Jaume Collboni, el alcalde de última hora que salió de la ‘generación Blackberry’

El socialista, al que destacan por su esfuerzo y tenacidad, llega al poder al tercer intento. Era uno de los integrantes de aquella hornada joven del PSC que irrumpió en 2010 tras el descalabro de José Montilla

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Jaume Collboni, nuevo alcalde de Barcelona, durante un acto en la sede de su partido. EFE/Quique García
Jaume Collboni, nuevo alcalde de Barcelona, durante un acto en la sede de su partido. EFE/Quique García

Barcelona amaneció este sábado creyendo que tendría un alcalde independentista por los próximos cuatro años. Xavier Trias, tras haber posicionado a Junts como la formación más votada en las últimas elecciones municipales, también así lo pensaba. Pero no. En el último momento, cuando el exconvergente ya acariciaba el bastón de mando, el socialista Jaume Collboni (Barcelona, 54 años) ha logrado lo imposible: que los votos de los comunes y del PP confluyan en la misma dirección. Así, con el apoyo de los de Colau y los populares, Collboni ha recuperado, 12 años después, la ciudad condal para el PSC.

El socialista ya había advertido, la noche misma del 28-M cuando quedó a un edil del ganador, que no se rendía y buscaría liderar una mayoría alternativa para liderar un gobierno progresista en Barcelona. Y es que tras dos intentos previos de hacerse con el Ayuntamiento, Collboni, quien venía de ser primer teniente de alcalde durante el segundo mandato de Ada Colau, no iba a dejar pasar la oportunidad de recuperar el antiguo bastión del socialismo catalán.

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Con este objetivo, a pesar del fracaso de la apuesta por formar un tripartito con Barcelona en Comú y Ezquerra Republicana, el socialista no bajó los brazos ante la desatención de los republicanos y, confiado en sus bazas, siguió presionando a los comunes, convencido de que lograba su apoyo podría desbancar a Junts haciendo pinza con el PP. Su jugada era clara: forzar a Colau a elegir entre él o Trias y poner a los populares en la encrucijada de poder evitar un alcalde independentista. El plan ha salido a la perfección.

Sobreviviente de la travesía del desierto del PSC

El ahora alcalde de Barcelona pertenece a ese grupo de jóvenes del socialismo catalán que surgió en la etapa del tripartito, la llamada “Generación Blackberry”. Con la misión de rejuvenecer a su partido, él fue el responsable del programa electoral y de la dirección de la campaña de José Montilla en los desafortunados comicios de 2010, que dieron inicio a una década de descalabros socialistas en Cataluña de la mano del procés.

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Quienes lo conocen, han destacado de Collboni su “esfuerzo y tenacidad”, cualidades que le han permitido sobrevivir al periplo por el desierto que tuvieron que atravesar los socialistas catalanes que, en los últimos años, vieron cómo sus votantes optaban por otras opciones, hasta el triunfo de Salvador Illa en las elecciones autonómicas de 2021. Ahora, además de teñir de rojo el consistorio de la capital catalana, Collboni se ha convertido en el primer alcalde gay de la ciudad, un título que en reiteradas ocasiones ha admitido se sentiría orgulloso de ostentar.

En los últimos cuatro años, como primer teniente y responsable de economía del Ayuntamiento, el líder de los socialistas de Barcelona marcó perfil propio para diferenciarse de Colau y no dudó en mostrar su desacuerdo con los comunes en numerosas cuestiones, como la ampliación del aeropuerto de El Prat o la instalación del museo Hermitage. Durante este tiempo, Collboni se encargó de las relaciones con el poder económico barcelonés, con quien ha mostrado una gran sintonía.

Antes, pasó por el sindicalismo estudiantil y la UGT, donde ejerció distintos cargos y aprendió los fundamentos de la política útil que ahora pregona: “El progreso siempre trae tensión y conflicto, pero al final siempre hay acuerdo y diálogo. Y cuando hay diálogo y acuerdo es cuando avanzamos todos”.

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