El pueblo español que tiene la reserva de oro más grande de Europa

Asentado en la costa asturiana, Tapia de Casariego es uno de los pueblos más conocidos de toda la provincia. Se trata de una villa con gran tradición pesquera, la cual se refleja en su increíble puerto y en sus hermosas casas, que cuentan con una arquitectura típica marinera presentada en sus fachadas. A esto se le suman las bonitas vistas que ofrece un paseo por alguna de sus playas, así como desde su impresionante mirador. Todo este conjunto ha provocado que la localidad sea en una de las más turísticas de Asturias. Sin embargo, la mayoría de visitantes desconoce por alto que convierte a Tapia de Casariego en un lugar de gran valor dentro de Europa.

El municipio esconde bajo tierra uno de los mayores tesoros del mundo: una mina de oro de con más de 30 toneladas, lo equivalente al 10% de las reservas del Banco de España. Esto la convierte en el yacimiento más grande de Europa sin contar Rusia. Se encuentra apenas a 3 kilómetros de Tapia de Casariego, en el enclave conocido como lagunas de Salave. Un dato curioso es que estas lagunas son las cavidades que dejaron las excavaciones romanas que se hicieron en este yacimiento hace más de 2.000 años.

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Desde ese periodo, el oro de Salave permanece enterrado, ya que han sido muchos los proyectos presentados en las últimas décadas que se han quedado por el camino. La principal causa han sido los problemas administrativos y medioambientales, los cuales han impedido su desarrollo. No obstante, la empresa española Explotaciones Mineras del Cantábrico (EMC) está a la espera de un nuevo informe de impacto ambiental para comenzar con la extracción del oro por medio de una excavación subterránea. Eso sí, manteniendo siempre como premisa clave el respeto al medioambiente.

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Sin embargo, esta situación ha dado lugar a una división de opiniones dentro de los vecinos de Tapia de Casariego. Pues desde la plataforma Oro No señalan que la extracción de este metal precioso afectaría de forma notable e irreversible a la pesca, la ganadería y el turismo de la región. En esto también intervienen los ecologistas, pues indican que la idea de verter los residuos a 800 metros de la costa no es una solución viable, ya que pasan el problema del río al mar.

Por su parte, la asociación Idoa remarca que es una muy buena oportunidad para crear empleo estable para los vecinos de la zona, así como una buena opción para frenar la despoblación que están sufriendo.

Más allá de albergar la mina de oro más grande de Europa, Tapia de Casariego se caracteriza por su marcado carácter marinero, además de por ser el precursor del surf en el Cantábrico. De hecho, playas como la de Anguileiro son famosas dentro de este deporte, celebrándose en sus aguas hasta campeonatos del mundo. Igualmente, su puerto mantiene la esencia marinera de la villa y un paseo por él es algo imperdible.

En el centro de la localidad destaca el barrio marinero de San Sebastián. Desde allí, se puede llegar hasta San Blas, la zona más antigua, y admirar la arquitectura típica marinera. Además, en La Guardia se puede disfrutar de unas espectaculares vistas del Cantábrico desde el mirador de Os Cañóis.

Igualmente, en estos barrios destacan monumentos como la iglesia parroquial de Tapia, fundada en el año 1898 y de estilo neogótico, o el palacio de Cancio, donde se pueden observar varios estilos arquitectónicos diferentes. A su vez, en la Plaza de la Constitución se puede contemplar el Ayuntamiento, el instituto y las escuelas, construidos entre 1860 y 1864.

Desde Gijón, el viaje hasta Tapia de Casariego es de alrededor de 1 hora y 10 minutos por la carretera A-8. Por su parte, desde Lugo el trayecto tiene una duración estimada de 1 hora y 25 minutos por la misma vía.

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