“Tener un ministro de Economía que ponga firme al resto del Gobierno y sea valeroso para buscarse enemigos es esencial”

Valentín Pich, presidente del Consejo General de Colegios de Economistas, destaca la buena situación por la que atraviesa la economía española, a pesar de las dos asignaturas pendientes que arrastra desde hace años: la deuda y el déficit

Valentín Pich, presidente del Consejo General de Colegios de Economistas. (Helena Margarit)

La Economía ha marcado la vida de Valentín Pich desde que se licenció en Económicas en la Universidad Autónoma de Barcelona. Es auditor de cuentas, socio director del despacho de asesoramiento legal y económico Pich Associats y socio fundador de Abante Auditores. Ha trabajado como gerente de varias patronales que actualmente asesora y es miembro del Comité de Auditoría del Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas del Ministerio de Asuntos Económicos, miembro de la Comisión de Codificación del Ministerio de Justicia y presidente del Consejo General de Colegios de Economistas de España.

Pregunta: Distintos organismos internacionales como la OCDE o el FMI han mejorado las previsiones de crecimiento de España para este año y para el que viene. ¿La economía española va tan bien como dicen?

Respuesta: El estallido de la pandemia hizo que la Unión Europea decidiera que no se podía adoptar la filosofía de la austeridad porque existía el miedo de que las costuras estallaran, como pasó con la crisis de 2008. Todo ello creó un ambiente de poca exigencia respecto al déficit e impulsó una política muy laxa desde el punto de vista fiscal. Se ha gastado mucho dinero y, en este escenario, la economía española se ha visto favorecida por la eclosión del turismo que ha superado todas las expectativas. También ha ayudado el ahorro embolsado durante la crisis, el crecimiento del empleo y el aumento de la exportación y de la inversión extranjera. Todo ello ha hecho que nuestra economía vaya mejor que la de países de nuestro entorno y que crezca nuestro PIB. Esto nos ha sorprendido a todos. No obstante, hay que estar pendiente de las elecciones al Parlamento Europeo, que se celebran en julio del año que viene y que pueden provocar un endurecimiento de las exigencias respecto al déficit, y del resultado de las elecciones generales en España.

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“El crecimiento de la economía española tras la pandemia nos ha sorprendido a todos”

P: ¿Qué hace que nuestra economía vaya mejor que la de la zona euro que está en recesión o la de países como Alemania también en recesión técnica?

R: Un factor esencial es que en España hay menos peso del sector industrial que en Alemania, que se ha visto muy afectado tanto por la pandemia como por las consecuencias de la invasión de Rusia a Ucrania. También hay que tener en cuenta que ahora las tornas han cambiado. Mientras que el sur de Europa va bien, los países del centro de Europa soportan una fuerte crisis, al contrario de lo que ocurrió en 2008.

P: ¿Qué opina sobre las medidas económicas estrella que ha tomado el Gobierno como la reforma laboral, la subida de las pensiones o la subida del salario mínimo interprofesional?

R: De la reforma laboral hago una lectura positiva porque, además de reducir la temporalidad, se ha aprobado con el acuerdo de empresarios y sindicatos, lo que ha posibilitado la paz social en un momento en que estaba en riesgo debido a la elevada inflación. Me ha sorprendido el acuerdo entre los agentes sociales para bien y que garantice el poder adquisitivo de los trabajadores con el incremento de salarios durante los tres próximos años.

“Una forma de reducir el déficit y la deuda es gestionar mejor el Estado, las autonomías y los ayuntamientos”

P: ¿Cómo valora la reforma de las pensiones en función del crecimiento del IPC y del salario mínimo?

R: Me convence menos. Quiero pensar que el Gobierno tomó esta decisión para fomentar el consumo e inyectar liquidez al sistema. Podrían haberse aumentado las pensiones en función del nivel de renta. Respecto al salario mínimo interprofesional, hay zonas del país que pueden verse afectadas por esta subida, sobre todo en el sector agrícola del sur del país. Vamos a ver cómo evoluciona en comunidades con una elevada tasa de desempleo y de temporalidad laboral.

Valentín Pich, presidente del Consejo General de Colegios de Economistas. (Helena Margarit)

P: ¿El déficit y la deuda son las principales asignaturas pendientes de este Gobierno?

R: Son dos problemas graves a los que tenemos que enfrentarnos y una forma de reducirlos es gestionando mejor el Estado, las autonomías y los ayuntamientos. Hay que mejorar la gestión pública porque el problema de déficit no solo se soluciona con más recursos.

“El impuesto extraordinario a la banca no me gusta, no era necesario y, por ello, se ha recurrido”

P: ¿Otra solución sería la subida de impuestos?

R: Si tras el aumento del gasto y del déficit la cosa se complica aún más, solo hay tres soluciones: que la economía sea más productiva, lo que no se consigue de un dia para otro, que se lleven a cabo reformas muy bestias que producen mucho dolor, como las implantadas en la crisis de 2008, o que suban los impuestos. Se pueden subir, pero esta medida no tiene mucho recorrido si no se quiere hacer un destrozo, porque no vas incrementar el IVA al 25%, tampoco se puede enredar mucho respecto a las empresas, ni subir demasiado las cotizaciones sociales. No obstante, si no se soluciona el problema del déficit, algo de dolor habrá, producido por alguna reforma como endurecer las condiciones para obtener las pensiones o recortar gastos en sanidad, que ahora es un pozo sin fondo. En definitiva, el recorrido de subir impuestos es muy limitado, pero si hay que hacerlo se hará, como se hizo en 2008.

