Así será el ‘Poseidón’, el futuro buque rescata submarinos de la Armada de España

En momentos en que el mundo está pendiente de la suerte que finalmente correrá el Titan, el pequeño sumergible que la empresa OceanGate emplea para visitar los restos del Titanic, es preciso recordar que, lamentablemente, la pérdida de un submarino -casi siempre de uso militar- es algo que se ha repetido en varias ocasiones. El último caso, en 2021, tuvo como protagonista a un buque de Indonesia, en el que perdieron la vida 53 marinos, y anteriormente, en 2017, el ARA San Juan de la Armada Argentina se hundió llevándose consigo 44 almas.

Es por eso que, ante la posibilidad de cualquier incidente, las mayores fuerzas navales del planeta cuentan con embarcaciones para socorrer a sus submarinos en caso de ser necesario. Por eso, actualmente, Navantia está desarrollando el futuro Buque de Acción Marítima para intervención Subacuática (BAM-IS) de la Armada española, bautizado Poseidón, que será el navío que entre en acción en caso de que alguno de los futuros submarinos de la familia S-80 sufra algún accidente. Para la construcción de este indispensable barco de flota española, el Gobierno ha destinado 166,5 millones de euros, un presupuesto aprobado en octubre de 2021. El diseño final de la embarcación fue aprobado a finales del año pasado y su puesta a flote está prevista para 2024.

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Cuando sea entregado a la Armada, lo que se espera que suceda -en 2025- una vez concluidas distintas pruebas en alta mar, España pasará a confiar en un dios griego, en vez de uno romano, para el auxilio de sus sumergibles: el Poseidón reemplazará al Neptuno, el buque que a día de hoy desempeña esta función. “Tradicionalmente, se ha empleado el nombre de deidades de la mar de la cultura clásica griega y romana para los buques relacionados con el apoyo a la intervención subacuática”, justificó el Ministerio de Defensa cuando dio a conocer el nombre de la embarcación, el pasado abril.

El Poseidón será construido en el astillero que Navantia posee en la localidad gaditana de Puerto Real, especializado en buques de gran tamaño. El proyecto supondrá más de 1,3 millones de horas de trabajo en la Bahía de Cádiz y creará alrededor de 1.100 empleos, entre directo, indirecto e inducido. Además, generará un valor añadido para la economía de aproximadamente 54 millones de euros anuales y una demanda agregada de 159 millones cada año.

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Desde el astillero público español han explicado que el desarrollo de este buque implicará un gran desafío en lo que respecta a la integración de sistemas y sensores con los que estará equipado el navío para desempeñar adecuadamente un amplio rango de misiones. El Poseidón será capaz de realizar operaciones de salvamento y apoyo al rescate de submarinos, misiones de buceo, intervención y rescate en accidentes y naufragios y protección del patrimonio acuático.

Para poder llevar a cabo todas estas tareas de manera exitosa, el BAM-IS contará con cámaras hiperbáricas fija y modular, un vehículo sumergible operado remotamente, sistemas de posicionamiento hidroacústico, ecosondas, sónar remolcado y sistemas de fabricación, almacenamiento y recarga de gases de buceo. Asimismo, el Poseidón tendrá en la popa una amplia cubierta de trabajo donde se montará una grúa con capacidad de hasta 50 toneladas, mientras que en proa dispondrá de una cubierta para el aterrizaje y despegue de helicópteros.

La embarcación presentará una eslora de 84,6 metros y podrá desplazar unas 5.000 toneladas a una velocidad máxima de 15 nudos, gracias a un innovador sistema de propulsión eléctrica. Su tripulación estará constituida por 60 marineros, con capacidad de alojar a otras 24 personas. La industria naval internacional prevé una demanda creciente de buques capaces de rescatar submarinos, dado que se proyecta un incremento del número de sumergibles en las próximas décadas, por lo que Navantia tiene expectativas de poder exportar el Poseidón a otras armadas del mundo.

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