Venezuela, Colombia y Perú lideran el ranking de solicitudes de asilo en España: “Huyen de conflictos inacabados”

La Comisión Español de Ayuda al Refugiado (CEAR) destaca que Madrid, Andalucía, Cataluña y Comunidad Valenciana son las regiones que registran un mayor número de solicitantes de protección

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Una mujer ucraniana con un bebé, en un centro comercial habilitado para los refugiados en Mylny, Polonia. (Alejandro Martínez Vélez / Europa Press)
Una mujer ucraniana con un bebé, en un centro comercial habilitado para los refugiados en Mylny, Polonia. (Alejandro Martínez Vélez / Europa Press)

Latinoamérica, con Venezuela, Colombia y Perú a la cabeza, sigue siendo la región del mundo con mayor número de personas que busca refugio en España, al sumar 53.481 solicitudes pendientes de resolución del total de 122.035 registrado en 2022, tal y como ha informado este lunes la Comisión Español de Ayuda al Refugiado (CEAR). La organización también ha indicado que solo un 16,5% de las resoluciones en España son favorables, una cifra muy alejada del 38% de la media europea, y recuerda que más de 122.000 expedientes continúan a la espera de resolución, tras meses e incluso años de retraso, lo cual “incumple los plazos legales”.

Acceder al procedimiento de asilo, obtener una cita o el criterio restrictivo de las autoridades para rechazar sistemáticamente resoluciones de personas son algunos de los “principales obstáculos” que afrontan quienes solicitan asilo en España, según denuncia CEAR, que reclama un pacto social y político que blinde este derecho en su nuevo informe La situación de las personas refugiadas en España y Europa.

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En casos como el de Colombia, indica la ONG, las personas “huyen de un conflicto inacabado”, pues a pesar de que el país latinoamericano firmó un histórico acuerdo de paz entre el Gobierno y la guerrilla de las FARC en 2016, a día de hoy sigue habiendo grupos armados activos en el territorio como el ejército de Liberación Nacional (ELN) y disidentes de las desmovilizadas FARC, además de narcotraficantes y paramilitares.

Además, indica CEAR, del total 118.842 personas que pidieron asilo en España en 2022, solo 14.235 resoluciones de protección internacional fueron favorables, un 16,5%, frente al 59,5% que fueron denegadas.

La organización reclama poner fin a las deficiencias del sistema de cita previa para solicitar asilo, pues los demandantes quedan en un limbo legal al tener que esperar una media de entre seis y ocho meses para poder formalizar su solicitud de protección internacional. “El registro debe ser inmediato, nunca superior a los de tres a seis días”, por lo que España actualmente “está vulnerando la directiva Europea de Procedimientos”, ha indicado la coordinadora estatal del área jurídica de CEAR, Elena Muñoz, en rueda de prensa.

En cuanto a los solicitantes de asilo por comunidades autónomas, Madrid, Andalucía, Cataluña y Comunidad Valenciana son las que mayor número concentran, si bien las provincias que lideran el ranking son Madrid, Barcelona, Valencia, Murcia y Santa Cruz de Tenerife, según el informe publicado por CEAR.

Respecto a los países con mayor tasa de reconocimiento de asilo en España, destacan Burkina Faso, con un 99,2% y un total de 246 solicitudes resueltas, Afganistán, con un 98,7% y 1.555 solicitudes resueltas y Mali, con un 96,6% y 5.057. Sudán, con 591 solicitudes resueltas alcanza el 92,6% de tasa de reconocimiento, y Ucrania, con 1.512, alcanza un 88,4%. Siria, Yemen, Rusia, Palestina e Irán completan esta lista.

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En ese sentido, la labor de España con los refugiados de Ucrania tras la invasión rusa evidencia que “cuando existe voluntad política se puede acoger y garantizar derechos en tiempos récord”, ha indicado CEAR. Sin embargo, la organización critica la gestión que se llevó a cabo el 24 de junio de 2022 en Melilla, cuando cientos de migrantes trataron de saltar la valla y “al menos 37 personas perdieron la vida, 77 están en paradero desconocido y 470 fueron devueltas ilegalmente “sin que haya habido verdad, justicia y reparación para las víctimas y sus familiares”, denuncia la ONG.

Casi un millón de solicitudes en toda Europa

El 2022 también ha sido el año en que Europa batió récords de petición de asilo y refugio. Según datos de Eurostat, los países del bloque recibieron algo más de 963.000 solicitudes de protección internacional, lo que supone un 53% más con respecto a 2021, la cifra más alta registrada desde 2016. Ese aumento de solicitudes se debe en buena parte a los efectos económicos y sociales derivados del coronavirus, la invasión rusa de Ucrania, los conflictos prolongados, la crisis climática y la inflación, factores que han obligado a miles de personas a dejar su hogar.

Asimismo, señala CEAR, hubo un incremento del 25% en cuanto al número de llegadas de manera irregular en la Unión Europea en 2022 al registrarse 189.000, una cifra alejada de las 151.417 del año anterior. Un 80% de esas llegadas se produjo por vía marítima mientras que el 20% fueron por vía terrestre y principalmente se produjeron en dos países: Italia, con un 70%, y España, con un 20%. Le siguen Grecia, 8%, Chipre, 2%, y Malta, con apenas el 0,2% de las llegadas.

Acuerdo de la UE

El pasado 8 de junio, tras años de intensas negociaciones, los ministros de Interior de la Unión Europea llegaron a un acuerdo para reformar las normas de asilo y migración en el bloque que contempla una ”solidaridad obligatoria pero flexible”. Así, los países estarán obligados a recibir un determinado número de solicitantes que lleguen a un país de la UE sujeto a presión migratoria o podrán realizar una contribución financiera.

El acuerdo fija el objetivo de tramitar 30.000 solicitudes de asilo mediante procedimiento fronterizo, aunque la persona se encuentre en territorio, con el fin de que sea más rápido, mientras que la compensación económica prevista es de 20.000 euros por cada solicitante de asilo no reubicado.

El pacto alcanzado por la UE ha sido criticado por numerosas organizaciones humanitarias, entre las que se incluye CEAR, al considerar “va en contra del principio de responsabilidad compartida e incrementa la presión sobre los países fronterizos como España”.

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