1941 y 2002 directamente a la Escuela Naval Militar de Marín. No fue hasta el pasado año cuando por fin quedó libre de usos militares, permitiendo así su visita. No obstante, para acceder a ella se deben cumplir una serie de requisitos y normas.

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Una actividad prehistórica

Las evidencias halladas en la isla demuestran que en la prehistoria ya hubo actividad humana. Los yacimientos de Area da Illa de la Edad de Bronce y el castro de la Edad del Hierro, así lo atestiguan. No obstante, el momento de mayor importancia se sitúa en la Edad Media, cuando san Fructuoso fundó en el siglo VII un pequeño monasterio.

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Este pasó más tarde a ser priorato dependiente de los benedictinos de San Xoán de Poio, condición que se mantuvo hasta la desamortización de Mendizabal en el año 1835. Igualmente, Tambo ha sido saqueada por piratas como el capitán Drake, quien asaltó la ría de Pontevedra en el 1589, siendo destruido el cenobio.

Los secretos de la isla de Tambo

La isla de Tambo llama la atención por su aspecto salvaje. Un frondoso bosque de eucaliptos esconde dos excepcionales playas vírgenes: la de Area da Illa y A Dreidá. La isla en sí es prácticamente salvaje, solo unos pocos edificios se dejan ver entre el paisaje. Uno de ellos es el monasterio benedictino del siglo VII, del cual solo quedan algunos restos de la capilla de San Miguel y la fuente debido a los sucesivos saqueos. Destacan también los restos del lazareto.

Isla de Tambo desde la
Isla de Tambo desde la playa de Cabeceira en Pontevedra (Turismo Poio).

A su vez, de su función militar a lo largo del siglo XX es de lo que quedan más restos. Así, se pueden observar algunas pequeñas casas en la cara norte, como la del oficial; los barracones y un búnker de 180 metros cuadrados que se usaba como polvorín. A esto se le suma el enclave privilegiado donde se sitúa, pues permite la observación de aves marinas como los cormoranes, garzas reales o el martín pescador, entre otros.

Cómo visitarla

Fuentes oficiales de Turismo de Poio explican a este medio que la “isla se puede visitar desde el año 2002 con autorización previa de la Escuela Naval Militar (desde esa fecha está desafectada por el Ministerio de Defensa). Desde el 3 de marzo de 2022, la isla de Tambo está cedida por el Ministerio de Defensa al Concello de Poio a través de una concesión demanial por un período inicial de 25 años”.

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No obstante, las visitas están restringidas, pues “se necesita autorización previa del Concello y su visita se limita a fines culturales, educativos y de interés público”. En la actualidad hay dos navieras (Mar de Ons y Cruceros Pelegrín) que tienen la autorización para visitar la isla. El visitante debe contratar el servicio de una de ellas para poder disfrutar de una visita guiada de tres horas de duración. El camino está bien marcado y no se puede salir de él.

En cuanto a la reserva, se tiene que hacer desde la web de turismo del Concello y seguir los pasos indicados. La autorización necesaria se tramita en el mismo momento de hacer la reserva con la naviera. La visita tiene un coste de 15,50 euros.

Cómo llegar a Poio

Desde Vigo, el viaje hasta Poio es de alrededor de 30 minutos por la carretera AP-9. Por su parte, si se parte desde Santiago de Compostela, el trayecto tiene una duración estimada de 40 minutos por la misma vía.

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