P: ¿Qué opina sobre los tres últimos impuestos aprobados por el Gobierno destinados a la banca, a las empresas de energía y a las grandes fortunas? ¿Son una parte de la solución?

R: No me han gustado por varias razones. Se aprobaron a finales de diciembre con efectos prácticamente retroactivos. Además, algunos socios de coalición del Gobierno demonizaron a la banca, cuando lo que interesa al país es que los bancos ganen mucho dinero porque pagan un impuesto de sociedades superior al 30%. Si ganan dinero darán más préstamos y pagarán más impuestos, lo que beneficia a todos. Este impuesto no era necesario y, por ello, se ha recurrido. Con el impuesto a la energía pasa algo parecido.

“Detesto las trampitas entre las administraciones. El sector público está para gestionar lo público y no para librar batallitas”

P: ¿Y sobre el impuesto a las grandes fortunas?

R: No estoy de acuerdo con él porque no me gustan las trampitas entre administraciones. El sector público está para gestionar lo público y no para batallitas. Si en el mundo occidental prácticamente ningún país tiene un impuesto de patrimonio no veo por qué existe en España. Estoy de acuerdo en que exista un impuesto de sucesiones razonable, con pocas deducciones y que en todas las comunidades se pague por igual. Pero el de patrimonio no me acaba de gustar porque hay comunidades que van por detrás y lo eliminan o lo bonifican.

Valentín Pich, presidente del Consejo General de Colegios de Economistas (HELENA MARGARIT)

P: ¿Cuáles son los principales riesgos que tiene que afrontar la economía española a corto y medio plazo?

R: El principal riesgo es la gobernanza. El país, las comunidades autónomas y los ayuntamientos tienen que tener una gobernanza con ideas claras para que se puedan llevar a cabo las reformas que necesita el país, como dar la vuelta a la política educativa, reducir el desempleo y mejorar la coordinación y el funcionamiento de las administraciones. Para hacer todo esto se necesita capacidad de gestión e ideas claras.

“Uno de los principales aciertos del Gobierno ha sido la reforma laboral”

P: Otro contexto cambiante es la estabilización de los tipos de interés. ¿Cómo afectará esto a la economía española?

R: En España no tenemos problemas de financiación de la deuda y nuestra prima de riesgo es estable. Es positivo que los tipos de interés suban algo porque es bueno que el dinero valga dinero. Entre otras cosas, incentiva el ahorro.

P: ¿Cuáles son los principales errores y aciertos del actual Gobierno en materia económica?

R: Uno de sus principales aciertos ha sido la reforma laboral y la paz social que ha conseguido con ella. Entre sus errores destaca que no ha sido capaz de impulsar debates de verdad sobre temas importantes.

P: ¿Cómo cuáles?

R: Como las pensiones. Tendría que haber una pensión mínima asistencial que se cobre si has trabajado o no, pero hay que tender a cobrar en función de lo que se ha cotizado. Otro tema a tratar es el educativo. Hay que luchar contra el abandono escolar y potenciar la formación profesional. También hay que mejorar la coordinación entre las 17 comunidades autónomas, reforzar algunos ministerios como los de Industria, Trabajo o Seguridad Social e incidir en el tema de la vivienda después de que se haya aprobado una ley que no me ha gustado. Hay que partir de una realidad que consiste en que en España no hemos hecho política de vivienda y hay que potenciar la vivienda en alquiler, para lo que tienen que colaborar el sector público y el privado, y la nueva ley no lo potencia, al contrario.

“El PSOE y el PP tienen dos visiones muy parecidas de la economía, con pequeños matices”

P: Según el programa económico del Partido Socialista y del Partido Popular, ¿qué consecuencias tendrá para la economía española que uno u otro gane las elecciones?

R: Tienen dos visiones muy parecidas de la economía, con pequeños matices.

P: ¿Parecidas? ¿Qué matices?

Los socialdemócratas dan más importancia a lo público y tienen una cierta tendencia a controlar los gastos. Mientras que los liberales conservadores tienen un cierto recelo sobre el sector público, pero al final se encuentran. Lo importante es que el partido que salga elegido tenga capacidad de gestionar y que acierte en la elección de los responsables económicos. El ministro o la ministra de Economía son siempre los más incómodos porque son los que advierten a los demás de las limitaciones presupuestarias y frenan el gasto. En definitiva, son los que hacen de malos. Esto facilita que el resto del gobierno pueda hacer cosas. Tener un ministro o ministra de Economía que ponga firme al resto del Gobierno y que sea suficientemente valeroso para buscarse enemigos es esencial. Estos ministros son siempre incómodos y tienen mucha importancia porque si la economía falla, falla todo.

“Los ministros y las ministras de Economía son siempre los más incómodos porque ponen límites al gasto. Son los que hacen de malos”

P: Me sorprende que diga que apenas habrá diferencias en el área económica si gana un partido u otro.

R: Es que entre un socialdemócrata y un liberal serios hay pocas diferencias y, además, su capacidad de maniobra es muy reducida. Las diferencias pueden provenir de sus socios de coalición.

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