El gasto generado por el envejecimiento puede “poner en riesgo” la sostenibilidad de las cuentas públicas

Cristina Herrero, presidenta de la AIReF, advierte de que si no se toman medidas ante los cambios demográficos, la deuda se puede disparar hasta el 150% del PIB en 2050

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La presidenta de la Autoridad
La presidenta de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), Cristina Herrero. (EFE/J.J.Guillen)

El envejecimiento de la población aumentará el gasto en pensiones, en sanidad y en cuidados de larga duración, por lo que si no se hace nada al respecto se puede disparar la deuda del país, lo que “pondría en riesgo la sostenibilidad de las cuentas públicas”, ha asegurado Cristina Herrero, presidenta de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF).

Herrero, que ha inaugurado este martes un seminario académico sobre pensiones, organizado por la Fundación Mapfre y la Universidad Carlos III, ha indicado que el gasto en pensiones empezará a acelerarse a partir de 2035, alcanzando un máximo en 2049 del 14,8% del PIB para las pensiones del sistema de Seguridad Social, y del 16,3% incluyendo las pensiones no contributivas y de clases pasivas. También se verá incrementado el gasto sanitario, un 1,3 puntos de PIB entre 2026 y 2050, llegando al 8,4% del PIB en este último año, calcula la AIReF.

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Otra de las consecuencias del descenso de la población en edad de trabajar y el consiguiente aumento de la tasa de dependencia es que “reducen la capacidad de crecimiento asociada al factor trabajo”, apuntó Herrero, que proyecta un crecimiento medio del 1,3% entre 2022 y 2070. Además, puede determinar cambios en la capacidad recaudatoria de la economía al alterar la composición de las rentas y de la riqueza, así como los patrones de consumo.

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Una deuda del 150% del PIB

Para evitar que los cambios demográficos penalicen las finanzas públicas, Herrero considera esencial tomar medidas, debido a que “la inacción o la acción tardía tendría un coste muy elevado y podría elevar la deuda al entorno del 150% del PIB en 2050″. No obstante, reconoció que si se reacciona ya y se empiezan a poner soluciones sobre la mesa, “la tendencia inercial de las finanzas públicas se puede revertir”.

El envejecimiento de la población
El envejecimiento de la población aumentará el gasto en pensiones, en sanidad y en cuidados de larga duración.

Para lograr este objetivo incidió en la importancia de abordar el impacto de la demografía en la sostenibilidad de las finanzas públicas de manera integral y en la necesidad de articular una estrategia fiscal nacional con visión de futuro y participación de todos los agentes.

Anticipó que “salvo sorpresas, el año que viene volveremos a un escenario de restricciones fiscales y en pocos años se percibirá la presión del envejecimiento”, por lo que considera “aconsejable un acuerdo país que aborde este reto de forma integral compatibilizando crecimiento y sostenibilidad”.

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De cara al futuro, Cristina Herrero aseguró que la AIReF quiere profundizar en su análisis a través de otras dos dimensiones: la suficiencia del sistema de pensiones, fundamental para el propio sistema y para reformas complementarias relacionadas con el ahorro y su fiscalidad o el envejecimiento activo; y la equidad entre generaciones.

La institución, según su presidenta, seguirá actualizando sus previsiones a largo plazo, “revisando todo su escenario demográfico, los supuestos económicos, el impacto de reformas y la incorporación de las nuevas dimensiones y retos existentes sobre la mesa”.

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