Lewis Hamilton volvió a subir al podio en Canadá por segundo gran premio consecutivo, pero en esta ocasión lo hizo un escalón por debajo de la última vez, fue tercero superado por Fernando Alonso. El piloto asturiano, empujado por las nuevas mejoras que introdujo Aston Martin, dejó atrás sus problemas de velocidad mostrados en Montmeló y tuvo mejor ritmo para competir de tú a tú y superar a los Mercedes.
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El inglés y el asturiano protagonizaron una batalla que recordó a las que libraban hace poco más de una década cuando, ambos en Mclaren, peleban por el Mundial. El rendimiento mostrado por Hamilton en Montmeló y las mejoras que traía Aston Martin a Canadá, hacían presagiar una titánica pelea por ver qué monoplaza era el segundo de la parrilla, primero de los mortales. Las sospechas se confirmaron cuando, sanción a Hülkenberg mediante, Alonsó clasificó segundo y Lewis tercero para la carrera. La salida se antojaba crucial para ambos y ahí, el inglés fue más rápido.
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El tiempo de reacción fue muy similar, pero su Mercedes tardó menos tiempo en coger velocidad antes de la primera curva. Un adelantamiento sobre el que bromeó Hamilton al acabar el gran premio. “Su reacción en la salida fue algo lenta, es la edad”, dijo. A lo que Fernando siguió la broma con un escueto “Austria, dos semanas”, acompañado de una palmada en la espalda y la mejor de sus sonrisas.
Batallaron durante todo el gran premio... incluso en boxes
El cruce de bromas en zona mixta fue el último episodio de una lucha que mantuvieron durante toda la carrera. Tras el adelantamiento de Lewis en la salida, Fernando se pegó a su alerón trasero y cocinó a fuego lento el adelantamiento que acometió en la recta de atrás, cuya zona de DRS era la más extensa de todo el circuito. Antes de ello, ambos tuvieron sus más y sus menos en la calle de boxes.
Los dos aprovecharon el safety car provocado por Russell para hacer su primera parada. Entraron seguidos al pit lane, por lo que la rapidez de los ingenieros cobraba mayor importancia. Aston Martin fue más rápido. Alonso enfiló primero la recta para regresar al trazado, pero cuando pasaba por la altura del box de Hamilton, el inglés le vio por el retrovisor y se tiró para tapar al español. Una maniobra en la que Fernando tuvo que frenar y provocó que la FIA abriera una investigación. Sin embargo, el heptacampeón se libró de los cinco segundos de penalización.
Más tarde Alonso le adelantaría en pista y tendría una carrera tranquila hasta el tramo final, cuando Hamilton, con ruedas más nuevas y ante los problemas de frenos de Fernando, le recortaba la distancia hasta situarse muy cerca de entrar en zona de DRS (por debajo de un segundo). Fue en ese momento cuando Alonso le soltó a su equipo por radio un “dejádmelo a mí” y aumentó considerablemente la distancia. Al final fue segundo y el inglés tercero, mismas posiciones en las que partían. Ambos disfrutaron compitiendo de nuevo de tú a tú, como en los viejos tiempos y aplazaron su siguiente lucha hasta Austria, dentro de dos semanas.
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