En marzo de 2020, España se sumergía en una de las peores pandemias sanitarias que ha vivido el país desde hace años. El covid-19 aterrizó en territorio nacional y rápidamente comenzó a extenderse por toda la sociedad. Ante un número de ciudadanos positivos en coronavirus que no dejaba de aumentar y una previsión de que si no se tomaban medidas drásticas las consecuencias serían terribles, Pedro Sánchez se vio obligado a tomar una de las decisiones más difíciles de toda la legislatura: el confinamiento y con ello las restricciones y limitaciones. Ahora, más de tres años después, parece que esa terrible situación ha quedado completamente anclada al pasado, o casi. Solo hay un elemento que continúa siendo obligatorio en ciertos lugares: la mascarilla.
Esta medida de protección sigue siendo obligatoria en los centros sanitarios, es decir, hospitales o centros de salud, dentistas o fisioterapeutas, pero también en las farmacias. En España la mascarilla lleva siendo obligatoria en las farmacia un total de 1.145 días. Una cuestión que podría quedar llegar a su fin el próximo día 23 de junio, es decir, este viernes.
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Y es que, el ministro de Sanidad, José Miñones, anunció que se reuniría con el Consejo Interterritorial del Sistema de Nacional de Salud para debatir sobre la eliminación de la mascarilla en los centros sanitarios, sociosanitarios y farmacias. Aunque aclaró que la decisión compete al Consejo de Ministros y que se trata de una decisión que se debe tomar con “rigor” y “seriedad”, basándose en el criterio de los expertos. “Estamos más cerca de que sea un uso recomendado, más que obligatorio”, destacó el ministro.
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En este sentido, Miñones ya adelantó que la idea era que la mascarilla se retirara de aquellos lugares en los que todavía es obligatoria y, por ello, ha decidido convocar al consejo antes de que finalice el mes de junio. Esta es la única restricción que a día de hoy se sigue manteniendo respecto al covid-19, dado que el resto de limitaciones se fueron levantando a medida que la situación epidemiológica lo permitía. Lejos quedaron los toques de queda, las mascarilla obligatorias en todos los espacios públicos tanto al aire libre como en interior, las limitaciones por mesa en los bares y restaurantes, las separación entre personas, los geles hidroalcohólicos o los pasaportes covid.
Además, hace tan solo cuatro meses, el Gobierno decidió poner fin a la mascarilla en el transporte público. A través de una reforma del real decreto de abril de 2022 que regula el uso del cubrebocas aprobada por el Consejo de Ministros, el pasado 8 de febrero la mascarilla dejó de ser obligatoria en todo el transporte. La entonces ministra de Sanidad, Carolina Darias, afirmó que se trataba de “un paso más” en la respuesta que España ha ido dando a la situación epidemiológica. A partir de ese momento, las sonrisas volvían al transporte público y parece que dentro de poco lo harán también a las farmacias y centros sanitarios.
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