Del ostracismo en España al optimismo para el GP de Canadá: Alonso y Aston Martin aspiran a un nuevo podio

“En Canadá les machacamos”. Esas fueron las palabras que pronunció Fernando Alonso tras el GP de España, donde quedó séptimo y, por primera vez en lo que va de temporada, fue superado por los dos Mercedes. Precisamente hacia los dos pilotos de la escudería alemana, Hamilton y Russell, iba dirigida su amenaza. Alonso y Aston Martin quieren evitar que se consume el sorpasso de Mercedes y por ello llevan con la mente puesta en el GP de Canadá desde que el asturiano cruzó la línea de meta en Montmeló hace dos semanas.

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A raíz de ese momento, todos los integrantes del equipo británico se pusieron el mono de trabajo. El objetivo, dejar en un hecho aislado el doble podio de Mercedes y recuperar la segunda posición en la clasificación de constructores. La empresa no es sencilla, pues el trazado del Jacques Villeneuve no es el más propicio para las características del AMR 23. Aun así, tampoco es el peor del calendario. Su larga recta trasera sacará a relucir el punto débil de Aston Martin, la velocidad punta, pero las curvas lentas de los dos primeros sectores potenciará su mejor arma en este circuito: los anclajes.

La cancelación del Gran Premio de Imola a causa de las inundaciones aplazó la introducción de mejoras que tenía planeada la escudería británica. En Mónaco y España realizaron pequeñas evoluciones, pero el gran paquete se lo reservaron para Canadá, la carrera del año para la familia Stroll. Lawrence y Lance, especialmente el primero, confían en cosechar un gran resultado en su país natal. “Traemos soluciones a las deficiencias de Barcelona, además de algunas mejoras para Montreal. Los planes son conseguir nuestro primer doble podio”, asegura Lawrence, el dueño del equipo.

“Traemos evoluciones. Depende también de las mejoras que traigan el resto de escuderías. Sobre el papel es un circuito que, por características, no nos debe ir bien. Pero con las mejoras confiamos en que no nos va a ir tan mal como en Barcelona”, afirma Pedro de la Rosa sin mostrar las cartas de Aston Martin. Esas soluciones a las deficiencias de Barcelona y mejoras para Canadá que comentaba Lawrence Stroll tienen una desembocadura común: el nuevo suelo.

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En Montmeló, una salida de pista de Alonso por la grava dañó la parte baja del monoplaza y le lastró durante todo el fin de semana. Para evitar otra jornada aciaga, Aston Martin estrenará suelo en Montreal. Es necesario recordar que tras la última modificación del reglamento, la parte baja de los monoplazas aporta el 70% de la carga aerodinámica y, aunque Canadá no demanda mucha carga, será imprescindible para salir de las curvas lentas con el coche en la mejor posición posible.

El asturiano guarda recuerdos contrapuestos de Montreal. El asturiano se ha visto obligado a abandonar hasta en ocho ocasiones en Canadá y tan sólo ha logrado una victoria, pero el año pasado logró su mejor resultado en clasificación desde su retorno a la Fórmula 1. Tras una sesión marcada por las fuertes lluvias, colocó su Alpine en la primera fila de la parrilla: segundo por detrás de Verstappen. Aunque, de nuevo, la mala fortuna con los coches de seguridad acabó relegándole al noveno puesto en carrera.

“Es un circuito muy divertido y, aunque adelantar puede ser difícil, también puede deparar carreras sorprendentes. El año pasado salí segundo tras una caótica sesión clasificatoria y este fin de semana puede volver a llover. Traemos mejoras y nuestro objetivo es sumar el máximo número de puntos posibles. Barcelona fue la última carrera sin podio”, ha asegurado Fernando a su llegada a Canadá. Toda una declaración de intenciones del piloto español, que buscará repetir la hazaña del año pasado en clasificación para volver a subirse al podio, algo que ha logrado en cinco de los siete grandes premios del curso. El nuevo Aston Martin, a examen en Montreal.

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