‘Mujeres que follan’, el libro sobre las relaciones a los 40: “Seguimos con el juicio de que la que hace sexo anal es una cerda”

La periodista Adaia Teruel recopila testimonios de cómo las mujeres maduras viven su sexualidad. “Había mucha teoría, pero quería escuchar las anécdotas de gente como yo”, indica

Guardar

Nuevo

La periodista Adaia Teruel presenta 'Mujeres que follan' (Libros del K.O.)
La periodista Adaia Teruel presenta 'Mujeres que follan' (Libros del K.O.)

Adaia Teruel (Barcelona, 1978) se percató, tras una visita al Kit Kat Club berlinés –una discoteca no apta para las mentes cerradas o los oyentes de Radio María–, que todavía tenía un universo por descubrir en lo que a sexualidad se refiere. En un espacio en el que no hay cabida para la vergüenza, o para la tibieza de exploración entre sábanas, la periodista se preguntó qué pensaban las mujeres de su edad sobre el sexo, la intimidad y las relaciones en pareja. Sobre los tabúes que se siguen gestando en una sociedad en la que mostrar un pezón en Instagram está penado, pero en la que las redes sociales “están llenas de homofobia, misoginia y racismo”.

Mujeres que follan (Libros del K.O.) recopila relatos de mujeres de 40 años o más y cómo éstas viven su sexualidad, cómo han cambiado con respecto a las primeras relaciones y qué han aprendido con el paso del tiempo sobre ellas mismas, sobre su cuerpo, sobre su(s) pareja(s) y sobre el sexo. Un libro que nace “de la necesidad personal” de la autora, que se encontraba en un momento de exploración en el que “no encontraba el lugar” para hablar de ello. “Había mucha teoría, pero quería escuchar las anécdotas de gente como yo, sobre todo a raíz de una frase de Miley Cyrus en la que decía que el sexo se acaba a los 40″, indica Teruel en su entrevista con Infobae España.

Tras un año hablando con todo tipo de mujeres, la periodista ha llegado a diversas conclusiones. La primera, que “cada sexualidad es única”. La segunda, su sorpresa al enterarse de que muchas de ellas “han tenido relaciones tóxicas” con sus parejas. “No era algo que quería tocar en el libro”, dice Teruel sobre la violencia sexual, pero de repente “te encuentras a una chica que dice que de pequeña le tocó su abuelo y otra que fue violada por el novio de su amiga”. Le resultó complicado no abordarlo una vez sabido.

Te puede interesar: Javier Cámara y Mónica López: “‘Rapa’ ha sido valiente por poner a dos actores no jóvenes y no guapos, no todo tiene que ser un anuncio de Armani”

¿Se acaba el sexo al cumplir años?

Adaia Teruel no tiene nada en contra de la cantante de Flowers, pero tras sus declaraciones se preguntó si era una “pervertida”. Se cuestionó si disfrutar del sexo a su edad era algo castigado por el juzgado número nueve de la corrección política. “Parece que estamos en casa haciendo pastelitos”, indica. A raíz de la publicación de Mujeres que follan, la periodista no sólo ha podido comprobar que no era la única que estaba experimentando con su cuerpo y en sus relaciones, también ha “reflexionado” sobre su comportamiento y ha llegado a la conclusión de que “no hay una manera única de hacer sexo”.

“Parece que estamos muy liberadas, pero muchas chicas me contaban sus anécdotas de sexo anal mirando al suelo”

Uniendo todos los relatos, comentarios, historias y anécdotas, Teruel concreta que muchas de las entrevistadas afirmaban que, a los 40, “estaban viviendo su plenitud sexual”, mientras que a los 20 “iban perdidas”. La periodista encontró una relación recíproca en sus charlas: ella quería escuchar, comprobar, trazar un mapa de puntos en común; las mujeres con las que habló buscaban “intercambiar y compartir experiencias”.

infobae

“Parece que estamos muy liberadas, pero muchas chicas me contaban sus anécdotas de sexo anal mirando al suelo, con vergüenza, no se atreven tampoco a contarlo a sus amigas porque seguimos con el juicio de que la que lo hace es una cerda”, explica Teruel.

Te puede interesar: ‘Piscinosofía’: el poder emocional, político y cultural del agua contenida entre bordillos

Boicot a Tinder

La sociedad ha cambiado. Las relaciones ya no se forjan en los bares del madrileño barrio de Malasaña, cuando las barras hacían de perfiles de aplicaciones para ligar. Ahora son las redes sociales las que actúan como Cupido, que ya no tiene flechas, sino likes. “Muchas me han dicho que se lo han cerrado”, indica Teruel sobre Tinder, la app de citas más conocida. “No quieren sentirse agujeros y están hartas de recibir fotopollas de hombres”.

Según la periodista, muchas mujeres buscan cada vez más conectar con el otro, “lo que no significa enamorarse”, ni siquiera “casarse”, simplemente sentir que no están ante una relación de “puro acto fisiológico y gimnástico”, porque para eso “ya tienen el satisfyer”.

“Creo que hay hombres que utilizan la excusa del ‘poliamor’ para follar con todas las que puedan sin comprometerse”

Y no sólo son las aplicaciones de citas las que dictan la coyuntura actual en lo que a relaciones, líos o encuentros esporádicos se refiere. También su nomenclatura. La denostada monogamia ha dado paso a las relaciones abiertas o el poliamor: un terreno casi tan comentado, y a la vez desconocido, como el del orgasmo. “Creo que hay hombres que utilizan esa excusa para follar con todas las que puedan sin comprometerse”, expresa contundente la periodista.

Para la autora de Mujeres que follan, abrir una relación o buscar experiencias fuera de dicha es una dinámica que únicamente “deben hacer las parejas que están bien”, no las que están mal y buscan solucionarlo así. “Ni un hijo ni un trío van a salvar tu relación”, apostilla.

Orgasmos, exploración corporal, sufrimiento, pero también placer, amor propio y aprendizaje. La obra de Teruel es un recorrido por el descubrimiento sexual de la mujer más allá de la edad y las particularidades.

Seguir leyendo

Guardar

Nuevo

Últimas Noticias