Ione Belarra, el último bastión de Podemos para mantener viva la marca

La secretaria general de la formación morada asume el reto de evitar la desaparición del partido tras su integración en Sumar. La navarra es una de las ocho diputadas con opciones reales de seguir en el Congreso

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Ione Belarra, secretaria general de Podemos, interviene durante un acto de campaña. (Isaac Buj / EUROPA PRESS)
Ione Belarra, secretaria general de Podemos, interviene durante un acto de campaña. (Isaac Buj / EUROPA PRESS)

Podemos ya ha asumido que ocupará un papel “modesto” dentro de Sumar. Los morados han aceptado, tras varias semanas de ruido y muchas reticencias, que Irene Montero siga desde la recámara esta nueva etapa del partido. Es el peaje que han tenido que pagar para sobrevivir. Las discrepancias se han suavizado, al menos en público, y el partido tiene ahora un nuevo reto por delante: mantener la marca a nivel nacional. La encargada de hacerlo tiene nombre y apellido: Ione Belarra.

Belarra es uno de los últimos bastiones de Podemos tras su integración en Sumar. La secretaria general de la formación concurrirá como número cinco por Madrid en una papeleta encabezada por Yolanda Díaz, hasta hace no mucho tiempo compañera de bancada. En las últimas elecciones generales, la candidatura que ocupaba ese mismo espacio político obtuvo siete diputados en la capital. Si los resultados se mantienen, Belarra repetiría sin problemas y conservaría su escaño en el Congreso. La ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030 estaría acompañada por otros siete nombres de Podemos, un porcentaje bastante significativo si se tiene en cuenta que hasta 15 grupos integran la coalición.

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Psicóloga de profesión, Belarra comenzó a militar en Podemos cuando el partido daba sus primeros pasos. En 2016 consiguió entrar por primera vez al hemiciclo como diputada por Navarra. Se presentó como cabeza de lista por esta región en dos ocasiones y en ambas logró representación. Arrancó la última legislatura como Secretaria de Estado de Agenda 2030 y ocupó el cargo hasta 2021, cuando renunció para heredar la cartera de Pablo Iglesias, que dejó el Gobierno de coalición con la excusa de probar suerte en la política madrileña. Desde entonces, Belarra compagina la secretaría general de la formación con su trabajo al frente del Ministerio de Derechos Sociales.

Ione Belarra e Irene Montero durante un acto de campaña de Podemos antes del 28-M. (Fernando Sánchez / EUROPA PRESS)
Ione Belarra e Irene Montero durante un acto de campaña de Podemos antes del 28-M. (Fernando Sánchez / EUROPA PRESS)

Hasta que tomó las riendas de Podemos, se mantuvo casi siempre en un segundo plano, con un perfil sobrio y poco controvertido. Los votantes se han mostrado satisfechos con su liderazgo y la propia Belarra ha intentado hacerse un hueco en el tablero político español, aunque el fuerte personalismo que todavía caracteriza a su antecesor, Pablo Iglesias, no ha jugado a su favor. En los últimos días, la dirigente ha tenido que lidiar con el recelo de algunos simpatizantes que no han terminado de comprender su ambigüedad al ver como defendía el legado feminista de Irene Montero mientras aceptaba el veto impuesto por Sumar que implicaba su salida.

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Los resultados del 23-J serán determinantes para el futuro de Podemos. Ione Belarra tiene, por un lado, la misión de dar voz a la militancia morada en una amalgama de formaciones progresistas con intereses y designios bien diversos. Además, la secretaria general del partido se enfrenta al reto de custodiar la marca en clave nacional. Con el auge de los movimientos regionales, que gozan de una fuerte implantación territorial, el peso de Podemos en las comunidades es cada vez más limitado. Muchos de estos partidos concurren con Sumar en las próximas elecciones y cualquier mínimo logro de la coalición podría tener efecto trampolín para futuras convocatorias autonómicas.

Los ocho supervivientes de Podemos

Ione Belarra no es la única representante de Podemos que tratará de revalidar cargo bajo el paraguas de Sumar. Lilith Verstrynge, secretaria de organización de los morados, también tiene altas posibilidades de conseguir un escaño. La madrileña ocupa el cuarto puesto en la lista de la coalición por Barcelona, capitaneada por los comuns. Además, Isa Serra, coportavoz nacional del partido, firma su regreso a la primera línea política para sumarse a las listas de Yolanda Díaz en Madrid. Sin embargo, lo hace en la posición número ocho, por lo que, de repetir los resultados de 2019, no entraría como diputada.

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Los que sí tienen opciones de repetir en el Congreso son los números uno de otras seis provincias, todos ellos de la escuela morada. Roberto Uriarte, actual diputado de Podemos por Álava, suena como cabeza de lista en la provincia vasca. Lo mismo ocurre con Martina Velarde, coordinadora general de Podemos Andalucía, y Pilar Garrido, su homóloga en Euskadi. Las dos diputadas abanderan las listas de Sumar en Granada y Guipuzkoa respectivamente. En Navarra la posición de salida recae sobre Idoia Villanueva, actual eurodiputada, y en Murcia le corresponde a Javier Sánchez Serna, coordinador autonómico de la formación. La diputada canaria Noemí Santana es la elegida para liderar la papeleta en Las Palmas. Los de Belarra encabezarán las listas de otras siete circunscripciones, pero sin posibilidades reales de obtener representación. Todos los candidatos son perfiles prácticamente desconocidos para el grueso del electorado, un dato que no hace más que reafirmar el cambio de ciclo.

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