Cada año, un promedio de 1.100 accidentes con víctimas se producen por no respetar la señal de Stop, por eso la Dirección General de Tráfico ha comenzado a probar un sistema automático para la vigilancia de cruces regulados por este tipo de señales. El mismo consiste en una cámara de vídeo especialmente calibrada para detectar si un vehículo se detiene totalmente a partir de grabar permanentemente a los coches que se aproximan a un cruce regulado por una de estas señales y, en caso contrario, enviar las pruebas de la falta al Centro de Tratamiento de Denuncias Automáticas.
En 2021, último año con estadísticas completas publicadas, 1.093 conductores de entre los implicados en accidentes con víctimas no había respetado un Stop. Se trata de una de las infracciones más habituales, detallan desde la DGT, por detrás de las de velocidad (4.739), no mantener el intervalo de seguridad (4.981), no respetar otra regulación de prioridad (2.345) e invadir parcialmente el sentido contrario (1.552).
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“No respetar un Stop supone un elevado riesgo con efectos potencialmente peligrosos. La inteligencia aplicada a los dispositivos de captación nos permite a día de hoy controlar esos comportamientos con la finalidad de corregirlos”, señaló el subdirector de gestión de la Movilidad y Tecnología de la DGT, Jorge Ordás, en un artículo de la revista de Seguridad Vial. No detenerse en un Stop se sanciona con una multa de 200 euros y la retirada de cuatro puntos del permiso de conducir.
Vigilancia de la línea continua
Por otro lado, la entidad encargada de la seguridad vial ha puesto en marcha un nuevo sistema para asegurar que se respeta la señalización de la línea continua. Esto debido a que las colisiones laterales son un accidente cada vez más habitual en las carreteras españolas que, en 2021, produjeron 217 muertes, un 5% más que en 2019.
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Las responsables de avisar si un conductor ha incumplido esta señal serán dos cámaras que actuarán de forma combinada que aplica la siguiente lógica: cuando un vehículo es detectado, en una secuencia de pocos metros, en la vía de aceleración y, después, sin que haya terminado la línea continua, en el carril derecho de la vía principal, la conclusión es que no ha respetado dicha línea continua. Nuevamente, el sistema enviará las pruebas al centro correspondiente.
Con estas nuevas innovaciones, la DGT continúa con la aplicación de tecnología de punta para vigilar el comportamiento inadecuado de los automovilistas. Sistemas que, desde hace años, ya se utilizan para controlar el uso del cinturón de seguridad tanto de conductores como de ocupantes de los vehículos.
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