El acceso a la vivienda se ha convertido en uno de los principales problemas para muchos españoles. Con los precios al alza, cada vez son menos los que se pueden permitir el lujo de comprar un inmueble. Ante la sequía residencial, la población busca alternativas con las que esquivar las trabas y adquirir una casa o un piso con valores más competitivos. Una de las opciones más recurrentes es la nuda propiedad. Se trata de un mecanismo mediante el cual el comprador se hace con la propiedad de un inmueble, pero no con el derecho a utilizarlo.
Te puede interesar: ¿Comprar o alquilar? Estas son las ciudades en las que es más rentable, a la larga, ser inquilino que pedir una hipoteca
La nuda propiedad está contemplada y regulada en la legislación española. Es un derecho que tienen las personas sobre una vivienda de la que son propietarias, pero a la que no pueden acceder porque no les corresponde ni su posesión ni su disfrute. Esta condición recae sobre un tercero, que es el usufructuario. Aunque no es el dueño, puede permanecer en el domicilio hasta el día en el que fallezca. En ese momento, todos los derechos pasan a manos del propietario, que se queda con el dominio pleno del inmueble.
Comprar un piso de nuda propiedad
Muchas personas, ante el encarecimiento del mercado inmobiliario, prefieren comprar pisos baratos de nuda propiedad. Con este sistema, el comprador adquiere el inmueble, pero no puede utilizarlo mientras viva el usufructo, que es la persona que tiene los derechos de uso y disfrute del domicilio. Este es el principal inconveniente que presenta la operación, pero en la otra cara de la moneda se destapa todo un abanico de ventajas.
Las viviendas que se acogen a este modelo tienen un precio de venta más bajo del que establece el mercado para otro piso de las mismas características. Esto implica, en muchos casos, un ahorro considerable en la compra del inmueble. Además, muchos analistas lo ven como una inversión rentable a medio y largo plazo, porque al adquirir el alojamiento por un precio más bajo del habitual, no es difícil que se revalorice. Por último, la nuda propiedad también exime a los futuros propietarios del pago de ciertos gastos e impuestos.
Te puede interesar: ¿Qué es la nuda propiedad en una herencia?
La principal desventaja, por la contra, es que el comprador no puede disfrutar de la residencia hasta que fallezca el usufructuario. Esta es una de las razones por las que el precio suele ser más bajo de lo establecido: los años que tendrá que esperar el nuevo propietario para poder hacer uso del piso. Normalmente, esta situación se da cuando uno de los miembros de un matrimonio conviviente fallece, pero el otro todavía vive y mantiene el derecho a usar el domicilio. Los gastos de la compraventa y las tasas de la comunidad también las debe afrontar el nuevo propietario, aunque todavía no viva en el edificio.
Seguir leyendo: