El mapa del endeudamiento: estas son las cuentas a las que se enfrentan los nuevos gobiernos autonómicos tras las elecciones

El Banco de España ha presentado este jueves la deuda de las administraciones públicas que, a cierre del primer trimestre, ascendía al 113% del PIB, con la cifra récord de 1,535 billones de euros. Tras las elecciones autonómicas del 28 de mayo, muchas comunidades sufrirán un cambio de partido en el Gobierno, que tendrá que comenzar su gestión con los niveles de endeudamiento heredados del Ejecutivo anterior.

La Comunidad Valenciana encabeza el ranking de regiones con mayor endeudamiento con respecto al PIB, con un 43,7% a cierre del primer trimestre de 2023. Una cifra que bajo los ocho años de presidencia de Ximo Puig, que no revalidará el cargo tras la debacle de las elecciones del 28M, solo ha aumentado en dos puntos porcentuales. Así, el nuevo gobierno de coalición entre PP y Vox se enfrenta a una deuda en máximos históricos de 55.439 millones de euros, el segundo importe más alto de España, superado únicamente por Cataluña.

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Una de las pocas comunidades socialistas que ha esquivado el batacazo de los comicios ha sido Castilla la Mancha. Emiliano García-Page ha revalidado su presidencia para la próxima legislatura con una mayoría absoluta en la que tendrá que trabajar por rebajar el nivel de endeudamiento de esta comunidad, que alcanza el 32,7% de su PIB. El varón socialista heredó de su predecesora, María Dolores de Cospedal, un endeudamiento de 13.426 millones en 2015, cifra que durante estos ocho años de Gobierno se ha elevado en más de 2.000 millones, hasta los 15.574 millones con los que ha cerrado en marzo de 2023.

Por su parte, Murcia encara una nueva legislatura complicada en lo político y en lo económico. La región, presidida por Fernando López Miras se ha consolidado como la tercera región con mayor deuda en relación con su producto interior bruto: un 31,7%. Desde que el líder del Partido Popular, formación que lleva 28 años ostentando el poder en Murcia, llegase a la presidencia en 2017, la deuda ha aumentado en 2.700 millones, hasta alcanzar los 11.506 millones en el primer trimestre de este año.

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Pero el aumento de la deuda no es el mayor problema de López Miras que, pese a ganar los comicios autonómicos, no ha conseguido mayoría absoluta para gobernar, por lo que tendrán que pactar con otras formaciones políticas. Sin embargo, Vox amenaza con forzar la repetición de elecciones en Murcia tras dejarlo el PP fuera de la mesa de la Asamblea, ya que los populares insisten en su intención de gobernar con mayoría simple sin integrar a los de Abascal en su Gobierno.

Francina Armengol ha sido otra de las más perjudicadas tras el 28-M. La líder socialista, que lleva desde 2015 en el Gobierno de la isla, deja la presidencia con una deuda del 26,1% del PIB. Pese a ser una de las tasas más elevadas, durante su gestión al frente del Ejecutivo balear, la deuda se ha mantenido estable, a pesar de que la región fue una de las más afectadas por el cierre de fronteras derivado de la crisis sanitaria. Pese a ello, la economía de la isla ha crecido un 23,8% en la era Armengol.

Así, el nuevo Gobierno tendrá que hacer frente a una deuda de 8.919 millones. Sin embargo, Baleares se encuentra en la misma encrucijada que Murcia. La negociación entre PP y Vox continúa sin moverse de sus planteamientos de cara a la formación del nuevo Govern balear. Los populares insisten en gobernar en solitario y los del partido de Santiago Abascal quieren formar parte del Ejecutivo por cuanto son la tercera fuerza política de la comunidad tras PP y PSOE.

El candidato del PP a la Presidencia de Aragón y ganador de las elecciones del 28M, Jorge Azcón, mantuvo este martes un primer encuentro con su homólogo de Vox, Alejandro Nolasco, para tratar de llegar a un acuerdo para la conformación de la Mesa de las Cortes de cara a su investidura para gobernar en solitario. En caso de que este acuerdo prospere, se pondría fin a los ocho años de mandato de Javier Lambán que ha conseguido mantener el nivel de deuda en el 21,3%, el mismo nivel que se lo dejo su predecesora del PP, Luisa Fernanda Rudi. Aun así, el nuevo Gobierno tendrá que hacer frente a un agujero de 9.109 millones.

Por su parte, Cantabria se despide de Miguel Ángel Revilla. El que fuese presidente desde 2015, facilitará la entrada al Gobierno del Partido Popular para la próxima legislatura. Revilla deja la deuda en el 21,7%, la misma cifra que cuando llego comenzó a liderar el Ejecutivo cántabro hace ocho años, por lo que el nuevo Gobierno del PP tendrá que hacer frente a un endeudamiento de 3.375 millones. Asimismo, Guillermo Fernández Vara ha aumentado la deuda de Extremadura hasta el 22,7% del PIB, por lo que el nuevo Gobierno de la región se enfrentará a un agujero de 5.140 millones, 2.000 más que cuando el presidente popular José Antonio Monago perdió la selecciones en 2015.

Todas las autonomías han disminuido su endeudamiento en el último año, salvo Canarias, donde ha subido del 14,2 al 14,9 % de su PIB. No obstante, Canarias es la cuarta comunidad menos endeudada. Por su parte, la socialista María Chivite revalida la presidencia de Navarra con la tasa de endeudamiento más baja del país. Concretamente, desde que llego al Gobierno en 2019, la ratio deuda sobre PIB ha caído en dos puntos porcentuales, desde el 15,8% hasta el 13,5% que ha cerrado 2023.

La Comunidad de Madrid, con Isabel Díaz Ayuso al frente de su gestión durante los próximos cuatro años, es la segunda región menos endeudada, con una ratio sobre el PIB del 14,2%, hasta alcanzar los 37.495 millones a cierre de este año. Por último, Asturias es uno de los pocos territorios que se mantiene como feudo socialista. Y en términos de gestión, los datos de deuda avalan a Adrián Barbón, que en sus casi cuatro años de legislatura -y con una pandemia y una guerra de por medio- ha conseguido un hito histórico: rebajar el endeudamiento de la región a 4.212, lo que representa el 16% del PIB.

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