Las mujeres ‘brillan por su ausencia’ en el sector energético: sólo ocupan dos de cada diez empleos

En la última década, la participación femenina en el empleo verde ha pasado del 17% al 18,2% en 2022

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Empleo femenino en transición energética
Empleo femenino en transición energética

En 2022, las mujeres ocupaban solo el 18,2% de los puestos de trabajo ligados a la transición ecológica, una brecha de género mucho más acentuada que en el resto de actividades económicas, donde las mujeres están presentes en cinco de cada diez empleos. Además, esta cifra preocupa enormemente por su inmovilismo: en los últimos diez años el porcentaje de mujeres ligadas a empleos verdes casi no ha variado, pasando del 17% en 2012 al 18,2% registrado el pasado año.

Esta es una de las conclusiones que se extrae del informe estudio El empleo de las mujeres en la transición energética justa en España, publicado por Fundación Naturgy, en colaboración con el Instituto para la Transición Justa (ITJ), que refleja que la brecha de participación de género es “profunda y persistente”, y que “al ritmo de avance registrado en los diez últimos años, la paridad de género en el empleo de la transición energética tardaría 265 años en alcanzarse”.

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Participación de mujeres en el empleo verde.
Participación de mujeres en el empleo verde.

Además de la brecha de participación, que es la más importante, el estudio pone el foco en la existencia de otras brechas de género, como la segregación ocupacional: las mujeres se concentran en los puestos de trabajo de carácter administrativo, donde ocupan el 44,2% de los puestos, en detrimento de los puestos técnicos, donde su presencia apenas alcanza el 24%.

Por tanto, en estas actividades se observa una distribución ocupacional dispar atendiendo al género, los puestos administrativos tienen una importancia para el empleo femenino que triplica la del empleo masculino –más de ocho veces superior en el caso de auxiliares administrativos– mientras que los puestos técnicos son mucho menos importantes en el empleo existente para mujeres.

Mujeres en puestos laborales relacionados con la transición energética.
Mujeres en puestos laborales relacionados con la transición energética.

En cuanto al tipo de jornada, también se observan diferencias por género. Concretamente, en relación con la jornada a tiempo parcial, en las actividades de la transición, la brecha de género es superior a la observada en el conjunto de la economía: el 23,1% de las mujeres tiene este tipo de jornada frente al 22,7% que se registran en el resto de actividades económicas.

Al igual que en el resto de los puestos de trabajo, el informe señala que esta mayor presencia de las mujeres en el empleo a tiempo parcial refleja, por un lado, la mayor dificultad de éstas a la hora de compatibilizar el trabajo remunerado con los trabajos reproductivos y de cuidados y seguramente también la imposibilidad de encontrar un trabajo a tiempo completo. “Por tanto, la sobrerrepresentación de las mujeres en los empleos a tiempo parcial en las actividades de la transición tiene una lectura negativa desde el punto de vista de la igualdad y la equidad” reza el estudio.

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En cambio, la brecha salarial de género es significativamente menor que en el conjunto de la economía: las mujeres cobran de media un 6% menos que los hombres en el sector, frente a un 14% global. Aun así, hay que tener en cuenta que también se detecta una sobre cualificación de las mujeres que trabajan en la transición energética.

Cualificación

Las persistentes brechas de género en el empleo del sector de la transición energética vienen determinadas por diferentes factores sociales y culturales que suponen barreras a la entrada en el mismo. Una de ellas, es la educación y formación para el empleo del sector. Dentro de la Unión Europea, el 22% de los hombres de edades entre 22 a 29 años, frente al 11% de las mujeres, se han graduado en ciencia y tecnología; en estudios de ingeniería y mecánica, solo el 6,2% del estudiantado de ingeniería mecánica son mujeres y menos del 5% de los estudios de ingeniería eléctrica.

Los datos de España no son muy diferentes en relación con la media europea, aunque con datos ligeramente inferiores. El peso de la graduación en STEM en hombres está por encima del 35% y para mujeres, alrededor del 11%. Esto fija una brecha de género del 24,3% en 2014, que se redujo al 22% en 2019. Esta reducción se ha producido tanto para hombres como para mujeres, afectando más al género masculino y reduciendo ligeramente la brecha de género.

“Tanto por el lado de la formación profesional superior como por la educación universitaria, las titulaciones relacionadas con la transición energética, presentan importantes brechas de género sobre las que es importante actuar” concluye el informe.

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