Ubicada a tan solo 50 kilómetros de Madrid, la villa de Colmenar de Oreja es uno de los pueblos más bonitos de la comunidad. El buen estado de conservación de su patrimonio histórico y cultural ha hecho que el casco histórico haya sido declarado Bien de Interés Cultural. Tanto es así, que su plaza mayor es una de las más pintorescas de la región.
Se asienta en el sureste de la Comunidad de Madrid, en la llamada Comarca de las Vegas. Una zona surcada por los cauces de los ríos Tajo, Tajuña y Jarama. Esto hace también que se sitúe en un entorno natural increíble, con diferentes senderos que permiten disfrutar de él.
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Un origen de más de mil años
El origen de la villa se sitúa en la segunda Edad de Hierro, cuando se produjeron los primeros asentamientos en la región. Igualmente, las cuevas situadas en los escarpes del Tajo y en el yacimiento arqueológico de Los Castrejones estuvieron ocupadas por los carpetanos (tribus prerromanas que habitaban la península ibérica).
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A día de hoy, el pueblo mantiene la esencia de las antiguas comunidades que se establecieron allí, por lo que la mejor forma para revelar sus secretos es pasear por sus estrechas y empedradas calles. Estas conducen al visitante hasta el centro neurálgico de la villa: la plaza Mayor. Se trata de una plaza típica castellana porticada construida entre los siglos XVII y XVIII. Además, su edificación fue todo un reto, ya que se enclava en lo alto de un barranco.
A su vez, el otro gran monumento es la iglesia de Santa María la Mayor, del siglo XIII, para la cual se utilizó piedra caliza procedente de las cercanas canteras. En su interior sobresale un enorme órgano donado en 2009 por una vecina de la localidad. Se localiza a escasos metros de la plaza Mayor y con su majestuosidad domina gran parte del pueblo. Otro monumento religioso es la ermita del Santísimo Cristo del Humilladero, que cuenta con una capilla del siglo XVI y, asimismo, se considera el tercer monumento más importante. La ermita de San Roque y la ermita de San Juan terminan por completar el conjunto religioso.
Por otro lado, el arte también tiene cabida de la mano de Ulpiano Checa, un famoso pintor impresionista e historicista nativo de Colmenar de Oreja. Así, el Museo Ulpiano Checa, levantado en su honor, recoger la mayor parte de las obras del artista.
Gastronomía y rutas de senderismo
El visitante no se puede ir de Colmenar de Oreja sin probar su rica gastronomía. Esta se traduce en platos típicos de la cocina castellana como carne al desarreglo, un estofado de carne de ternera con tomate, cebolla, ajo y perejil. Otro plato curioso por su nombre son las patatas chulas, una receta que sirve de guarnición y cuya cocción se sitúa entre cocida y frita. También destacan los buenos vinos de la comarca y los quesos, como el Queso Ciriaco.
Para concluir la visita, se puede realizar algunas de las rutas de senderismo que brindan los alrededores de la villa. Una de ellas es la llamada Vereda del Cristo, un sendero que discurre por la Plaza Mayor, pasando por el paseo del cristo y diferentes campos de olivares, viñedos y cultivos. El visitante puede admirar y entender a través del camino la importancia que ha tenido, y tiene, la agricultura en la localidad. Finalmente, se llega hasta Toledo para acabar en los barrancos próximos al río Tajo.
Cómo llegar
Desde Madrid, el trayecto hasta Colmenar de Oreja es de menos de 1 hora por la carretera A-3, al igual que desde Toledo cogiendo la vía CM-4001a.
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