El impuesto de sucesiones es el tributo que se aplica sobre una herencia tras el fallecimiento de una persona. Se trata de una tasa que entra en juego cuando hay una transmisión de bienes o derechos de una persona física a otra, pero a título gratuito. Es un gravamen de carácter progresivo, porque cuanto más grande es la herencia, más alto es el tipo impositivo. Asimismo, este impuesto es personal y directo. En España, la recaudación corresponde a las comunidades autónomas y lo pagan los descendientes o herederos.
En las últimas semanas se ha escuchado hablar del impuesto de sucesiones, porque uno de los puntos que recoge el acuerdo entre PP y Vox en la Comunidad Valenciana contempla la eliminación de esta tasa. En 2022, la administración regional consiguió recaudar más de 47,5 millones de euros sólo en la provincia de Castellón. De suprimirlo, se perdería un importante ingreso en las arcas públicas.
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Los partidos políticos utilizan la fiscalidad como una de sus principales armas electorales. En los últimos años, el Partido Popular rebajó impuestos a las grandes fortunas en Andalucía y descontó medio punto cada tramo del IRPF en Madrid. El impuesto de sucesiones es un gravamen de competencia autonómica, por lo que el Gobierno central no puede interferir en su aplicación. Las políticas fiscales de este tipo tienen una repercusión inmediata en las cuentas regionales. Su supresión o subida genera importantes desigualdades entre las comunidades y a menudo generan batallas fiscales.
¿En qué comunidades es más bajo el impuesto de sucesiones?
La Comunidad Valenciana no sería la primera en la que se elimina el impuesto de sucesiones. Las rebajas fiscales comenzaron hace una década y, actualmente, cinco regiones tienen prácticamente suprimido este gravamen. Esas comunidades son Cantabria, Madrid, Murcia, Andalucía y Castilla y León. Las diferencias en algunos casos son tan significativas que puede haber desajustes de hasta 100.000 euros en función de la comunidad en la que herede un contribuyente.
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Si quien hereda es descendiente directo del difunto o hijo adoptado, en ambos casos menor de 21 años, lo normal es pagar únicamente importes simbólicos. En La Rioja sólo se paga si la herencia supera los 400.000 euros y en regiones como Aragón, Cataluña, Castilla-La Mancha y, hasta ahora, la Comunidad Valenciana existen bonificaciones y reducciones. Si quien recibe el patrimonio es el cónyuge, descendiente o ascendiente y tiene más de 21 años tampoco se paga prácticamente nada por el impuesto de sucesiones en Andalucía, Madrid, Cantabria, Castilla y León, Extremadura y Murcia. Otros territorios como La Rioja, Asturias, Galicia, Cataluña, Canarias, Aragón y la Comunidad Valenciana aplican distintas bonificaciones. Si quien hereda es otro familiar, en Canarias las reducciones son de casi el 100% y en Madrid alcanzan el 25%.
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