Mirotic y su salida eclipsan la final de la ACB: “Quiero poder despedirme de la gente”

Un Barcelona con urgencias y en plena crisis y un Real Madrid desahogado tras la conquista de la Euroliga vuelven a luchar por el título liguero. La inminente marcha de la estrella azulgrana marca el inicio de la serie

Guardar
Nikola Mirotic, tras la derrota del Barcelona frente al Real Madrid en la reciente Final Four de la Euroliga.
Nikola Mirotic, tras la derrota del Barcelona frente al Real Madrid en la reciente Final Four de la Euroliga.

Real Madrid y FC Barcelona se han clasificado de idéntica manera para la final de la ACB que arranca este viernes en la Ciudad Condal: un 3-1 en semifinales y un 2-0 en cuartos. Sin embargo, el momentum no puede ser más diferente en uno y otro equipo antes del Clásico en forma de duelo por el título liguero (noveno, en estas circunstancias, de las últimas 12 temporadas). Por un lado, los blancos tienen la calificación excepcional más que garantizada para su temporada ocurra lo que ocurra en la serie decisiva a cinco partidos: la Euroliga conquistada en mayo obliga. Por otro, las urgencias aprietan e incluso ahogan a los azulgranas, con un curso que ya sólo se puede salvar, y si eso, haciéndose con la competición doméstica y cuyo desenlace apunta a marcar un antes y un después en la sección.

Hay nombre y apellido claros para asumir que todo será muy distinto en el Palau Blaugrana a partir de este verano: Nikola Mirotic. Esport3, el canal deportivo de TV3, ha adelantado este jueves que el Barça va a rescindir el contrato de su jugador franquicia una vez se resuelva esta campaña. Instantes después, el ala-pívot montenegrino ha reconocido la situación en una entrevista a Mundo Deportivo, por lo que, en contra de sus deseos, según afirma, va a ser libre para marcharse a cualquier otro equipo a final de temporada.

Te puede interesar: Laura Gil, la jugadora con más medallas del baloncesto español

“Hablo ahora para poder despedirme de la gente. Para poder decirle la verdad, sobre todo porque se lo merecen. Pueden ser mis últimos dos partidos. Y ya hay tantos rumores que no son ciertos. Quiero que la gente sepa que voy a vivir mis últimos partidos con el Barça”, ha desvelado Mirotic, quien ha asegurado que nadie del Barcelona se ha puesto en contacto con él para intentar llegar a un acuerdo de cara a su continuidad. “En ningún momento nadie del club ha hablado conmigo de una posible rebaja”. Según el jugador, que esperaba, al menos, que se lo “hubieran transmitido de otra manera”, tampoco ha habido explicaciones, ni siquiera tras comunicarle la decisión. “No me han dicho el motivo. Mi agente se ha sentado ya con ellos y ha preguntado. Si es tema económico, hablemos, vamos a sentarnos y ver si podemos hacer algo”.

Necesidades económicas

La condición de jugador de baloncesto mejor pagado del Viejo Continente de Mirotic (5 millones de euros netos; 11 brutos) sería cuestión capital para la no continuidad en Can Barça, ya que el club necesita reducir su masa salarial. Eso sí, la supuesta petición de rebaja trasladada al balcánico fue desmentida por fuentes de la entidad blaugrana hace unas semanas a Infobae España y también por Mirotic, en su entrevista para explicarse, ahora.

Aunque el Barça, a través de fuentes cercanas al club, haya desmentido la rescisión a Sport, asegure que aún no hay nada decidido y se abra a buscar un punto en común económico, al igual que el jugador, la salida parece mucho más cercana que lejana. Para muestra, un detalle poco o nada nimio: Mirotic fue sustituido por Álex Abrines en la previa de la final organizada por la propia ACB, que contaba con el exinternacional español en un primer momento.

Álex Abrines, Sarunas Jasikevicius, Chus Mateo y Sergio Rodríguez, en la presentación de la final. ACB /
Álex Abrines, Sarunas Jasikevicius, Chus Mateo y Sergio Rodríguez, en la presentación de la final. ACB /

El mazazo es considerable para los culés, resultando inevitable que deje huella (“No es el timing más adecuado para la decisión”, ha llegado a reconocer toda una leyenda como Pau Gasol). Además, también se esperan otras salidas, quién sabe si alguna más de enjundia como la de Cory Higgins, próximamente. Y ni siquiera es seguro que el entrenador del Barça, Sarunas Jasikevicius, vaya a seguir al frente de la nave: tendría que renovar, a la baja, para que así fuese. Pero con estos bueyes hay que arar a la hora de afrontar una final en la que se cuenta con el factor cancha (los dos primeros partidos en el Palau y un hipotético quinto) y en la que, a pesar de todo, al conjunto azulgrana sólo le vale ganar.

Te puede interesar: Sergio Llull, la energía que mueve al Real Madrid de baloncesto

Quejas por el arbitraje

Las expectativas de una bajada de pistón próxima a producirse en el plantel del Barça no son el único condicionante a la hora de afrontar sin distracciones el último capítulo de un año ya malparado por las malas actuaciones en la Copa del Rey (cuartos de final) y la Final Four de la Euroliga (cuarto puesto). También se ha puesto el foco en los árbitros antes de enfrentarse al Madrid, que, casualidad o no, fue objeto de muchas críticas relativas al silbato por parte del Joventut de Badalona en su anterior eliminatoria.

Guerschon Yabusele conversa con Ante Tomic (EFE/ Juanjo Martin)
Guerschon Yabusele conversa con Ante Tomic (EFE/ Juanjo Martin)

Según ha desvelado la prensa catalana, el Barça presentó quejas a la ACB por el arbitraje sufrido contra el Unicaja. Sobre todo, por una descalificante a Jasikevicius en el cuarto partido (en Málaga) y por el criterio de los colegiados en todo lo que tiene que ver con los bloqueos en movimiento de los hombres altos: no se señalizaron algunas acciones consideradas falta en ataque por los culés.

Frente a esta tensión, la calma chicha impera en el Madrid, gustoso de no jugar con la soga al cuello ante su gran adversario histórico, al que ya derrotó con saña en las últimas semifinales europeas. No hay nada que demostrar en las filas blancas, porque la patata caliente la tiene, en esta final liguera y bien hinchada ya de antemano, el Barça.

Seguir leyendo:

Guardar